Capítulo 3
Dos días después:
Samy
Mañana ingresamos a la universidad, ojalá no sea tan agobiado como dice Summer.
Los chicos planearon una fiesta, por la razón de que ya todos estamos en la universidad, esta será en casa de Liam.
Se siente tan bien salir de la escuela, ya no tendremos preocupación, no tareas, ¡A no espera! Ahora viene algo peor, llamada: universidad. Pero a pesar de todo, hay que esforzarse por dar el 100%.
Salgo de mis pensamientos y termino de arreglarme para esperar a Esther, ya que son las siete de la noche y la fiesta comienza a y treinta.
Ya arreglada, bajo hacia la sala nos despedimos de mi padre y Deysi, sí, ya nos llevamos un poco más bien.
—No lleguen tarde chicas —dice mi padre.
—Ok —decimos caminando hacia la puerta.
—¡Oye Esther! —digo.
—¿Ajá? —responde sin despegar la mirada del celular.
—¿Con quién nos iremos?
—Ya todo está arreglado, ¡Date prisa, nos esperan!
Al salir nos encontramos con Marcos.
Lo saludamos y nos montanos en su auto para luego partir hacia la fiesta.
Llegamos, y ya todos estaban allá, sólo faltábamos mi hermana y yo, como siempre. Los padres de Liam están de viaje, por ende, esta noche la casa es de nosotros.
—Amor, ¿Por qué tardaron tanto? —me recibe Liam, antes de contestarle, me besa.
—Hey —dice Luis —Apenas estamos comenzando.
Terminamos de entrar y empezamos la fiesta, eso si, ojalá y estos chicos no se pasen de tragos, porque mañana hay clase, y no es bien visto que empezando el semestre falten a la uni, lleguen tarde o borrachos.
Liam se acerca a mi —Tú me la debes.
—¿Yo? —me hago la inosente, sé muy bien de que él me habla.
—Sí, tú misma —dice repartiendo besos por mi cuello. —Se me olvidó algo en la recámara, ¿Vas conmigo?
—No, gracias, aquí estoy mejor.
—Anda, será de una vez.
—No —me giro para quedar frente a él.
—¿Por qué no? ¿A caso me tienes miedo? No te haré nada.
—Eh-
—Samy ven a ver esto. —interrumpe Jared, y se lo agradezco.
Volteo y me dirijo hacia donde ella está, pero no puedo dar más de dos pasos porque Liam me agarra de la cintura.
—Esta vez te salvaste, pero para la próxima, no tendrás tanta suerte —susurra a mi oído.
Hago caso omiso y sigo mi ruta, al llegar donde las chicas, le doy una sonrisa a Jared antes de decir gracias sin pronunciar sonido. Ella sólo me guiña un ojo.
—Chicas.. ¿Han visto a Anny?
—Tengo rato sin verla —dice Summer.
—Mmm, esto me huele a Dereck. —digo.
—Eso se ve y se nota —dice Raquel.
—Porque es mas claro —terminan Jared y Summer
Todas empezamos a reír.
Pasaron las horas y tenía rato diciéndole a los chicos que pararan de beber, pero son más tercos que una mula.
Ninguno me hace caso, y las chicas van por el mismo camino, Jared, Summer, Melody y Raquel están cantando y bebiendo como verdaderas borrachas. Daniela, está más para allá que para acá, ahora mismo está hablando sola con su reflejo en el espejo. ¿Esther? Buena pregunta, ¿Dónde está mi hermana? Que curioso, tampoco veo a Marcos. Y mi querida amiga, Anny, que le digo, ella está haciendole un stripers a Dereck.
¿La única con cuerda aquí, soy yo?
Camino hacia el mueble en el que me siento a ver todo el panorama.
—¿Qué te pasa amor? —se acerca Liam.
—¿Ya te acabaste la botella? —contraataco.
Levanta una ceja —¿Qué tienes?
—Nada Liam —aparto la mirada.
—Algo te pasa, no mientas —se acerca más.
Comienza a darme besos en mi lado izquierdo de la cara. Estoy incómoda.
—Liam no. —digo empujándolo un poco.
—Relájate un poco, cariño. —vuelve a atacarme.
—¡Te dije que no! —alzo la voz, haciendo que los dos nos sorprendiéramos.
—Eres tan dramática, ¿Ahora qué te pasa?
—Te dije que nada —digo enojada por lo que acaba de decirme.
—Ok entonces —se para del mueble dejándome sola de nuevo.
Tal vez, piensan que estoy aburrida porque quiero, que si hubiera sido otra o mejor dicho, más cool, estaría con mis amigas, disfrutando a su manera.
Yo solía ser así, antes que pasara lo de mi madre, yo era tan... ¿Cómo les explico? Era diferente, siempre estaba riendome, vivía mi vida loca, ¡Bueno! No tan loca, porque apenas tenía once años, pero en fin, lo tenia todo, y pues, ahora me falta algo que nunca se va a reponer, nunca volveré a ser como antes. Cuando ella partió al cielo, se llevó consigo un pedazo de mi y creo que se llevó el más grande, porque aquí sólo dejó algo muy destruido, que jamás en la vida, volverá a reponerse.
Me levanto del mueble y me dirijo hacia la salida, necesito salir de aquí.
Le envío un mensaje a Esther "me duele la cabeza me iré a casa" —Lamento interrumpir su famoso duradero encuentro con Marcos —digo caminando hacia la estación de autobús
Ya en el bus, me siento más tranquila, porque sé que llegaré a mi casa, y es lo que más quiero en este momento.
Xx