Capítulo 15
[Soy tan tuyo que nunca
volveré a ser mío.]
-Ron Israel.Liam
Me despierto por la inmensa luz que proviene de la ventana. Me giro y veo lo más hermoso que he visto en mi vida. Samy; ella está con los ojos cerrados y aún así, se ve hermosa. Es toda una diosa.
Me acerco a su cara y le deposito un beso en la frente haciendo que ella se mueva y abra los ojos.
-No me veas -se tapa con la cobija.
-Hey, te ves hermosa mi amor.
-¿En serio? -asoma la cabeza.
-Eres una princesa. Mí princesa -la halo hacia mi para abrazarla.
-Amor, gracias -dice.
-¿Por qué? -la miro.
-Por lo de ayer.
-No tienes que agradecer, cariño. Te mereces eso y más.
-Te amo -dice sonriendo.
-Yo también te amo.
-Oye, ¿Estamos solos?
-No. Tus hermanas están aquí -digo poniendo un mechón de cabello detrás de su oreja.
-Ah, ok.
-Sí -me quedo embobado mirándola por más de dos minutos. Es que es tan bella. Quisiera comérmela entera. Sus labios son perfectos, sus ojos, pestañas, cejas, nariz. Todo, todo de ella es perfecto.
-¿Qué me ves tonto? -dice fungiendo el ceño.
-Es que... Se me hizo vicio ver tus ojos. -solté sin mas.
-Ay, eres todo un amor. ¿Sabías que me encantas?
-No, nunca me lo has dicho. -digo apenado.
Se ríe -Claro que sí. Siempre te lo digo.
-Bueno, ok.
Se despega de mi e intenta bajarse de la cama. -¿A dónde vas? -la detengo.
-A la cocina, tengo hambre.
-Ah -la halo de nuevo hacia mi -Tú te quedas aquí.
-Pero, tengo hambre y tú no me vas a llenar -hace pucheros y suelta una risa.
Entrecierro los ojos -Chivirica. Digo que te quedes aquí porque te traeré algo para desayunar.
-Ah, pensé que -me mira los labios.
Sonrío -Vengo ahora, pero si deseas, hacemos el mañanero cuando regrese, ¿Qué dices?
-Ya vete -ríe
La beso rápido y salgo de la recámara.
Samy