Capítulo 33
Desde que sus labios hicieron contacto con los míos, me estremecí, le respondo el beso de inmediato.
Tenía tanto tiempo que no sentía esto, que no me sentía de esta forma y hoy, compruebo que lo necesito más que nunca.
Él me pega más a él para profundizar el beso, yo entrelazo mis dedos con su cabello atrayéndolo más a mí.
Él me hace retroceder para que yo caiga de espalda en la cama sin despegar sus labios de los míos.
No sé hasta dónde me llevará esto, pero ya no lo puedo detener.
Seguimos en lo nuestro hasta que él se despega y se acerca a mí cuello haciendo un viaje de cosas, poniéndome más loca de lo que ya estoy.
Sin saber lo que hago, comienzo a mover mis caderas soltando un gemido, pero veo que fue mala idea porque lo siento ponerse más duro.
Liam vuelve a mis labios, pero ahora desliza su mano dentro de mi blusa, yendo encontra de mi voluntad lo detengo.
—Liam, no.
—No podemos parar ahora. —vuelve a besarme.
—Sí, sí podemos.
—Sé que no es lo que quieres —me muerde el labio inferior.
¡Oh padre de la misericordia!
Tengo que detenerlo ahora mismo.
—Liam... No, no podemos. —dije agitada.
—Claro que sí —hunde su cara en mi cuello.
—No, somos amigos —digo sacando su mano de mi blusa.
—Shhh —pone su dedo índice sobre mis labios —Ya deja de decir esa mentira.
—No, liam, no puedo. Para con esto.
Él se levanta y queda de pie, yo hago lo mismo.
—Qué te detiene, ¿No me amas?
—Liam—
Me interrumpe —¿Ya no me amas?
—Liam, lo siento, pero tú aceptaste mi propuesta, ¿Por qué haces esto?
—Porque sé que tú quieres, sé que eso de ser amigos no es lo que tú quieres.
—Y ¿Cómo sabes lo que quiero?
Se encoje de hombros —No lo sé. —se acerca —Sólo sé que tus labios me dicen otra cosa.
No, otra vez no...
—Me tengo que ir —digo acercándome a la puerta.
—Huir no solucionará nada.
Me giro —No estoy huyendo.
—Y ¿Qué es lo que haces?
Abro la boca para decir algo pero la cierro de nuevo.
—¿Ves? Sabes que digo la verdad.
—¡Liam ya basta!, entiéndeme, sólo quiero ser tu amiga, nada más, ya te lo dije.
Gira los ojos —Está bien AMIGA —presiona la palabra amiga.
—Gracias... Bueno ya me tengo que ir.
—Vamos te llevaré.
¿Qué? No, eso no, es una mala idea.
—No gracias.. Me iré en el bus.
—No, yo te traje y yo te llevo —se acerca a mí, agarrándome del brazo —Vamos amiga —me susurra al oído.