Capítulo 3 Casualidad o Causalidad

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El recorrido en auto era bastante corto por lo que Jong Suk tomó el camino más lago para tratar de conversar un poco con la menor.

-La cafetería debe pagar bien cierto-expresó la bajita.

-Si algo -respondió el asiático-¿por qué?

-Es que si tienes un auto como este es porque ganas bien.

-Si bueno estuve ahorrando-contesto algo incrédulo de su propia respuesta.

Hanna notó nuevamente la fotografía de la rubia, la tomó y se le quedó mirando.

-Es muy bonita ¿es tu novia?-preguntó un tanto curiosa mientras lo miraba.

-Jong Suk miró la fotografía con decepción-no... no es mi novia- respondió mientras volteaba su vista al frente.

-Mmm ¿es tu pariente?

-No es nadie importante, de hecho no debería tenerla aquí todavía-dijo mientras le quitaba la foto y la guardaba en la guantera del vehículo.

-Oye creo que tomaste el camino más largo a casa-mencionó la menor.

-¿Sí? No lo había notado-intentó disimular-ya que estamos por aquí qué tal si comemos algo-sugirió.

-¿Comer?, ya es tarde me están esperando en casa-comentó mientras miraba su reloj de mano.

-Te esperan-repitió-¿tu esposo?-preguntó con curiosidad.

-Yo no tengo esposo-dijo la menor.

-Tu novio entonces-preguntó con curiosidad.

-Tampoco tengo novio estoy soltera y sin compromiso-respondió-Mi amiga con la que vivo me espera en casa le dije que estaríamos juntas hoy para cenar.

-Entiendo, ¿qué tal si compramos algo y le llevas? yo invito- ofreció el asiático.

-Definitivamente en la cafetería pagan muy bien-comentó la menor.

-Tengo ahorros ya te dije-respondió sonriente- ¿entonces compramos?

La menor asintió así que se detuvieron en una pizzería cercana, pidieron una pizza tamaño familiar y tres latas de refresco, subieron al auto y en cuestión de minutos ya estaban en casa de Hanna.

La bajita saco las llaves de su bolso y abrió la puerta mientras el asiático cargaba la pizza y los refrescos. Ambos pasaron mientras Hanna llamaba a su amiga la cual parecía no estar en casa.

-Que raro no esta casa- comentó preocupada- le enviare un mensaje para saber donde esta- tecleo un texto en su teléfono.

-Comamos mientras llega- sugirió el mayor.

Ambos se sentaron en la mesa y tomaron un trozo de pizza.

-Por que vives con una amiga-preguntó Jong Suk mientras comía.

-Jehiser y yo nos conocemos desde muy jóvenes ambas queríamos independizarnos así que se nos ocurrió convivir juntas y correr con los gastos de forma equitativa.

-Entiendo, ¿y tu familia?

-Solo tengo a mi madre y vive a un par de horas de aquí. ¿Y que me cuentas de ti?-preguntó con interés la menor

-Bueno yo soy de Corea del Sur pero e vivido varios años aquí, mis padres se mudaron por negocios familiares por lo cual tuvieron que traerme desde muy joven y estudie el español para poder sobrevivir-comentó con risas, ellos regresaron a Seul pero yo decidí quedarme un tiempo mas.

-¿Eres coreano? Que genial-expresó con emoción - ¿tienes hermanos? Yo soy hija única-mencionó con las mejillas llenas.

-Tengo dos hermanos y una hermana que viven en Corea-comentó.

-¿Por qué te quedaste aquí tu solo?

-Es una historia larga, prefiero no hablar de eso.

-Entiendo- dijo en un tono comprensivo.

Las horas pasaron y la conversación era más amena por lo que no habían notado lo tarde que era.

-Creo que debería irme-comentó el asiático viendo la hora.

-Si ya es tarde-expresó desanimada.

En cuanto recogieron todo se acercaron a la puerta, Jong Suk intentó despedirse con un beso en la mejilla pero no se cohibía al acercarse a Hanna por lo que decidió despedirse con una venía muy común en su país y una grata sonrisa. En ese instante la puerta se abrió empujándolo hacia Hanna quedando muy cerca del rostro de la más bajita, acto que sonrojo a ambos.

-Buenas, ¿interrumpo algo?-preguntó Jehiser que recién llegaba.

-No para nada pero nos golpeaste con la puerta-comentó la mayor.

-¿Y él esss...? Preguntó mientras ponía cara de duda.

-Jong Suk -dijo la mayor de ambas- el ya se iba.

-Si ya me voy mucho gusto-dijo el más alto apenado mientras salía de la casa.

-Hasta luego -despidieron las chicas desde la puerta.

-No me digas ese es el chino de anoche- susurro con una sonrisa mirando a la más alta

-Es coreano no chino- dijo mientras giraba los ojos

-Es lo mismo-¿como es que estaba aquí?-cerró la puerta luego de ver partir al coreano.

-Puedes creer que trabaja en la cafetería a la que frecuentó y hoy me vio y quiso disculparse por lo de anoche.

-¿Disculparse?-preguntó con una ceja enarcada.

-Si no especules y agradece que te trajo pizza- dijo mientras caminaba a su habitación.

-¿Pizza? ya me cae bien-comentó mientras sonreía y tomaba una porción-Por cierto tenías razón realmente es guapo-exclamó con las mejillas llenas.

-Deja de hablar con la boca llena tragona.

La bajita cerró la puerta de la habitación y se dispuso a tomar una ducha, al salir vio a su amiga dormida en el sofá así que decidió cubrirla para que el frío no hiciera estragos en ella, se dio media vuelta y escuchó un susurro de parte de la que dormía.

-¿Sigues creyendo que es casualidad?

-Ya duérmete aurora- dijo refiriéndose a la bella durmiente.

-Bien pero nada pasa por causalidad -comentó entre dormida.

Hanna chistó y se retiró a su habitación, apoyó su cuerpo en la cama mientras revisaba los mensajes de su teléfono y respondía algunos antes de dormir. -Será casualidad o es causalidad todo esto- preguntó así misma- tomó su oso de peluche y lo abrazo para dormir hasta un nuevo amanecer sin dejar de pensar en el nuevo amigo que parecía tener.

Café de Amor (Lee Jong Suk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora