Capítulo 19 Leyenda

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-Debes dejar de llegar por mi espalda- reclamó mientras se separaban - siempre me asustas.

-Lo siento -sonrió -¿tomaras el dulce o me lo como yo?

-No sueñes es para mí - quitó rápidamente el dulce de la mano del coreano, le quitó la envoltura y comenzó a comerlo.

-¡Chino! Llegaste -mencionó la de ojos verdes

-¡Es coreano! -Dijeron al unísono El castaño y la bajita.

-Para mi siempre será chino.

-Ya me acostumbre -dijo el coreano mientras sonreía y se encogía de hombros.

El cuarteto disfrutaba de varias atracciones juntos, tomaron algunas bebidas refrescantes y compartieron algunos dulces y galletas que Jong Suk compró para todos. El tiempo pasó rápidamente, el cielo ya había oscurecido y se encontraba lleno de pequeños luceros, las luces de colores del parque adornaban el lugar, que en medio de la oscuridad creaba un espacio lleno de luz y fantasía.

-Saben hay una leyenda en este parque- comentó la menor de los cuatro mientras observaba la luna llena que adornaba la noche.

-Interesante - comentó el castaño- ¿de qué se trata?

-Si cuéntanos -dijo el coreano mientras tomaba de su bebida.

-Dicen que si dos personas que se aman subes a la rueda de la fortuna y ella se detiene, dejándolos en la sima deberán besarse y así sellará su amor y nada podrá romperlo ya que el destino los escogió para estar juntos.... Pero claro obviamente deben estar enamorados el uno del otro.

-Vaya, entonces es una ruleta mágica -comentó la bajita.

-Eso parece -masculló la más pequeña -sin embargo es solo una historia -dijo mientras comía una galleta.

Los chicos continuaron divirtiéndose permitiendo que el tiempo se fuese velozmente sin darse cuenta ocasionando que oscuridad del cielo nocturno fuese mayor.

-Subamos a un último juego, para irnos -comentó la bajita- estoy exhausta -Los demás asintieron.

-Nos falta la rueda de la fortuna -dijo Noha señalándola. -Pero creo que Hanna no irá así que vayan ustedes yo me quedo con ella.

-No seas así, Hanna ven con nosotros es el último juego -pidió la  menor de todos

-Vamos juntos -dijo el coreano tomando la mano de Hanna.

-Le teme a las alturas y sufre de vértigo por si no lo sabías -comentó el castaño.

-Claro que lo se- pero Hanna hará una excepción por mi -sonrió.

Ambos chicos se dedicaron una mirada tensa y poco agradable. Un gesto que solo Jehiser notó.

-Hanna vamos por favor, no me separaré de ti, estaré a tu lado como la última vez lo recuerdas -comentó mientras miraba a los ojos a la bajita.

-Si Hanna por favor, no seas así ya es el último juego -dijo la de ojos verdes.

-Está bien pero solo porque es el último -respondió no muy segura -espero no arrepentirme -masculló.

Los chicos se dirigieron a la rueda de la fortuna y compraron las cuatro entradas.

-Debemos dividirnos en parejas -comentó el castaño al notar asientos para dos -que tal Jehiser y tu y Hanna y yo -sugirió con intención de no dejar al coreano con la bajita.

El coreano dirigió una mirada tajante al castaño, antes de intentar hablar y oponerse sutilmente a esa sugerencia, sin embargo fue interrumpido por la menor de los cuatro.

Café de Amor (Lee Jong Suk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora