Café de Amor (Lee Jong Suk)

Capítulo 4 La propuesta

Una semana había pasado desde la ultima vez que el coreano y la bajita se habían visto debido a un viaja que Jong Suk debió realizar.

El asiático se encontraba en la cafetería probándose su uniforme de trabajo, se miraba al espejo mientras hacía poses como un modelo.

-¡Joe! ¿Cómo me veo?-preguntó Jong Suk mientras posaba.

-Se ve ridículo señor, no debería ponerse eso.

-Me veo guapo yo lo sé-dijo mientras se miraba al espejo y guiñaba un ojo para sí mismo.

-¿Qué pretende hacer?

-Pues trabajar, a partir de hoy trabajo como mesero aquí, ¿acaso no te comenté?-mencionó colocando una expresión facial pensativa.

-Aahhh... pues no, creo que omitió ese detalle.

-Pues ya lo sabes-mostró una sonrisa mientras golpeaba el hombro de su mayor- Joe... ¿crees que Hanna venga hoy?.

-Probablemente siempre lo hace, no me diga que se está comportando de esta manera por ella.

-Ese no es tu asunto mi querido amigo-respondió sonriente frotando la barriga del más corpulento-tu asunto es bajar de peso, estás muy gordo-comentó mientras se retiraba.

-Este niño... que se cree-dijo mientras chistaba y se miraba al espejo para ver su voluptuosa barriga.

Por su parte Hanna se despedía de sus estudiantes deseándoles un feliz fin de semana. Tomó sus maletín junto a todos los evaluativos que debía revisar en su tiempo libre. Como de costumbre antes de ir a casa se dirigía a tomar un café para aliviar su estresado día.

-Hola Joe, me das un Latte-pidió de forma muy cortés.

-Con gusto Hanna, ¿algo más?

-No hoy solo el Latte.

-Perfecto toma asiento- mientras la bajita se retiraba llamó a su nuevo mesero-Oye galán ya llegó Hanna.

-Ya llegó-repitió emocionado-bien dame su orden yo se la llevaré.

-Ahí está-señaló sobre la mesa-Señor Lee, no sea tan obvio.

-¿Obvio? No se de qué hablas-respondió mientras chistaba.

Jong Suk se dirigió a la mesa de Hanna con el Latte en su mano derecha mientras acomodaba su cabello con la otra, aclaró su garganta un poco y ofreció el café a la joven.

-¿Alguien por aquí pidió un Latte?

-Si yo-respondió levantando la mano.

-Pues aquí tiene señorita, que lo disfrute-ofreció con una sonrisa.

-Gracias-al mirar el rostro de quien le servía no pudo evitar sonreír- vaya que de tiempo.

-Pues si, tuve que ausentarme unos días pero ya volví ¿me extrañaste?- preguntó coqueto.

-No realmente, de hecho me alegró no verte porque después de coincidir dos días seguidos pensé que me estabas siguiendo-respondió mientas tomaba de su café.

-¡Ja! No estás tan linda como para seguirte- reclamó - Aquí trabajo quizás tú me estás acosando.

-Siempre vengo aquí y no es por ti, ni que fueras tan guapo.

-Pues la verdad si lo soy- dijo presumiendo -¿puedo sentarme?

-¿Acaso nunca trabajas?-preguntó.