CAPITULO 7

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-¿Sabes qué? –Pregunta mi amiga sentándose con las piernas cruzadas –somos expertas en este juego, por lo que tendría cuidado al preguntarnos eso –dice, haciendo que el chico sonría divertido.-Tengo que decir que sentía mucha curiosidad cuando os he visto –admite mirándonos a las dos con una sonrisa ladina –y ahora mi curiosidad se ha duplicado. Soy Oscar, bienvenidas a una de las partes más divertidas de la noche.-Soy Violeta, y esta de aquí –dice pasando su brazo por mis hombros –es Amaia.-Bueno, es un placer chicas –dice mirándome fijamente –que gane el mejor –le veo alejarse y por fin puedo relajarme. Todavía no estoy acostumbrada a que las personas se acerquen para hablar tranquilamente, mi cerebro no está hecho para actuar como una persona normal y corriente delante de extraños. Odio cómo me quedo paralizada ante esas situaciones, es como si mi cuerpo se pusiera en tensión y mi boca se secara impidiendo salir cualquier palabra.-¿Estás loca? –Pregunto al instante siguiente, mirando a mi amiga -¿En dónde quedó la parte de que este juego era estúpido y solo servía para exponerse?-He cambiado de idea, tenemos derecho a divertirnos –dice restándole importancia con la mano –además, siempre podemos mentir. He oído que en estos juegos la gente siempre miente.-Vaya lío en el que nos has metido –digo dándome con la mano en la frente –se acabó el alcohol por esta noche –recrimino quitándole la copa, la cual tengo que devolverle un minuto después al no dejar de insistir en que quiere terminársela.-¿Has visto cómo nos miran las cuatro fantásticas de la clase? –Pregunta Violeta en mi oído –parece que nos quieren asesinar con la mirada.-¿Se habrán enfadado por haber venido con los chicos? –pregunto no ocurriéndoseme ninguna otra razón.-Puede ser –dice mi amiga pensativa –esas chicas son demasiado posesivas, sobre todo Leticia.-Buenas noches, chicos y chicas, vamos a empezar el juego de 'verdad o reto' – habla Oscar, que se encuentra en el centro del círculo –las reglas son simples, empezará una persona al azar. Esa persona podrá preguntar '¿verdad o reto?' a cualquier otra persona del grupo, no vale repetir hasta haber preguntado a cada uno de los integrantes del grupo. A decir verdad, sí se puede, esta noche tengo ganas de cambiar las reglas. A pesar de esto, nunca deberemos cebarnos con una persona, hay que ir variando. Cuando alguien se niegue a decir una verdad o a hacer un reto tendrá que beber dos chupitos seguidos de tequila o quitarse una prenda, eso queda a vuestra libre elección. Nunca se podrá utilizar verdad más de dos veces seguidas –termina guiñándome un ojo - ¿Ha quedado claro? –a lo que todos contestan con un grito emocionado.-¡Aitor!, ¡Aquí!, ven a jugar –grita Leticia colocándose el flequillo de forma coqueta.-Ya sabes que me aburren estas cosas –contesta el moreno acercándose perezosamente al grupo con una cerveza en la mano, su vista se detiene ante nosotras dos y rápidamente su expresión cambia a una divertida –pero pensándolo bien mejor me uno, no tengo nada que hacer de todas formas. ¡Eh, Río!, ven aquí –dice sentándose en el hueco que le ha hecho la chica. Ésta se coloca bien pegada a él, su posición le proporciona a Aitor una buena visión de su escote, que el moreno no se corta en mirar.-¿Desde cuándo te van estas cosas? –pregunta Río acercándose seguido de cerca por una chica rubia, lo que me hace imaginar que se trata de la chica que me había hablado Violeta.-Esto va a ser divertido -murmura dejando que el rubio se siente a su lado, junto a la chica que venía con él.-¿Alguien más se quiere unir? –pregunta Oscar al aire, su tono de voz a cambiado lo que me hace interpretar que las nuevas incorporaciones no le han hecho mucha gracia. Sin embargo se calla y da por comenzado el juego, inicia una chica con el pelo lleno de trenzas la cual pregunta a otra chica que tiene enfrente. Los turnos pasan y observo con temor que las preguntas que se hacen los unos a los otros no tienen nada que ver con las preguntas que realizábamos cuando éramos solo unos críos. Todo lo que se pregunta tiene que ver con sexo, intimidad y más sexo. Por lo que rezo para que a nadie se le ocurra preguntarme nada, sin embargo mis súplicas no llegan a oídos de nadie porque cuando llega el turno de Oscar me mira directamente.-Amaia, ¿verdad o reto? –pregunta mirándome fijamente lo que me provoca un escalofrío.-Verdad –digo sin pensarlo dos veces, como ha dicho Violeta siempre podría mentir si la cosa se pone difícil. Todos me observan expectantes, unos más curiosos que otros.-¿Tienes o has tenido novio alguna vez? –pregunta con una sonrisa lo que hace que los demás lancen silbidos. A pesar de la atención recibida, suspiro de alivio al ver que la pregunta no es tan comprometida como podría haber sido.-No tengo novio –contesto con sinceridad –y tampoco he tenido novio antes –termino de decir lo que hace que Oscar levante una ceja incrédulo pero aparentemente satisfecho con mi respuesta.

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