Quiero conocerte (Camren)

Capítulo 2

Narrador omnisciente.

Un suspiro salió de sus labios cuando puso el primer pie dentro de su pequeño departamento. El foco de la cocina era la única fuente de luz en aquella habitación. Sabía que Dinah estaría dormida y también sabía que le había dejado algo de comer por si llegaba con hambre.

Tiró su bolso arriba de una silla, arrepintiéndose por el ruido que causó porque pudo haber despertado a su compañera. Camila trataba muy duro de no hacer tanto ruido cuando llegara de Erotic, pues Dinah estudiaba medicina y casi siempre el placer del dormir por varias horas no lo experimentaba como debía ser.

Se recostó sobre el sillón unos minutos, sacó sus zapatos y su teléfono celular. Ya era domingo, pero de todas maneras pensaba pasar todo el día en la biblioteca. Necesitaba estudiar más para ese examen. Comprobó la hora en el aparato, revisando sus redes sociales por unos minutos. Había visto la foto de la nota y otra vez, su cabeza empezó a palpitar de tanto pensar en ayudar a Keana.

Camila nunca antes se había enamorado de alguien. Ella se consideraba una chica inteligente, aunque un poco torpe en el tema del amor. Jamás se había entregado a alguien y mucho menos ha dado su primer beso. A sus 19 años, Camila no ha tenido una relación romántica, algo que la desilusionaba mucho, pues de pequeña soñó con encontrar al amor de su vida y vivir felices para siempre, creyó que la sensación de las mariposas en el estómago tenían que estar presente cuando viera a la persona de sus sueños. Miles de chicos la invitaron a salir, pero rechazaba cada invitación porque no les atraía. Ahí fue cuando pensó en la posible atracción hacia las chicas, y resultó que sí, pero la conclusión era la misma. No sentía todo aquello que los cuentos de hadas decían sobre el amor.

Ahora bien, Keana era otra historia. Camila, luego de haber aprendido a la fuerza que no todo lo que se lee y se ve del amor es verdad, decidió que tal vez, el amor de su vida llegaría solo. Así que vivió tranquila y sin preocupaciones hasta ese día que consiguió trabajo en Erotic. Ella jamás había pisado un bar, club o discoteca a pesar de que Dinah en sus noches libres la invitaba para divertirse y pasarla bien. Su primera rebeldía fue esa, entrar al club con identificación falsa. La seguridad de Erotic era un chiste comparada a la de ahora, si hubiese sido así de buena cuando entró por primera vez como cliente, de seguro el guardia se hubiera reído en su cara al ver la identificación. Nadie en su sano juicio pensaría que Camila Cabello, con ese rostro angelical, pasaría de 21 años; bueno, eso pensaba ella hasta que el guardia la dejó pasar junto a Dinah. Justo ahí, en medio del mar de personas, la vio. Sobre el escenario estaba el ser más hermoso que Camila pudo haber visto en su corta vida. Allí, viendo la luz solo para ella, con la música quebrándole los tímpanos, con la gente chocando con su delgado cuerpo, Camila se enamoró de Kiss, la bailarina principal de Erotic.

—Tiene que ser una broma- le había dicho su mejor amiga cuando le contó lo que sintió al ver los movimientos de la bailarina.

Las dos chicas se acercaron lo más que pudieron a ver el show. La morena pensó que de cerca, Kiss era mucho más hermosa de lo que se veía. Toda su piel, sus labios, sus ojos, todo su cuerpo era un manjar para Camila. Nunca había sentido esa necesidad de posar sus labios sobre la piel de alguien. Dinah supo que su amiga estaba perdida cuando la bailarina guiñó un ojo a Camila y ésta casi se derrite.

—Debo conocerla, Dinah.

La estudiante de medicina rodó los ojos y suspiró en negación. Ella quería pasar la noche junto a su mejor amiga quien por fin se había dignado a salir y hacer algo divertido. Y bueno, sí, Dinah admitió que también esperaba encontrar a alguien para pasar el rato, más para su amiga, quien según ella, le hacía falta un poco de malicia y atrevimiento para dejar esa aura inocente que le caracteriza. Ella definitivamente no se esperaba que Camila se iba a fijar en la persona más imposible del lugar. Menuda situación.