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Su corazón de agitó de tan sólo pensar en que pronto se verían.

Alzó la mano y sintió el pulso en su garganta cuando recargó su palma en la manija de la puerta; debía de controlar la respiración y evitar las lágrimas lo más que podía.

Finalmente bajó la manija, abriendo la puerta.

—Oh, al fin has llegado, Marinette —sonrió el anciano al verla entrar.

—Sí, lamento si me demoré de más —se disculpó.

—No te preocupes, pasa.

Cuando cerró la puerta, Mullo salió de su bolsita y se dirigió enseguida al mayor.

—Oh, ¡maestro Fu! ¡Cuánto tiempo ha pasado! —expresó con alegría al ver al guardián de los Miraculous.

Se abalanzó contra él y lo abrazó con sus bracitos de las mejillas.

—Hola Mullo, me alegro volver a verte —sonrió el anciano al ver al Kwami—. ¿Has estado bien? —le preguntó con gentileza.

—Por supuesto, Marinette es una excelente dueña y amiga, además, hacemos un increíble equipo juntos como Multimouse —sonrió viendo a su dueña. La chica sonrió con dulzura al escucharlo.

—Eso me alegra bastante, Mullo —le dio unas palmaditas en la cabeza.

—¿Puedo ir a ver a mis hermanos? —preguntó con cautela, observando la caja de los Miraculous.

El anciano rió ante sus palabras.

—Por supuesto, ve —le señaló con la mano.

Mullo formó un puño con la mano como victoria, y se fue volando hasta meterse dentro de ese mundo de los Kwamis.

Cuando el ratón desapareció, el guardián deshizo su semblante alegre a uno completamente serio y preocupado.

—¿Cómo está Tikki? —finalmente cuestionó la muchacha, poniéndose de rodillas frente al mayor.

Él cerró los ojos y negó con la cabeza.

—No muestra mejora. Cada vez su estado empeora —suspiró con rendición.

Marinette se llevó una mano a la boca y trató de controlar ese nudo en su garganta.

—¿Puedo verla? ¿Dónde está? —alzó la cabeza, mirando a todas partes.

El anciano se puso de pie, suspirando con un poco de resignación.

—Sígueme.

Ambos caminaron por un pasillo, hasta quedar frente a una puerta. El hombre la abrió, dejando a la joven entrar.

Cuando entró, su corazón se encogió al ver lo que había dentro de la habitación.

Dentro de una cuna, se encontraba bien tapadita y acomodada, su pequeña confidente moteada. Se acercó rápidamente hasta ella, poniéndose de rodillas para estar casi a la altura.

°Be my Hᴇʀᴏ° [ V̷I̷P̷E̷R̷I̷N̷E̷T̷T̷E̷ ̷ ] [ 𝗟𝗨𝗞𝗔𝗡𝗘𝗧𝗧𝗘 ] [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora