Heterochromia • ADAPTACIÓN • JJK + KTH

XVIII

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—¿Qué? —Fue lo único que Taehyung pudo decir antes de dejar caer su quijada al suelo. El pelinegro con una mueca bastante trágica asintió dos veces, y despeinando sus cabellos algo sudados se dignó a seguir hablando. Sabía que no obtendría algún tipo de respuesta coherente, porque el semblante del bicolor demostraba confusión absoluta. Y se veía algo incrédulo. —¿De un ángel?

—Sí, no es algo muy extraño. A veces... Nos metemos demasiado en la vida de las personas y terminamos afectando no sólo su vida en el modo espiritual sino también en el físico. No puedo decirte a ciencia cierta porqué, muchas veces las auras que ves se ven reflejadas en los sueños de las personas "Normales". —Hizo una pequeña pausa para crear comillas sobre el aire con un gesto mucho más que adorable, porque a pesar de que pretendía ser serio ese halo de luz no dejaba de ser percibido por el menor. Esa belleza y pureza al omitir las palabras. Taehyung estaba seguro de que no había nadie más hermoso que Jungkook... —Pero algunas personas con heterocromía pueden llegar a tener estos poderes que tienes tú. Es raro, sí, pero no imposible. Te reitero que no eres el único al cual le pasa.

—No entiendo. —Infló sus cachetes tratando de ordenar la información dispersada en el cerebro. Eran demasiadas palabras para alguien tan abatido como él, pero el tono cálido de Jungkook al recitarlas y su manera de mover los labios en tiernos compaces era la mejor manera que tenía de calmarlo. Por su parte el pelinegro sonrió pequeño, porque no había nada más dulce ante su visión que ese jovencito de cabello castaño y mirada derretida. —Es decir... ¿Por eso es celeste? O... ¿Es una facultad que tiene el ojo por más que tenga este color?

—Es una facultad. Tu ojo real, el que no tiene esos "poderes" es en realidad de un azul oscuro. El que tienes tú es casi blanco, porque mientras más puro es, más claro se refleja. —Le respondió con sabiduría, acercándose cada vez más a ese cuerpo confundido pero latente. El espacio entre ambos era celestial, quizá sólo medio metro para que los cuerpos y las pieles se encuentren. Sin embargo Taehyung solo pudo llevar la yema de sus dedos hacia su párpado, detallando suavemente como si pudiera de alguna forma alcanzar ese color blancuzco que tenía. —Es como un agregado. No sé por qué suele pasarle a las personas con heterocromía, pero tengo una teoría. Se suele decir que una mirada es lo que es por los colores que refleja, por eso una mujer que te sonríe con ojos verdes no se ve igual a una que lo hace con ojos negros. Es como si tuvieras el poder de dos personas adentro tuyo, dos personas que ven las cosas de manera diferente. —Los dedos cálidos se acercaron rozando con delicadeza por debajo del ojo marrón de Taehyung, en seguida una secuencia de escalofríos y vientos huracanados se colaron por abajo de su espalda. El mayor le sonrió de medio lado, porque sabía que esos contactos lo hacían sentir millones de veces mejor que cuando volaba por el cielo buscando una razón de ser. —Este puede ver las cosas como aparentan. — Y luego hizo caminar los dedos sobre el rostro del menor, hasta llegar a su ojo celeste que brillaba como nunca. —Y este ve las cosas como son. ¿Entiendes? Dos personas dentro de una que ven las cosas de diferente forma. Pienso que es por eso que a veces las formas pueden ser muy drásticas, y gracias a nosotros naciste con el ojo de un ángel.

—Wow... —Todavía sentía las yemas del mayor quemando ligeramente su piel, y pequeños sonidos de pianos escondidos quisieron salir por entre sus dientes. Por varios segundos se observaron a los ojos, batallas sutiles y encontradas en el desierto. Pero los ojos de Jungkook eran tan oscuros, y podría perderse en las tinieblas de aquella mirada con sólo un parpadeo. Frunció el ceño confundido. —Si eres un Serafín, ¿Por qué tienes los ojos tan oscuros?

Jungkook sonrió de manera infantil, negando lentamente con la cabeza para luego alejar sus manos del rostro del castaño. En seguida sintió que algo le faltaba a su cuerpo para sentirse completo, que sus ojos se nublaban y el frío era incomparable. No podía entender la fuerza de los contactos de Jungkook y como afectaban a su organismo. Una manera vil de decirse a sí mismo que debía detener esos sentimientos extraños.