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Este es un capítulo relax, así que... bahh... no esperen mucho.

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 Se revolvió un poco incómoda entre las sábanas, pues la posición boca abajo ya le habían cansado el cuello

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 Se revolvió un poco incómoda entre las sábanas, pues la posición boca abajo ya le habían cansado el cuello.

Movió su cuerpo y giró hasta ponerse boca arriba, pero fue ese movimiento lo que provocó que un infinito dolor la recorrieran en toda la zona baja.

—¡Ahh! —gritó de dolor ante el movimiento.

Abrió los ojos y trató de reincorporarse en la cama, pero moverse le valía de un dolor tremendo.

Logró recargarse en la cabecera de su cama y, aun así, le había costado muchísimo trabajo. Todo le dolía y sentía como si hubiera hecho ejercicio por diez horas.

Dirigió su mirada en inspección de toda la habitación, y el silencio se mantuvo sepulcral para ella misma.

Su cuarto estaba prácticamente muerto, y sólo el ruido de los grillos se escuchaba desde la terraza como si corearan todos juntos una especie de alarma.

Volteó a su lado, en donde el lugar se encontraba vacío.

Él ya no estaba ahí.

Soltó un suspiro y recargó la cabeza en la cabecera.

Claro, no lo culpaba. Por lo que se podía ver desde la ventana, ya comenzaba a amanecer. Luka iba a la universidad y por lo que tenía entendido, se despertaba muy temprano para asistir a sus clases.

Era comprensible que él ya no estuviera ahí, además, él no sabía que ella sabía que era Viperion y Luka al mismo tiempo.

Aún y eso, se había sentido extrañamente sola al no verlo al despertar.

—Ahh... será mejor que no me mortifique tanto —murmuró con una pequeña mueca.

Alcanzó su celular que se encontraba en su buro, y pudo averiguar que eran las seis de la mañana.

Estaba a tiempo para darse una ducha y arreglarse antes de irse a la escuela.

Quitó las sabanas que le cubrían el cuerpo, y casi vuelve a soltar otro chillido cuando vio la enorme mancha roja esparcida por el colchón.

No pudo evitar que sus mejillas enrojecieran al recordar que aquello había sido porque había perdido su virginidad hacía unas horas.

Con el trabajo más grande del mundo, logró sentarse en el colchón, y después, con el esfuerzo al doble, trató de ponerse de pie.

—Ahh... yo puedo... yo puedooo... ahh... —se mordió los labios con fuerza cuando finalmente se pudo poner de pie, mientras que sentía que su vagina ardía—. Ohh... —exhaló tratando de calmarse.

°Be my Hᴇʀᴏ° [ V̷I̷P̷E̷R̷I̷N̷E̷T̷T̷E̷ ̷ ] [ 𝗟𝗨𝗞𝗔𝗡𝗘𝗧𝗧𝗘 ] [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora