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Rodó en la cama, tanto que su cuerpo chocó con algo sólido

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Rodó en la cama, tanto que su cuerpo chocó con algo sólido.

Volvió a acomodarse ante el choque, buscando con la mano alguna almohada para abrazar, pero su mano encontró otra cosa.

—Es muy temprano para jugar, pero si quieres, podemos hacerlo —al escuchar aquella voz, Marinette abrió los ojos con fuerza de inmediato.

Frente a ella, se encontraba el pecho descubierto de...

Alzó la cara con lentitud, hasta encontrar aquellos ojos dorados que la derretían.

—¿Viperion? —murmuró su nombre casi con susto.

El muchacho sonrió con los dientes, inclinándose hacia ella.

—¿Esperabas a alguien más?

La menor negó de inmediato con las mejillas más rojas que cualquier otra cosa.

Su mirada viajó a la estancia en la que se encontraba, y sí, efectivamente, estaban en su habitación.

¿Pero cómo habían llegado ahí? No recordaba mucho después de la noche en... la silla.

—¿Te preguntas cómo llegamos aquí? —Viperion recargó su cabeza en su mano, observándola con una mirada come-ratones. La chica se sintió pillada ante sus miradas, lo que provocó la risa del mayor—. Bueno, después de unos cuantos rounds más allá fuera —señaló el techo, refiriéndose a la terraza—, terminamos haciéndolo de diferentes formas en tu cama —susurró acercando el rostro al contrario.

Ante las palabras, Marinette sintió un calor inigualable dominar su cara.

De inmediato se tapó con las cobijas hasta la cabeza, sintiendo que todo le temblaba.

«Es mentira, es mentira. Él tiene lengua de serpiente, es mentira»

Se repetía una y otra vez sin cansancio.

Debajo de las cobijas, observó que su cuerpo estaba desnudo.

«Oh, no»

Se destapó con brusquedad, observando la brillante sonrisa del muchacho.

Y sin podérselo aguantar más, Viperion se echó a reír con diversión.

—¡Lo sabía, era mentira! —reclamó dándole manotazos en el hombro, pero no dejando que él dejara de carcajear.

—Tú reacción fue totalmente adorable —comentó entre risas.

—Cállate, ¡no da risa! —lo empujó con algo de fuerza, y ante este acto, Viperion la tomó de las muñecas, para después posicionarse encima de ella, con el semblante de repente cambiado.

—Es una lástima que sea una mentira —susurró sobre sus labios—. La fantasía sigue rondando sobre mi cabeza —confesó con una sonrisa.

¿Era posible ponerse más roja de lo que ya estaba?

°Be my Hᴇʀᴏ° [ V̷I̷P̷E̷R̷I̷N̷E̷T̷T̷E̷ ̷ ] [ 𝗟𝗨𝗞𝗔𝗡𝗘𝗧𝗧𝗘 ] [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora