Cada miércoles, la alegría se apoderaba de la familia Chávez, una familia de una zona rural pobre. Apenas tenían dinero para poder sobrevivir y los alimentos eran escasos. El padre de familia, Jorge Chávez, era un campesino que ganaba una miseria, apenas lograba comprar comida u otras cosas para su familia, que era bastante numerosa. Su esposa, Claudia Chávez, había comenzado a sembrar vegetales y algunas frutas en su casa, para tratar de alimentarse mejor, pero era entendible que no era tan fácil cuidar sus cosechas ni tener suficiente para alimentar a sus ocho hijos. A Jorge no le era fácil llevar comida a casa, al menos no hasta un miércoles por la noche.
La familia dormía ya. Eufórico, entró a casa llamando a todos, que despertaron algo asustados al principio pensando que algo malo había ocurrido, pero por el contrario, eran buenas noticias. Salieron corriendo a recibirlo, y vieron que llevaba consigo una gran bolsa llena de cortes de carne –Familia –gritó emocionado–, he conseguido traer algo más para comer, pude traer algo de carne.
Sorprendidos por verlo llegar con una buena cantidad de carne, la familia se lanzó a abrazarlo. Guardaron los cortes en la vieja nevera y volvieron a la cama.
Durante los siguientes dos meses, cada miércoles, el padre de familia llegaba con cortes de carne, alegando que en la ranchería donde trabajaba siempre sobrab. Las ventajas de trabajar con gente rica, solía decir.
Las cosas continuaron así hasta la noche que lafamilia perdió al proveedor. Los periódicos no dejaban de hablar del caso, unhombre, de 38 años de edad, tenía secuestrada a la familia de una ranchería,con todos atados en el establo; el dueño, su esposa y sus tres hijos. Duranteel primer mes de su secuestro, el hombre estuvo cortando la carde de ellos parallevarla a su familia, y una vez acabó con ellos, prosiguió secuestrando genteque pasaba por los caminos cercanos, con engaños de un accidente, de ladronesen la ranchería o cualquier otro pretexto. Un descuido, un simple descuido hizoque su plan se viniera abajo, pues sus últimas víctimas fueron dos policíasencubiertos que precisamente investigaban las desapariciones en el área. Debidoal feroz ataque, los oficiales tuvieron que abatirlo, eliminando así a unhombre cuyas intenciones eran solo las de llevar comida a su pobre y hambrientafamilia, quienes no sabían que aquello que consumían cada semana provenía deseres humanos. Humanos, sí, pero carne a fin de cuentas.
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El ABC del Terror
HorrorEl terror tiene muchas facetas diferentes, y toda clase de caras. Desde terror psicológico hasta terror sobrenatural, e incluso de más allá de nuestro mundo. El miedo a una criatura extraña, a la soledad, a la inmortalidad, o incluso ver cosas que n...