Capítulo 15

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Narrador omnisciente.

Lauren mantenía las manos metidas dentro de los bolsillos de su abrigo negro debido al frío que azotaba aquella zona. Quería irse lo más pronto de ahí porque una montaña de tareas acumuladas la esperaba sobre la mesa de su habitación; de hecho, cuando Dinah la llamó y le preguntó si podía acompañar a la castaña, ella no lo pensó dos veces antes de aceptar, cosa que maldijo pues realmente no podía dejar sus deberes. Fue ahí donde se dio cuenta lo muy jodida que estaba con respecto a su situación con Camila.

—¡Mira Lauren!- Camila se acercó a ella agitando unas llaves —¡Lo tengo!

—¡Eso es genial, Camz!- hizo el amago de darle un abrazo, pero eso sí lo pensó mejor y desistió de su idea por miedo a incomodar a la menor.

Ambas caminaron por el pavimento del concesionario hasta el puesto indicado donde estaba el nuevo auto de Camila para que ésta por fin pudiera llevárselo.

Lauren observó con interés la variedad de autos en filas, pensando en que quizás más adelante cambiaría el suyo... Aunque le costaría mucho dejar su apreciada motocicleta.

Esa tarde en el concesionario estaba un poco abarrotado de clientes ¿de verdad tanta gente compra autos todos los días? A Lauren no le dio tiempo de responderse a sí misma cuando sintió un jalón en su brazo izquierdo y el como su trasero besaba el duro asfalto.

—¿Pero qué demo..?

—¡Shh!- ella ignoró la piel de gallina que se formó en su cuello cuando Camila chistó en su oído.

—¿Por qué me tumbas al suelo?- susurró una vez se dio cuenta que estaban semi escondidas entre dos autos y Camila estaba de cuclillas.

La morena hizo una señal de silencio con su boca y arrastró a Lauren más adentro de la grieta entre los autos. Luego de que Camila verificó si "alguien" las escuchaba o las veía, ella habló.

—Lo siento por tirarte, pero justo a unos pasos de aquí está un tipo... peligroso.

—¿Qué?

Lauren no entendía lo que sucedía, así que gateó un poco hasta quedar detrás de la llanta del coche que tenía a su lado. No tan lejos de ellas, divisó a un hombre de unos 50 años, cabello negro algo canoso y vestido galantemente con un traje azul. Una de sus manos estaba metida dentro del bolsillo delantero de su pantalón, mientras que en la otra sostenía un tabaco y hablaba con otro sujeto, el cuál reconoció como el padre de Ally y dueño del concesionario. Ambos se reían como si ya se conocieran de antes, señalando el Maserati Alfieri que estaba frente a ellos.

—¿Tu conoces a ese señor?- preguntó cuando dejó de observar.

—Algo así... Es una historia larga.

—Bueno... creo que tenemos algo de tiempo- tiempo era lo que menos tenía Lauren, pero sus ansias por conocer un poco más de la vida de Camila la obligaron a recostar su espalda en la puerta del coche más cercano, haciendo a la morena imitar su acción pero esta vez con el auto del frente. Ambas cruzaron las piernas en posición de indio.

Camila empezó a relatar desde el encuentro de la sospechosa nota dejada en el casillero de Kiss y luego todo lo que la relacionaba al hombre que recordaba como "Conde" y el como sus teorías le decían que no se podía fiar de él.

—¿De verdad los espiaste? Eso fue peligroso.

Camila hizo una mueca y se encogió de hombros.

—Kiss pudo haber estado en peligro... estaba en peligro. Ellos la secuestraron y la soltaron al día siguiente. No sé qué tuvo que hacer para salir de ellos.

Quiero conocerte (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora