Marinette entró a su salón de clases con algunas gasas sobre la cabeza que eran cubiertas con su tierna boina rosa para no ser visibles.
Había tenido una semana de ausencia debido al tremendo golpe que se había dado al caer del segundo piso de la escuela, y a causa de que había peleado como Multimouse en aquel estado, su condición ya había empeorado para cuando llegó al hospital junto a sus padres.
En cuanto cruzó la puerta, fue de inmediato interceptada por la mirada curiosa y circunspecta de Adrien mientras que mordía la gomilla del lápiz con distracción.
La joven no pudo evitar sonrojarse al percibir la atenta mirada del rubio. Incluso cuando ella cruzó a su lado y se sentó detrás de él, el muchacho la siguió en cada movimiento hasta incluso voltear la cabeza cuando ella se sentó para no perderla de vista.
—Amm... ¿sucede algo... Adrien? —preguntó lenta y suavemente, mientras que se quitaba su mochila con absoluta precaución.
El muchacho no contestó de inmediato, sin embargo, continuó manteniendo esa mirada aferrada a los zafiros de la menor.
—¿Adrien? —repitió su nombre con parsimonia, pensándose en si era buena idea pasar la mano frente a su rostro para que reaccionara.
Eso no fue necesario, pues fue en ese momento que él suspiró profundamente, negando con la cabeza y reincorporándose en su lugar.
(...)
—¿Todo bien con Adrien? —Marinette parpadeó perpleja, regresando de su larga ensoñación.
—¿Cómo dices? —dirigió su mirada llena de confusión a su mejor amiga, reincorporándose un poco.
—Digo que... ¿pasó algo con Adrien que los tiene tan raros? —preguntó mientras subía y bajaba las cejas simultáneamente llenas de insinuación.
—¿Qué? ¿Algo raro? —se extrañó frunciendo las cejas—. ¿Cómo qué?
—Dime tú... —se levantó de su lugar comenzando a recoger las cosas—, no ha dejado de verte como si fueras a desaparecer en cualquier momento, Marinette. Y créeme chica; ese hombre es lo suficientemente distraído como para que de la noche a la mañana se haya enterado de que te gusta.
—¿Quién dice que aún me gusta? —negó con la cabeza, poniendo su mochila sobre sus hombros.
—No estoy ciega, Marinette.
La azabache revoloteó los ojos, comenzando a caminar en dirección a la salida.
Cuando bajaban por las escaleras de la puerta principal de la escuela, fueron interceptadas por un gracioso moreno de lentes.
—Hey, hey, ¿a dónde van? —las detuvo con ambas manos.
—¿A casa? —preguntó como si fuera obvio.
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°Be my Hᴇʀᴏ° [ V̷I̷P̷E̷R̷I̷N̷E̷T̷T̷E̷ ̷ ] [ 𝗟𝗨𝗞𝗔𝗡𝗘𝗧𝗧𝗘 ] [+18]
Fanfiction❝ Pʀᴏᴛᴇɢᴇᴍᴇ ᴅᴇ ᴇsᴛᴏs sᴇɴᴛɪᴍɪᴇɴᴛᴏs ǫᴜᴇ sᴇ ᴀᴘᴏᴅᴇʀᴀɴ ᴅᴇ ᴍí ❞ . . Una catástrofe a caído sobre París. Ladybug ha desaparecido, no ha dejado absolutamente ningún rastro y nadie tiene ni la menor idea de donde puede estar la súper heroína, pues ella siemp...