Por amarte así [ TERMINADA ]✔

Conflicto: Anny y Raquel

Capítulo 4

Después de varios boches dados por la profe, nos quedamos sin la hora de clases, ya que ella por más que le rogamos nos dejó fuera de clase.

Hoy es el cumple de mi amiguis y creo que estoy más emocionada que ella. Decidimos hacer un grupo de whatsApp.

Anny es la primera en hablar por el grupo y dice:

-Chicos esta noche nos vamos de rumba, ¿Quién se apunta?

El primero en responder es fernando -Oh, claro que voy - ¿Para dónde?

-Summer : Cuenten conmigo.

-Eduardo: No me dejen.

-Anny: Ok... Esta noche tenemos el antro para nosotros, no quiero niñerías, hoy se bebe gracias a que cumplo años, ¿Lo sabían?

-Raquel: Felicidades, no cuenten conmigo, no iré.

No se que haré con esas dos chicas, no se soportan, si duran un día juntas se matan, lo digo en serio.

-Anny: Mmm bueno, total.

-Raquel: ¿Qué total qué?

Hablo por primera vez en el grupo.

-Hey chicas, les juro que si comienzan a discutir por aquí las mataré a las dos. Déjense de tonterias por una vez en su vida. Tú Anny ya tienes dieciséis ya no eres una niña, y tú Raquel, tampoco lo eres, entonces, ¿Me pueden explicar cuál es el maldito problema?

Tengo una rabia encima, ¿Es qué nunca piensan madurar? No sé por qué se quillan cuando una me ve con la otra. Yo las amo a las dos, con Raquel pasé mi infancia entera y a Anny la conozco hace tres años y es como si la conociera de toda la vida. El conflicto entre ellas dos comenzó cuando conocí a Anny, y desde entonces se ven, y se matan con la mirada.

Anny responde : -Yo sé, pero si ella no quiere ir, tampoco le voy a estar lamiendo. Y disculpame samy.

-Raquel: ¡Por Dios niña! Y, ¿Quién quiere ser lamida por ti?

-Eduardo: ¡Bomba!

-Summer -¿Ahora se van a pasar el tiempo discutiendo? Por Dios. Raquel te cambias, te paso a buscar, no se diga mas. ¿Ok?

No hablaron más por el grupo, y es lo mejor ya estaba a punto de perder la paciencia con esas dos.

Esther y Montserrat entran a mi habitación.

-¿Qué me pondré para esta noche? -gruñe Esther. -¿Qué te pondrás tú?

-Creo que me pondré un vestido rosa, no sé -dije acostándome sobre mi espalda en la cama.

-Samy -dice montse con una voz que sé que la usa sólo para convencer -Eh.. Yo.. Tú..

-No. -le digo de una vez, porque sé a qué se refiere.

-¿No? No sabes lo que te pediré.

-Claro que si sé, así que no irás, ¿Estás loca o qué?

-¡Arg! -gruñe en frustración. -Tú si eres mala. Ya estoy grande, ven manita, ¿Si?

-¡Montserrat! Ya te dije que no, ¿Es qué no oyes? -alcé la voz.

No sé que me dio que le hablé así, es la primera vez. Al escucharme gritarle, abrió su boca sorprendida y salió de mi habitación. Miré a Esther y meneó la cabeza.

-Mide tus palabras para la próxima.

-Lo siento. -bajé la mirada.

-No me lo pidas a mi. -y salió de mi habitación.

Me siento mal por hablarle así, pero tengo la cabeza hecha bolas, y no me di cuenta hasta que le dije eso. Sin pensarlo, salgo de la habitación y toco la puerta de ella, nadie me responde así que decido entrar.

Está acostada boca abajo en su cama, la llamo y no me mira.

-¡Montse! Lo siento de verdad. -le digo sentándome en una esquina de la cama.

-¡Montse! Por favor mírame.

Ella se voltea y tiene los ojos rojos parece que estaba llorando. ¿Tan mal está? Que estupida samy, siempre dañas todo.

Me quedo mirando sus ojos por un rato y la veo tan inocente, tan tierna, que me dan ganas de cuidarla de todos.

-¿Qué quieres? -me sorprende la frialdad de su voz.

-¿Disculpame si? -digo, -No fue mi intención hablarte así, no volverá a pasar te lo prometo. Solo quiero cuidarte montse, no quiero que nada malo te pase, tú y sophi son mi razón de vivir, y me muero si se vuelve a repetir la historia, tú muy bien sabes de qué hablo, ¿No? Me llena de impotencia que no pueda hacer nada como ese día, ¿Sabes? Tú, aunque tienes doce años y dices que eres grande, no, no lo eres montse, eres una niña todavía, eres un capullo que quiere volar pero primero hay que pasar por etapas, no te apresures, vive tu infancia, todas las cosas llegan a su debido tiempo, ¿Para qué correr? Lo que quiera que sea te encontrará en el momento oportuno, con la intencidad correcta y por la mejor razón. ¡Calma!

No sé que me dio, pero esas palabras salieron de lo más profundo, como si fuera otra persona hablara dentro de mi.

Montse se queda callada así que vuelvo hablar.

-Todo tiene su tiempo, nena ¿Ok?

Me paro de la cama para dirigirme a mi habitación, cuando voy a tocar la manilla de la puerta siento dos brazos por detrás de mi.

-¡Gracias! Te quiero mucho, hermanita.

Me giro para quedar frente a frente -Y yo te amo, nunca lo olvides. -le doy un beso en la frente y salgo.

Me encuentro a sophi en el pasillo. -¿Qué haces muñeca?

Ella mira su libreta y luego me mira -Es una carta para mamá.

Me acerco a ella y con mi mano derecha le sobo la cabeza.

-Que bonito de tu parte muñeca, ¿Qué escribiste?

Ella comienza a leerla...

-Mami te extraño mucho, espero verte en mi fiesta de cumple, ¿Sabías que pasado mañana cumplo años? Me prometiste que vendrías, te esperaré para darte muchos besos y abrazos. ¡Te quiero mami!

Al escucharla leer me paralizé, ¿Cómo una niña de cinco años tiene esa mentalidad? Me duele saber que nunca la va a volver a ver, y no quisiera estar cuando ella se entere de todo porque sé que va a sufrir.

Le doy un abrazo.

-Ella vendrá muñeca -no pude ocultar mi tono de voz.

Anny llegó a mi casa, ya que nos iremos juntas, nos disponemos a cambiarnos, yo tomo el control de maquillarla y ella me maquilla a mí.

Decidimos vestirnos iguales, ella con un vestido negro y yo con un rosa.

-Quedamos hermosas, ¿No? - me dice Anny

-Obvio, fui yo que te maquille.

-Pss.. Odio cuando se te prende tu ego.

Bajamos a la sala y ahí estaba Esther con un chico, el cual me habló la otra noche; creo que se llama Marcos.

-Chicas, me adelantaré, las espero allá.

El chico se paró del mueble y nos saludó para luego retirarse con mi hermana.

Cuando me dispongo a abrir la puerta me paralizo, se me había olvidado por completo que hoy iba a salir con Liam. Él, abre la boca con una expresión en el rostro que no sé leer. Y entonces habla.

-¡Buenas noches!

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