°Be my Hᴇʀᴏ° [ V̷I̷P̷E̷R̷I̷N̷E̷T̷T̷E̷ ̷ ] [ 𝗟𝗨𝗞𝗔𝗡𝗘𝗧𝗧𝗘 ] [+18]

01

—Luka Couffaine, éste es el Miraculous de la Serpiente, y te dará el poder del Hipnotismo, tendrás que usarlo para el bien común.

Con el ceño fruncido ante lo que estaba pasando, el muchacho tomó la pequeña caja que Ladybug le ofrecía, asintiendo con la cabeza aún con algo de confusión.

—Al terminar tu misión, me devolverás el Miraculous. ¿Puedo confiar en ti?

—Amm... por supuesto.

Luka abrió el pequeño cofre, logrando en ese instante que una luz color cian apareciera de la nada y comenzara a rodearlo.

—¿Pero qué...

Cuando la luz dejó de moverse y se posicionó justo frente a él, una pequeña y extraña criatura apareció flotando con una sonrisa tranquilizadora. Tenía la forma de una pequeña serpiente color verde mar.

—¿Qué... eres? —curioseó queriendo picotear un poco al pequeño con su dedo índice.

—Mi nombre es Sass y seré tu Kwami.

—¿Un... Kwami? —inclinó la cabeza un poco, demostrando su confusión.

—Yo me encargaré de darte tus poderes.

—Ohh —alzó los ojos, comprendiendo un poco—, entiendo —tomó un pequeño respiro, sacudiéndose el cabello con un ligero nerviosismo—. Entonces... si hago de héroe... ¿podré salvar a mi familia, Ladybug?

—Por supuesto, ese es nuestro objetivo.

—Está bien, lo haré —asintió tomando el pequeño brazalete de la caja y colocándoselo—. Entonces... ¿cómo hago para convertirme —la señaló con el dedo por completo—... en eso?

—Lo único que tienes que decir es "Sass, las escamas" y yo te transformaré —informó el pequeño Kwami.

—Sass, las... ¿escamas? —terminó apenas de decir aquello, el pequeño se aglutinó a su Miraculous, iluminando su cuerpo con una luz que parecía de lo más mágica. Sus ojos se vieron cubiertos con un antifaz delgado y su cuerpo se forró con un traje tan increíble que se adhería a su cuerpo como una segunda piel.

Terminó por transformarse en el superhéroe de la serpiente.

—Okey... esto es extraño —suspiró sacudiéndose el cabello.

El rostro de Ladybug enardeció en cuanto vio a su nuevo compañero de batallas lucir un traje tan ajustado, candente y sensual.

—Ge-genial —tartamudeó por acto reflejo en cuanto él la miró a los ojos—, es hora de ir.

El chico siguió a la heroína de traje moteado por las techumbres de París, sorprendiéndose por la increíble habilidad que el Miraculous y el Kwami le aportaban, volviéndolo tan ágil y grácil en sus movimientos.