Capítulo 17
[Que lo que tenga que
Pasar, pase contigo]Años después...
Aceptar vivir con Liam ha sido la mejor decisión que he tomado. Nos casamos hace un año y seis meses por la sencilla razón de que llegó a nuestras vidas; mi primogénito, Alan. La universidad nunca la dejamos hasta terminarla. Hoy, Liam ya es un gran ingeniero y yo tuve que dejar de trabajar porque salí embarazada. Justamente hoy, llegamos de la clínica y nos enteramos que tendremos una bebé, no se dejaba ver hasta hoy, que cumplo seis meses de embarazo.
—¿Cómo le pondremos a la princesa? —dice Liam ayudándome a sentar en el sofá.
—No sé, ahora te toca elegir el nombre, yo escogí el de Alan. —digo.
—Ok. Le pondremos Filomena. —dice riendo.
—¿Qué? —lo miro con el ceño fungido —¿Estás loco?
—Cuando elegiste el de Alan yo no me quejé —se encoge de hombros.
—Sí, porque el nombre es lindo —ruedo los ojos.
—Bueno, ok —dice dándome un beso en la mejilla —Alashna, ¿Te gusta?
—¡Wow! Sí, si me gusta. Hasta pega con el de su hermano.
—Perfecto, Alashna será. —se levanta.
—¿A dónde vas? —lo detengo.
—A prepararte algo de comer, en la clínica me dijiste que tenías hambre.
—Ah sí, cierto —me da un beso y se aleja.
Se acerca Alan corriendo y me abraza.
—¡Hola mi amor! —le doy un beso —¿Me extrañaste?
Me abraza más fuerte.
—Amor, cuidado con la bebé —se aleja y mira la barriga
Se acerca y le da un beso a la barriga llenándome de baba.
—¡Ay, que lindo! —le sobo el pelo —¿Ya viste a tu papá?
Niega con la cabeza y se pone a brincar en el mueble.
—Alan, te he dicho que no hagas eso, te puedes caer —le agarro el brazo —Ve a ver si ya está la comida.
Da un salto y cae parado en el piso para luego irse corriendo hacia la cocina. Alan, todavía no habla muy bien, sólo dice algunas palabras cortas.
—Dios mío, este muchachito —digo tratando de levantarme del sofá, ya no aguanto la espalda, si estoy sentada; me duele, si me acuesto; me molesta, y si estoy parada; peor.
Empiezo a caminar por toda la sala, porque de verdad que esto es incómodo. Llego hasta la terraza donde encuentro a mi hermana Montserrat.
—Hey, llegaron rápido —me mira.
—Sí, y, ¿cómo se portó Alan? —me pego de la pared.