Capítulo 27

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La habitación se quedó en silencio y todos miraron expectantes cuando una luz de neón se encendió, Eiden se giró y vio como Minho se levanta a duras penas lleno de cortadas y arañazos.

- ¡Minho! -gritó Eiden embargado por el alivio-. ¿Te encuentras bien?

El corredor caminó a tropezones hasta la pared y se apoyó, respirando con dificultad.

-Nunca he estado mejor.

-Mi. Min. Minho. -Eiden corrió hacía él y se tiró a sus brazos. -Gracias por estar vivo.

-Le prometí a cierto rubio llorón que saldríamos de aquí con vida. -Susurro en su oído mientras lo estrujaba. -Creo que ya es hora de crear un nosotros, ¿no?

-Ejem, Ejem. Lamento molestar. -Dijo Newt aterrizando a su lado. -Lo...

- ¿Cómo están los otros? ¿Y Thomas? -Interrumpió Teresa mientras se incorporaba.

En ese momento los chicos comenzaron a caer por el hueco.

Eiden sintió que su alegría se desvanecía, no quería saber lo que venía a continuación.

-Perdimos una cantidad de gente... Allí arriba hay mucha sangre... -de
pronto, todos se quedaron inmóviles. Hizo una pausa para tomar aire-. Vosotros lo lograsteis. No puedo creer que realmente haya funcionado.

Se escuchó un ruido y apareció Thomas seguido por Fritanga y luego Winston y el resto del pequeño grupo. Tenían la ropa hecha jirones y estaban cubiertos del lodo de los Laceradores y de sangre humana.

- ¿Y el resto? -Preguntó Eiden, temiendo la respuesta.

-La mitad de nosotros -Contestó Newt, con la voz quebrada-. Muertos.

Nadie dijo una palabra más y permanecieron en silencio durante un rato largo.

- ¿Sabes algo? -dijo Minho, irguiéndose un poco-. Algunos habrán
muerto, pero nosotros estamos más vivos que un garlopo. Y nadie recibió ningún pinchazo. Así que tenemos que salir de aquí.

-Tienes razón, vámonos de aquí. -dijo Newt-Ahora mismo.

- ¿A dónde? -preguntó Eiden.

Teresa estiró el brazo hacia el túnel.

-La puerta que se abrió sonó un poco más adelante.

Los chicos se miraron entre sí y comenzaron a andar hacía la puerta, y efectivamente como había dicho Teresa más adelante había una puerta.

- ¿En serio, tíos? -Dijo Fritanga señalando un cartel de salida que estaba sobre la puerta.

Thomas dio un paso al frente y abrió la puerta con un empujón e inmediatamente una alarma comenzó a sonar desde el interior.
Cuando entraron Eiden no pudo evitar soltar un par de arcadas, pues el suelo estaba repleto de cadáveres.

-Camina. -Susurro Minho en su oído. -No los mires. Solo céntrate en el frente.

Eiden agarró la mano de Minho y se escondió detrás de él. Para que así la amplia espalda del corredor le tapara aquella escena.

-Shh, tranquilo. Solo aguanta un poco, ya casi estamos. -Lo intentó tranquilizar Minho.

El grupo siguió avanzando un poco más hasta que llegaron a la segunda puerta, y como la vez anterior fue Thomas el que entró primero seguido del resto.

Era una sala llena de cámaras y ordenadores.

Eiden separó su cabeza un poco de la espalda de Minho para poder mirar la Sala. Pero fue una mala idea. Allí había más cuerpos, y eso no le gustaba.
La muerte no era algo agradable para él.

༻нαѕтα єℓ fιиαℓ (мιинσ у тυ)༺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora