Capítulo 14

678 63 1
                                    


Por raro que pareciese,según avanzaban Eiden era capaz de reconocer el lugar.

-Bueno, con respecto al Suero -continuó Thomas-. Ya escuché hablar de él un par de veces. ¿Qué es? ¿De dónde viene?

-Es sólo lo que parece, shank. Un suero. El Suero de los Laceradores.

Thomas forzó una mueca patética.

-Justo cuando comenzaba a pensar que sabía todo acerca de este estúpido sitio. ¿De dónde salió el nombre? ¿Y por qué los Laceradores se llaman así?

Minho continuó la explicación mientras se desplazaban por las innumerables curvas del Laberinto, yendo los tres a la par.

-No sé de dónde sacamos los nombres, pero el Suero viene de los Creadores, o por lo menos, así es como los llamamos. Todas las semanas aparece en la Caja con los suministros, siempre ha ocurrido. Es un remedio o un antídoto, no sé, pero ya viene dentro de una jeringa, listo para usar -dijo, haciendo el gesto de clavarse una aguja en el brazo-. Le metes esa porquería a alguien que fue pinchado y lo salva. Atraviesa la Transformación, que es de terror, pero después de eso está curado.

Pasaron un par de minutos en silencio, mientras Eiden reflexionaba acerca de la que recordaba. Ver a esos bichos había desbloqueado una nueva sección en su cerebro. Pero todavía no era capaz de entrar en ella.

-Es raro, ¿no? -prosiguió Minho-. Nunca antes hemos hablamos de esto.
Si Alby todavía está vivo, no hay razón para pensar que el Suero no pueda salvarlo. Por algún motivo, se nos metió en nuestras cabezas mierteras que, una vez que las Puertas se cerraban, estabas terminado, esa historia. Tengo que ver con mis propios ojos eso de que colgaste a Alby de la pared. Me parece que me estás engañando.

Los chicos continuaron la marcha: Minho casi con cara de alegría; Eiden con cara de alegría pura y Thomas, preocupado.

-¿Qué tal si otro Lacerador descubrió a Alby después de que yo distraje al que me perseguía?

Minho le echó una mirada inexpresiva y no contestó.

-Thomas,es mejor dejar ese tema y apurar el paso -repuso Eiden.

Trataron de ir más rápido, pero sus cuerpos les dolían tanto que tuvieron que conformarse con una caminata lenta a pesar de la urgencia. Al doblar la esquina siguiente, Eiden no pudo evitar soltar un pequeño grito y cubrirse con los cuerpos de sus compañeros al notar movimiento un poco más adelante. Pero, un instante después, la alegría lo embargó cuando reconoció a Newt con un grupo de Habitantes. La Puerta del Oeste del Área, que se elevaba delante de ellos, estaba abierta. Habían regresado.

Al verlos aparecer, Newt se acercó rengueando.

-¿Qué pasó? -les preguntó, con una pizca de irritación en la voz-. ¿Qué reverenda...?

-Te lo contaremos después -lo interrumpió Thomas-. Tenemos que salvar a Alby.

-¿Qué estás diciendo? ¿Acaso sobrevivió?

-Ven aquí -contestó.

Se dirigió hacia la derecha y estiró el cuello hacia arriba del muro. Y sin decir nada, señaló hacia arriba.

Alby estaba allí, entero, pero no mostraba ninguna señal de movimiento.

Newt logró distinguir a su amigo en la enredadera. Si antes parecía sorprendido, ahora estaba completamente asombrado.

-¿Está... vivo?

Ojalá que sí, pensó.

-No sé. Al menos lo estaba cuando lo dejé ahí.

-Cuando tú lo dejaste... -Newt sacudió la cabeza-. Vengan con Minho para aquí adentro en este momento y que los Docs los revisen. Tenéis un aspecto desastroso. Quiero la historia completa cuando ellos terminen y vosotros hayáis descansado.

Eiden no dijo nada al respecto y simplemente siguió a Thomas y a Minho.

El viaje de regreso al Área y después hasta la Finca, rodeados por Habitantes que los contemplaban maravillados, pareció interminable. Sus caras eran una mezcla de temor y admiración, como si estuvieran viendo a tres fantasmas paseando por un cementerio.

Los minutos que siguieron fueron una sucesión de imágenes borrosas. Un par de Docs los escoltaron dentro de la Finca hasta el primer piso; ubicaron a cada uno en su dormitorio, en las camas; comida, agua; vendajes. Dolor.

Finalmente, lo dejaron solo, con la cabeza apoyada en la almohada más suave que su limitada memoria pudiera recordar.

Pero mientras se dormía, había dos cosas en las que no podía dejar de pensar.

La primera, era la frase que había aparecido recientemente en sus sueños: CRUEL ES BUENA, que volvía una y otra vez a su mente. La segunda, era la
chica. No podía seguir ocultando lo que sabía. O Teresa solo traería desgracia.

Unas horas después Eiden despertó desconcertado al escuchar desde una habitación cercana un grito que le heló la sangre.

Se frotó los ojos y bostezó.

-¿Qué es lo que está pasando?

-Acaba de comenzar la Transformación de Alby.

༻нαѕтα єℓ fιиαℓ (мιинσ у тυ)༺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora