Heterochromia • ADAPTACIÓN • JJK + KTH

XXXI

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—La verdad es que estoy muy harto de esto. —Taehyung hundió su tenedor en los fideos que había preparado Seokjin. Decidió que lo mejor sería pasar la noche allí, para no tener que volver a altas horas con el alma hecha un desastre ilegible. Ambos lo detallaron en ese momento, ya que la mesa era redonda y entre los tres se observaban mientras cenaban. Jungkook prefirió quedarse arriba a seguir "estudiando".

Para ser sincero, Taehyung sentía demasiada ternura al verlo encerrado en sus libros de educación sexual, temiendo a cometer algún error en el acto. La manera en la que sus dedos pálidos ceñían la tapa de los libros con leves temblores y sus mejillas teñidas en el más bello de los rubíes era celestial. Y no quería molestarlo demasiado, a pesar de estar sufriendo una de sus crisis existenciales porque "yo no merezco ser salvado" y un montón de palabras que se cruzaban por su mente al querer simplemente huir de su más grande problema.

Jungkook se iba a ir.

—¿Del demonio que te persigue y eso? —Preguntó Seokjin para luego tomar de su agua con tranquilidad. Dejó el vaso de vidrio con leves movimientos mientras que Namjoon más o menos se ahogaba con la comida. Era demasiado rápido para alimentarse, llevándose fideos y fideos sin control. Podría pasar como malos modales, pero al parecer su educación con los humanos con respecto a aquel tema fue pésima.

Taehyung asintió cerrando sus ojos por ciertos segundos, algunos en los que parecía que el aura rosada de Seokjin se quedaba tatuada en el interior de los párpados. Suspiró fuerte antes de hablar.

—Sí, pero hay muchas cosas de las que estoy harto también. Estoy harto de mi ojo, de lo que veo, de las auras que capto últimamente... —Namjoon levantó levemente su rostro al oír eso, interesado. Una brisa de mal presentimiento se coló por sus sentidos cuando los ojos oscuros lo observaron de arriba a abajo, buscando alguna señal de que lo recién dicho era mentira. —¿Que pasa? —Preguntó soltando su tenedor.

—¿Ves auras diferentes, no? A como eran antes me refiero... —Taehyung asintió y Namjoon lo comprendió en seguida, giró su rostro a Seokjin que observaba la situación con cierto aire extraño en su rostro y tragó saliva antes de comenzar a hablar. —Taehyung está por llegar al punto más fuerte del poder en su ojo y eso significa que el demonio puede atacar en cualquier momento.

Seokjin asintió con un gesto bastante asustado mientras se ahogaba con el agua, y Namjoon pretendió seguir comiendo como si nada estuviese ocurriendo. Pasaron algunos segundos en los cuales la mirada de Taehyung era bastante incrédula, y les preguntaba con su gesto por qué carajo se lo tomaba con tanta calma. ¡Era algo gravísimo por todos los cielos! ¡Era lo que intentaban evitar con tanto fervor!

—¿¡No los asusta, la puta madre!? ¡Podría estar viniendo ahora y ustedes se sientan y se quedan en silencio! —Exclamó bastante enojado y Namjoon puso sus ojos en blanco.

—Ey, yo no soy el que te la tiene que meter. Si Jungkook se siente listo podrían hacerlo esta misma noche. —En seguida el castaño sintió que tendría que haber cerrado la bocota. La adrenalina corrió con violencia por los huesos forjados por algún demonio y las pestañas parecieron vibrar. Seokjin le dio un codazo a Namjoon y le susurró "Pedazo de tarado no lo asustes" y el Serafín se disculpó con un pequeño gesto. Mientas Taehyung sólo buscaba la forma de contener aquello que reptaba ferviente entre las venas, acompañado de su sangre como una droga de alta calidad y en su mente colores rosados que se entremezclaban entre sí. Demasiados tonos que buscaban un color uniforme dentro de su mente y aquel frío que seguía helando una a una sus vértebras. El terror de perder a Jungkook y la excitación por el momento lograba un pequeño tormento dentro de su cuerpo. Como vientos huracanados creados por dos corrientes totalmente diferentes, Taehyung creía que podría salir volando de allí sin la necesidad de tener alas.