Por amarte así [ TERMINADA ]✔

¿Paramos o seguimos?

Capítulo 34

—No lo hagas. —es muy terco.

—No lo hago por él, lo hago por ti, porque te amo.

Escucharlo decir esas palabras me dan ganas de agarrarlo y besarlo de una buena vez, pero hay que controlarse.

Salgo de mis pensamientos y contesto.

—¿Estás loco? No tienes que hacer nada por mí.

—¿Por qué no? —arquea una ceja.

—Porque no —contesto —Esto no se trata de mí, se trata de ti, y tú no sabes montar esa cosa, Liam entiende.

—Claro que se trata de ti , le enseñaré a ese idiota a no meterse con lo mío. Y ya te dije que sí sé.

—No soy un objeto, Liam. —lo miro mal.

—Disculpa, es que no lo soporto, el hecho de que te toque, de que siempre esté de lambiscon, me pone mal. —dice acariciando mi mejilla izquierda.

—Liam.

—Sí, sólo somos amigos —voltea los ojos —Pero los amigos se cuidan, y yo siempre te voy a cuidar.

Abro mi boca para decir algo pero mis hermanas ya estaban ahí.

—¡Liam! —dice sophi emocionada.

Él se voltea —¡Hola pequeña!

Montserrat se para al lado de mí —Cuando esos dos están juntos se olvidan del mundo —me susurra. Yo sólo asiento.

Liam nota que estamos ahí y habla —¡Oh cuñadita! ¿Cómo estás?

—¿Ya terminaste con sophi? —le dice montse

Liam se para frente a montse, le agarra la cara con ambas manos y le deposita muchos besos en la frente.

—Tambien te quiero cuñadita —dice entre besos —Eres mi favorita.

—¿Qué? —decimos sophi y yo. —¿Tu favorita? —repito.

—No se vale —dice sophi —Me dijiste que era yo.

La sonrisa de Montserrat no le cabe en el rostro

—Lo siento —dice montse —Yo soy su favorita. —saca su lengua.

Liam me mira y aparto la mirada, no sé por qué, pero siento un poquito de celos.

—Es hora de irnos —digo.

—Yo las llevo —dice él.

Asentimos ya que no tenemos a nadie que nos lleve a casa, salimos del liceo y nos dirigimos al auto de liam.

Ya adentro, me encuentro raro que Liam no esté en la universidad así que le pregunto.

—¿No deberías estar en la universidad?

Él me da un vistazo rápido —Nos despacharon temprano.

No pregunté más nada, las chicas iban cantando las canciones que ponía Liam y yo sólo miraba por la ventana.

Al llegar a casa, él entró con nosotras, mis hermanas se dirigieron a sus recámaras, mientras yo me quedé con él.

—Toma asiento —digo cuando noto que no se ha movido de su lugar —Aquí no cobramos.

Él se sienta en el mueble. —¿Y tú padre? —pregunta.

—En el trabajo, ya sabes.

—Oh.