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—¡Hola, Marinette! —alzó la mano para que lo alcanzara a ver desde lejos, la mencionada lo observó entre la muchedumbre que iba saliendo en bola de la escuela

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—¡Hola, Marinette! —alzó la mano para que lo alcanzara a ver desde lejos, la mencionada lo observó entre la muchedumbre que iba saliendo en bola de la escuela.

Se le hizo raro que Luka estuviera ahí, pues Juleka ya había mencionado que normalmente su hermano iba a recogerla explícitamente si ella se encontraba enferma o si necesitaba una mano extra para cargar algún trabajo como una maqueta o algo así.

Avanzó dudosa hasta el mayor que mantenía una radiante sonrisa en sus labios.

Oh, se veía tan guapo.

Dio una bocanada profunda de aire y trató de no abochornarse demasiado, pues, aunque era su novio, como Luka no podía tratarlo de tal manera, y eso era en verdad fastidioso.

—Hey, Luka —llegó frente a él, dedicándole una cálida sonrisa—. ¿Esperas a Juleka?

—No —negó suavemente—. Te espero a ti —inevitablemente, su mirada circunspecta le provocó un cosquilleo vertiginoso que viajó rápidamente a la boca del estómago, mientras que sus mejillas se coloreaban como el rojo vivo.

—¿A... A-a m-mí? —se señaló con un dedo, titubeando como una pequeña.

El zagal asintió con lentitud, no dejando de verla a los ojos.

¿Cómo es que lograba ponerla tan nerviosa solo con su mirada? De verdad que se preguntaba cómo es que no había tenido ya veinte mil orgasmos las veces que estuvieron juntos si su simple mirada podía provocarlo.

Comenzó a jugar con sus manos, mientras apretaba sus dedos ya sudorosos.

—¿Por qué? —logró decir algo agitada.

—Ven —repentinamente, el de mechas azuladas la tomó de la mano, cosa que sorprendió en sobremanera a la fémina.

Se quedó completamente muda y no pudo negarse a seguir sus pasos cuando la arrastró detrás de las escaleras, cerca de un árbol y muy alejados de la multitud.

Confiaba en él con su vida y podía ir a su lado a donde él quisiera.

Prácticamente la arrinconó contra la pared sin una segunda intención, más bien parecía que necesitaba confesarle algún secreto.

—Quiero... quiero decirte algo importante —se relamió los labios ansiosos.

A Marinette le brillaron los ojos, porque ella también necesitaba decirle algo muy importante.

Necesitaba decirle que ella sabía que él era Viperion porque ella era Ladybug, necesitaba decirle que no había podido decirle antes para protegerlo, que no importaba porque ella lo seguía queriendo tal cual, ya fuera Viperion o Luka, que no le importaba nada más que estar a su lado.

—Antes... antes yo también necesito decirte algo, Luka —lo interrumpió con el corazón en la garganta—. Es que, mira... yo... he ocultado un secreto muy grande... necesito decírtelo antes de que explote dentro de mí, yo... necesito decirte que...

°Be my Hᴇʀᴏ° [ V̷I̷P̷E̷R̷I̷N̷E̷T̷T̷E̷ ̷ ] [ 𝗟𝗨𝗞𝗔𝗡𝗘𝗧𝗧𝗘 ] [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora