°Be my Hᴇʀᴏ° [ V̷I̷P̷E̷R̷I̷N̷E̷T̷T̷E̷ ̷ ] [ 𝗟𝗨𝗞𝗔𝗡𝗘𝗧𝗧𝗘 ] [+18]

05

Apretó ambas manos con fuerza, tratando de controlar los azorados golpes del corazón contra su pecho.

Controlando incluso su respiración, dio una última bocanada de aire, y después de sujetar aquellos rollos grandes de varias hojas de papel contra sí, dio algunos pasos más y finalmente tocó la puerta con su puño cerrado.

No esperó demasiado tiempo, pues pronto un enorme sujeto le abrió la puerta.

—Oh, hola Marinette —sonrió con ternura.

—Hola Iván, ya he llegado con los nuevos bocetos para el próximo álbum del grupo —hizo un movimiento con el brazo para que pudiera hacer notar sus rollos—, ¿puedo pasar? —cuestionó, simulando fisgonear con la cabeza para ver si había alguien detrás de él.

—Por supuesto, adelante —abrió más la puerta, dejándole el paso.

La de ojos cielo entró con una ligera vergüenza al barco de la familia Couffaine, tratando de cargar todos aquellos enormes rollos de papel que parecían querer comérsela viva.

Apenas pudo visualizar toda la estancia con tantos papeles obstruyéndole la vista y, cuando estuvo por llegar a la sala principal, casi se le caen varios rollos, hasta que sintió las manos de alguien ayudándole a que no se cayera nada.

—Gracias —rió con torpeza ante el lindo gesto. Las manos tomaron varios rollos para que ella no cargara tanto, y cuando su vista por fin estuvo descubierta, sus piernas temblaron al verlo a los ojos.

—Ten más cuidado, ¿de acuerdo? —la observó con preocupación.

—Cl-claro... —desvió el rostro al sentirlo tan caliente y rojo.

Con Iván detrás de ellos, los chicos se dirigieron a la sala principal.

—Oh, Marinette, ya has llegado —expresó Rose al ver llegar a la azabache con los objetos entre brazos.

—Sí, hola, ¿qué tal? —sonrió entusiasmada, dejando sus papeles en la mesa.

—¿Has traído los bocetos?

—Por supuesto —asintió comenzando a abrir uno por uno, cada uno de los papeles—. Son cinco bocetos para el álbum; estaba pensando que dos de ellos pueden ser los oficiales para su venta individual, mientras que los otros tres pueden ser como... algo especial...

—¿Algo así como para una edición limitada? —cuestionó el de ojos zafiro.

—Exacto —expresó entusiasmada cuando él completó su idea.

—Vaya, eso sería muy original y único —asintió la menor de los Couffaine—. Qué gran idea, Marinette.

La mencionada sonrió pasándose una de sus hebras detrás de la oreja, colorándose ante el cumplido.