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Una de las cosas que aún mantenía la cabeza de Marinette llena de confusión, era el cómo Luka podía equilibrar tan bien sus dos identidades; como si de verdad fueran personalidades completamente diferentes e independientes una de la otra.

Pues ella cuando había sido Ladybug, cuando estaba cerca de Adrien como civil o como superheroína, siempre se ponía muy nerviosa y roja.

Luka, por su parte, cuando era Viperion adquiría una personalidad muy seria, concentrada, siempre calmada, pero con la dominación de líder que tenía. Cuando era Luka, sin en cambio, era más relajado, tranquilo, sonriente y muy pacífico.

Era por eso por lo que, después de los tremendos besos que se había dado con Viperion la noche pasada, no acababa por comprender cómo es que Luka actuaba con tranquilidad y despreocupación frente a ella como si lo que había pasado entre ellos nunca hubiera sucedido en realidad.

Ella seguía nerviosa e inquieta, pero tenía que tratar de fingir que el zagal no provocaba absolutamente nada en ella, lo cual era sumamente difícil.

—¿Qué haces aquí, Luka? —preguntó con bastante confusión.

—Vine a recoger a Juleka —sonrió con la mirada calmada—; por la noche es el cumpleaños de mamá y quedamos en ir al centro comercial a buscar un regalo para ella una vez que Juleka terminara el colegio —explicó en un pequeño encogimiento de hombros.

—Oh, ya veo —asintió comprendiendo su explicación—, entonces...

—¡Oh, Luka, ya has llegado! —la reconocible voz de Juleka se escuchó detrás de sus espaldas. Ambos voltearon al escucharla, para verla despedirse tiernamente de Rose y dirigirse a donde estaban ellos—. ¿Esperaste mucho? Rose necesitaba que le explicara la tarea y me tardé más de la cuenta, disculpa —explicó con esa voz gruesa y tranquila que siempre la caracterizaba.

—Está bien, no te preocupes, mis clases terminaron un poco tarde, por eso no tiene mucho que llegué; además, no estuve solo esperando —inquirió observando de soslayo a la de mirada zafiro.

—Oh, disculpa Marinette, no te había visto —mencionó la joven con el tono apenado.

—No te preocupes, de todos modos, ya me iba —sonrió distraídamente—, nos vemos luego; ¡suerte en encontrar el regalo para su mamá! —alzó la mano en modo de despedida, dando media vuelta y dispuesta a marcharse.

—¡Es verdad! ¡Espera! —la voz de Juleka se escuchó un poco más aguda de lo normal, por lo que volteó enseguida al escucharla—. ¿No nos quisieras acompañar y ayudar para encontrar el regalo perfecto? La verdad es que, aunque no lo queramos admitir, ambos somos muy malos para estas cosas y casi siempre terminamos comprándole un anillo o un collar más a mamá. Además, tú eres muy detallista y perfeccionista —admitió mirándola con anhelo.

Marinette se quedó quieta y parpadeando confundida. Observó a los dos hermanos y se planteó la pregunta.

—¿De verdad quieren que los acompañe?

°Be my Hᴇʀᴏ° [ V̷I̷P̷E̷R̷I̷N̷E̷T̷T̷E̷ ̷ ] [ 𝗟𝗨𝗞𝗔𝗡𝗘𝗧𝗧𝗘 ] [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora