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Adrien se acomodó muy bien la corbata gris oscuro que llevaba a juego junto a su traje negro, y después de revisar que todo estuviera en absoluto orden, se puso su antifaz, la cual le desacomodó el cabello y le colocó sus ya reconocidas orejas

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Adrien se acomodó muy bien la corbata gris oscuro que llevaba a juego junto a su traje negro, y después de revisar que todo estuviera en absoluto orden, se puso su antifaz, la cual le desacomodó el cabello y le colocó sus ya reconocidas orejas. Nuevamente se vio frente al espejo para asegurarse que el haberse puesto el antifaz no hubiera arruinado su atuendo, y cuando vio que estaba todo en orden, finalmente se transformó

Brincó por las techumbres de varias casas, hasta que finalmente llegó a la terraza de esa hermosa panadería.

Se acomodó una vez más su cabello y finalmente se dignó a tocar la trampilla de la habitación.

—Amm... ¿Princesa? Soy Chat Noir —se anunció en la espera de que le abrieran, y después de varios segundos, la trampilla se abrió ante él.

—Oh, Chat Noir, pasa, pasa —le indicó con su pequeña manita.

El felino se adentró a la habitación de la muchacha, sintiéndose extraño de alguna manera.

—¿Dónde está Marinette? —le preguntó al pequeño ratoncito que le había abierto la trampilla.

—Aún no termina de arreglarse; está en el baño —sonrió con complicidad—, siéntate, adelante —le ofreció con cortesía.

El joven se sentó en la amplia cama, comenzando a jugar con sus dedos ante el nerviosismo y la intranquilidad, hasta que se escuchó la puerta del baño ser abierta, en donde finalmente se vio la silueta de la preciosa chica envuelta en un vestido rosa pastel con varios detallen en negro con flores y brillos. Algo muy al estilo de Marinette.

En cuanto ella salió, inmediatamente él se puso de pie, sintiéndose inexplicablemente nervioso.

—Oh... ¿Tiene mucho que has llegado, Chat? —le preguntó con gentileza.

—E... E-en realidad no —se aclaró rápidamente la garganta—, tiene poco tiempo que Mullo me dejó entrar.

—Excelente y... ¿cómo me veo? —le preguntó señalándose con la mano.

El blondo pasó su mirada por todo su cuerpo rápidamente tratando de ser lo más discreto posible, sin embargo, sonrojándose y desviando la mirada.

—Te ves bien... co-como... una princesa —confesó casi en un susurro, pero lo suficientemente audible para ella.

—¡Te ves muy bonita, Marinette! —aduló Mullo dando vueltas a su alrededor.

—¿De verdad? —expresó con entusiasmo—. ¡Gracias! En realidad, estaba muy preocupada de verme rara o que el vestido no me haya quedado bien o...

—De verdad te ves bien —le dedicó una tierna sonrisa.

Marinette se pasó un mechón de cabello detrás de su oreja, completamente halagada. Pero cuando se dio cuenta del atuendo de su compañero, alzó una ceja algo confundida.

°Be my Hᴇʀᴏ° [ V̷I̷P̷E̷R̷I̷N̷E̷T̷T̷E̷ ̷ ] [ 𝗟𝗨𝗞𝗔𝗡𝗘𝗧𝗧𝗘 ] [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora