°Be my Hᴇʀᴏ° [ V̷I̷P̷E̷R̷I̷N̷E̷T̷T̷E̷ ̷ ] [ 𝗟𝗨𝗞𝗔𝗡𝗘𝗧𝗧𝗘 ] [+18]

02

Ladybug brincó por las techumbres de las casas en la noche, tratando de llegar lo más rápido posible a la casa del Maestro Fu.

Su cuerpo se sentía cada vez peor, y sentía que, si no se apuraba, posiblemente no iba a poder llegar.

Sus pies, sus piernas, sus costillas, su vientre, sus brazos, sus hombros y hasta la cara; absolutamente todo le dolía y sentía un infierno en ella en ese preciso momento.

Pudo vislumbrar al fin la ventana abierta de la casa del Maestro Fu, por lo que, omitiendo formalidades y permisos, y dando su último esfuerzo, entró de un fuerte salto por la ventana, dejándose caer en el suelo y destransformándose en el acto.

Rodó dos veces completamente inconsciente junto con su Kwami que se encontraba de la misma manera, alertando al guardián de inmediato.

—¡Marinette! ¡Tikki! —rápidamente intentó cargar a la joven, mientras que Wayzz sujetaba a la Kwami con cuidado.

Sujetaron a las dos y las colocaron con mucho cuidado dentro de la habitación del Maestro Fu, depositándolas en una cama y tapándolas a ambas con cuidado.

—Maestro, Viperion y Chat Noir se dirigen para acá; debemos de tener cuidado para que no se den cuenta de que Marinette se encuentra aquí.

—Lo sé Wayzz, pero tranquilo; ella se encuentra en la habitación de al lado, pondré una nota a Marinette en el caso de que despierte antes para que no salga de la habitación —explicó dirigiéndose al mueble de sus pertenencias, comenzando a escribir en un papel—, sólo espero que las decisiones que tomó Marinette no les afecte mucho.

🐍🐀🐍

Chat Noir y Viperion se separaron durante un rato para dejar que sus trasformaciones terminaran y pudieran alimentar a sus Kwamis, quedando así, que se verían en la dirección indicada por la entonces Líder del equipo.

—Sass... yo... debo de decirte algo importante —se pasó una mano por el brazo, evitando mirar al Kwami—, la razón por la que no te devolví a Ladybug es...

—Lo sé, tranquilo —le sonrió con imperturbabilidad—, lo sé todo.

—¿Absolutamente? —frunció las cejas con preocupación.

—Claro, y creo que no deberías de estar triste por eso, es más, creo que deberías de sentirte bien por ella.

—¿Por qué? Quiero decir, ella se veía muy triste cuando nos dio la noticia —apretó los labios con ligera fuerza.

—No sabes en realidad la razón por la que ella se tuvo que ir —se acercó a él con algo de cuidado—. Imagina que algo muy grave le puede ocurrir una vez ella se vuelva a transformar en Ladybug; ¿no crees que es mejor que deje de ser la heroína en vez de seguirlo siendo e incluso poder morir en el momento?