Capítulo 11
Todo está a la perfección, la fiesta es en neón, arreglamos el patio trasero dónde está la piscina, ( si, mi casa tiene una alberca ¡Digo! Dos, mi padre hizo dos, ya que sophi se tuvo al ahogar )
Mi padre no está en la casa, así que tenemos la casa sola, ojalá y no diga nada cuando llegue.
Eran las siete de la noche, y los chicos comenzaron a llegar, trajeron algunas bebidas etc...
Terminaron de llegar y montse nos tiró una foto a todos juntos antes de entrar a la piscina, algunos se tiraron, en fin, ya estábamos dentro de la alberca.
Después de algunas horas dentro, salimos a comer algo, sophi estaba sentada en una mesedora mirándonos, me acerqué a ella.
—¿Qué te pasa muñeca?
—Samy, ya me quiero ir a dormir —dijo en tono triste.
—¿Y por qué no subes a tu habitación? —dije.
Ella bajó la mirada —¡Hey sophi! ¿Qué tienes?
—Tengo miedo —dijo con lágrimas en los ojos.
Me senté a su lado —¿Tienes miedo de tu nueva habitación?
—Sí.
—Muñeca, pero ahí no te pasará nada, sé que estás acostumbrada a dormir con montse, pero tienes que aprender a dormir sola, ¿Y cuándo ella no esté?
—Ella nunca se va a ir, como lo hizo mi mamá.
—Hey, cuidado con lo que dices, ¿Ok? Te he dicho mil veces que ella no nos abandonó ¿Ok?, sólo pasó, —mi voz se cortó —Porque tenía que pasar, no vuelvas a decir eso.
Escucharla decir eso me dio tanta rabia, eso se escucha como que si mi madre tuvo la culpa de todo lo que pasó, y no fue así.
—No vuelvas a decir eso —repetí.
—Perdóname samy —su voz se cortó —Yo siempre imaginé a mami viva y no muerta. —comenzó a llorar.
—Lo sé pequeña, pero eso no te da el derecho a expresarte así, ella siempre nos amó a todos.
—Samy.. Puedo dormir en tu cuarto.
—Sí, ve, luego voy contigo.
Ella se retiró y sí, fui muy dura en mis palabras, pero tengo que ponerle un alto, yo la amo, y eso no quiere decir que no la corrija.
Me integré al grupo y Liam se acercó a mi.
—¿Qué tienes?
—Nada —aparté la vista.
—No me mientas, estabas llorando.
—No tengo nada, ya pasó, ¿Ok?
Él no dijo nada más y fue lo mejor, todos los chicos estaban bebiendo, y yo... Bueno, bebiendo vino, como siempre.
Algunos chicos estan en la piscina jugando, Melody, sí, ella vino, está con Jared, Raquel, Daniela y Summer, bebiendo y bailando. Montse es la Dj de nosotros. Anny y yo nos tiramos en la piscina y luego las chicas hicieron lo mismo, ya me dolían los oídos de tan alta que estaba la música, montse tambien se tiró a la alberca, y todos comenzamos a cantar y hacer de todos, menos estar tranquilos, la casa estaba mojada porque algunos chicos entraban y salían como si nada.
Creo que nos hemos pasados de tragos, montse ya se fue a dormir, y algunas chicas fueron al baño, por lo tanto las parejas que quedaban se estaban besando dentro del agua incluyéndome a mí.
Liam me cargó y me sentó en el borde de la piscina para prufundizar el beso, metió sus manos dentro de mi camiseta.
—¡Me estás volviendo loco! —susurra sobre mis labios.
Nos miramos con deseo y el vuelve a estampar sus labios con los míos.
Estamos tan concentrados que nos hemos olvidado de la fiesta, de pronto escuchamos una puerta abrirse y nos depegamos de inmediato para ver el rostro de mi padre; súper enojado.
—¿Me pueden explicar qué es toda esta mierda? —dijo en tono furioso.
Todos salimos de la alberca y a decir verdad estamos fritos, digo, Esther y yo.
—¿Se van a quedar calladas? —repite.
—Todo tiene una explicación —dije.
—La escucho.
—Como sabes, hoy pasamos de curso y decidimos hacer una fiesta, como yo estoy castigada, decidí hacerla aquí.
—Mmm —se acercó —¿Y a quién le pediste permiso?
—No tengo por qué hacerlo, también es mi casa, y no le veo nada de malo.
Los chicos estaban imnotizados, Esther no dice ni una sola palabra, ella sabe que está caliente con él y no quiere empeorar las cosas.
—¿Tú también te vas a poner a responderme?
—¿Y entonces? Dices que te den una explicación y cuando hablo, dices que no te responda, ¿Quién te entiende? —digo rodando los ojos.
—No, no te hagas la idiota, sabes muy bien de qué te hablo. Quiero que todo el mundo salga de aquí, ahora mismo. ¡Y eso es ya!
Los chicos comenzaron a caminar para retirarse.
—Nadie se va a ir de aquí, la fiesta aún no termina. —dije.
—¿Qué yo acabé de decir? —se acercó más, yo apreté la mano de Liam —¡Se largan todos!
—Y yo dije que nadie se va a ir, esta también es mi ca- ¡Bam! —no dejó que terminara cuando sentí su mano en mi mejilla.
Me dio tan fuerte que mi cara se volteó para un lado.
—¡Bravo! —le digo a mi padre.
—Vamos, pégame delante de mis amigos para que ellos vean la clase de persona que en realidad eres.Vi su mano que iba directo a mi cara, cuando una persona se mete al medio —¡No la vuelvas a tocar!
—¿Quién te crees que eres? Soy su padre y tengo derecho ¿Ok?
—Pero no a maltratara así y más delante de sus amigos. —dice Liam, enfrentando a mi padre.
Como ya yo sabía que él no cambiará de decición, hablé —No liam, déjalo, no es necesario.
—Sí lo es, samy —dijo mirándome a la cara —No dejaré que te trate así.
—Última vez que lo digo, déjenme solo con mis dos hijas.
—Chicos, lo siento —dije con la voz cortada, todavía me duele la mejilla, y mi ojo me arde.
Ellos comenzaron a camirar y salieron de la casa, Liam no se movió.
—¿Y tú, qué esperas? —le dice mi padre.
—No la dejaré sola con usted. —dice.
—Mira muchacho, te conozco desde pequeño, y no quiero que la relación que llevo con tus padres se dañe por un capricho tuyo, así que, hazme el grandísimo favor de irte ahora mismo.
Liam no se movió ni soltó mi mano —Liam, ve, no pasa nada. —dije.
Me mira —No puedo, no quiero que él te trate así, eres su hija samy —sin pensarlo las lágrimas bajaron por mis mejillas . —No me iré.
—Por favor Liam, no hagas esto más dificil, yo estaré bien. —me soba la mejilla golpeada.
—Está bien —se acerca y besa mis labios —¿Cómo puedes hacerle eso a tu hija? —se dirige a mi padre, me mira por última vez y sale de la casa.
Esther se acerca a mi y me abraza mi padre nos mira a las dos —No les diré nada, porque si hablo no sé cómo terminará esto. —se voltea y se va
—Vamos a dentro a curarte eso. —dice Esther.
Subimos a la habitación y Esther me curó el labio, me dolía mucho mi ojo, ya estaba cansada de llorar y lo que hice fue dormirme de una vez.