Capítulo 5

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Narrador omnisciente.

Hoy la mañana ha amanecido más fría de lo normal. El cielo era un enrome lienzo pintado de nubes grises sobre las calles de Detroit. Los ciudadanos caminaban de forma apresurada hacia sus trabajos cubriendo sus cuerpos con grandes y gruesos abrigos. No había mucho tráfico, pero era lo suficiente para saber que iba a ser un día movido. La única diferencia de aquel simple lunes eran las bajas temperaturas de esa día, pero para Camila, no era una mañana cualquiera porque tenía un examen muy importante que valía casi el 30% de la nota final.

Un montón de libros, lápices, cuadernos y una laptop apagada rodeaban medio cuerpo de la joven morena. Se había dormido sobre la mesa de su escritorio a altas horas de la madrugada volviendo a leer sus apuntes y estudiando hasta lo que creía que no iba para el examen solo por si acaso. A pesar del despistar de Camila, ésta no era una mal estudiante, aunque tampoco se podría considerar regular. Se destacaba en las materias que era buena y se esforzaba el doble para aumentar el rendimiento en las que les costaba. Así era, aplicada y enfocada en lo que quería, y eso era ser periodista, un sueño que siempre tuvo desde su periodo de secundaria. Camila de por si es muy curiosa, así que de pequeña le atraían los misterios, descubrir secretos y si estos eran importantes, creía que todos deberían saberlo. Esperaba algún día poder lograr su cometido; informar a las personas.

El molesto sonido de la alarma la hizo sobresaltarse haciendo que casi caiga de la silla. Viendo hacia los lados debido al pequeño susto de ser despertada abruptamente, se pasó las manos por los ojos despabilando el sueño restante. Soltó un suspiro mirando los papeles esparcidos frente suyo. No era la primera vez que se dormía sobre aquel escritorio, pero creía que ya era tiempo de no hacerlo más pues siempre amanecía con un fuerte dolor de espalda debido a la posesión de dormir sentada y sabía que si seguía así, ese dolor le cobraría fractura más temprano que tarde. Así que levantándose de un salto y escuchando sus huesos crujir por el estiramiento de su cuerpo, arrastró sus pies con desagana hacia el baño que compartía con su mejor amiga. Era consciente que Dinah ya estaba fuera de casa; sus clases empezaban una hora antes que las de ella. Tiempo atrás, ambas se iban juntas, pero la rubia se compadeció un poco y decidieron irse a sus respectivas horas. Camila se desnudó viendo en el espejo como todo su cuerpo se erizó a causa del frío ambiente.

Luego de una rápida y caliente ducha de 10 minutos, la morena salió del baño en busca de su outfit del día que consistía en una camisa rosa de cuello blanco, pantalones negros junto a unos botines del mismo color; un abrigo negro que le cubría hasta las rodillas y acabó por colocarse un gorrito de lana negro. Terminó de desayunar lo que le había dejado Dinah y salió del departamento con nerviosismo de no aprobar ese examen.

La Wayne State University abarcaba una extensa superficie, con muchos edificios y grandes espacios abiertos ajardinados. Todas las instalaciones están adaptadas para la comodidad del alumnado y el personal docente. Camila y Dinah habían optado alquilar un departamento cerca de la universidad para el respiro de ambas y así no quedarse en los dormitorios que ofrecía el campus. Decidió estudiar periodismo aunque pronto se guiaría por el periodismo científico. Estaba a punto de terminar su primer año con altas calificaciones si todo salía bien esta semana de exámenes.

Luego de tapar el sol con un dedo al decidir seguir a Keana esa noche por puro interés académico para así aumentar su instinto periodista y poder probarse a sí misma lo que puede llegar a hacer con tal de averiguar lo que le importa, ideó un simple, pero firme plan. Saldría a la misma hora que la bailarina, la seguiría a una distancia prudente sin ser descubierta, vería la situación desde lejos mientras analizaba y luego regresaría. El único problema que le veía a su plan era la primera parte. Los horarios de salidas de ambas mujeres eran distintos y como Camila formaba parte del personal de limpieza, ellos son los últimos que se van, incluso a veces les tocaba cerrar el club.

Quiero conocerte (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora