Capítulo 24

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namjoon y seokjin entraron a la habitación donde todo estaba perfectamente ordenado y limpio.
Seokjin miró todo a su alrededor y le pareció estar dentro de una auténtica iglesia.

El escalofrío que le recorrió el cuerpo hizo que los bellos de su piel se erizaran.
Estar allí le traía más de un recuerdo y no buenos.

Más que una fantasía aquella habitación estaba representando todo esa perversión y el desvelecimiento que guardaba dentro.

Nam lo miró y le sonrió.

  - ¿Y? ¿Te gusta?
  - Es perfecto...

Este se acercó a Nam y lo besó como nunca antes.
Las copas demás y la realidad de estar allí lo estaban haciendo perder el control.
Namjoon le siguió el juego y entonces comenzó a tocarlo.

Dentro del beso y mientras se movían dentro de la habitación ambos comenzaron a sacar la ropa del otro.
No demoraron en excitarse y entonces en ese momento Nam giró a Jin y se apegó a su espalda dejando que su miembro rozara el trasero del menor.

  - Así que quieres tener sexo mientras ese Cristo nos mira ¿he? - dijo mirando hacia esa figura crucificada que colgaba en la pared.
  - Sí... Quiero que vea como me haces gemir de placer Nam.

El mayor llevó su mano hasta la carne de Jin y por debajo del boxer comenzó a masturbarlo.
Su nariz recorría el cuerpo de Jin mientras que se embriagado de su aroma.

  - Que bien hueles
  - ¿Te gusta?
  - Sí
  - Ahora hazme tuyo Nam
  - ¿Quieres gemir?
  - Sí
  - ¿Quieres que él te vea? - Dijo mientras lo seguia masturbando.
  - Aahh Sí
  - Entonces gime para él jin

Seokjin llevó su mirada pervertida hacia   la figura  mientras sentía el sube y baja de la mano de Nam y gemia sin parar.

  - Ohhhh Aa ahhh
  - Así.. Así
  - Aaahhh  - Jin gemia y las piernas le temblaban entre cada sube y baja.

De pronto todo allí dentro se volvió más caliente.
De pronto el aire comenzó a faltar y el menor se estaba volviendo loco.
Seokjin se llenó de fuerzas. No sabía si era rabia o excitación pero giró hacia el mayor y de un solo movimiento tiró de lado a lado la camisa y la rasgó haciendo que algunos botones saltaran lejos.

  - Hey.... - le dijo nam sonriendo.
  - No quiero que tengas piedad me escuchaste.

Seokjin parecía otra persona y a Nam le estaba encantando.

  - Quieres que...
  - Quiero que me hagas sentir un hombre Nam.

Volvieron al beso y se fueron hasta esa  cama gigante que los esperaba.
Para los pies estaba esa túnica auténtica de un sacerdote, miles de crucifijos colgaban y en la mesa de noche había una biblia, una cruz y una vela.

Seokjin rió por lo bajo al verlas.
Así era exactamente como recordaba esa habitación donde había estado esa última vez con él. Con Matías su ex novio.
Cerró sus ojos y trató de imaginar que estaba allí de nuevo.
Las manos de Nam lo recorrían y le sacó lo que le quedaba de ropa.

Seokjin se acomodó un poco y ayudó al mayor a sacar su ropa también.
Se recostaron en esa cama y se besaron sin parar.
Nam se movía sobre Jin haciendo que sus miembros se rozaran y haciendo que ambos gimieran de puro placer y deseo.

Sus besos cada vez eran más calientes. Lengua, dientes y mucha saliva.
Sus manos no sólo tocaban si no que también aprestaban la piel del otro diciéndose así que ya no podían aguantar más.

El mayor abrió el cajón y sacó de allí el lubricante y los preservativos.
Humedeció sus dedos y comenzó a hundirse en el menor el cual parecía estar en cualquier otro lugar pero menos ahí.
Seokjin tenía sus ojos cerrados y se retorcia al sentir los dedos de nam dentro de él.

◆Telephone◆ «detrás de la línea» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora