Capítulo XXI País de las aguas termales. [P.2]

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Sakura

—Gracias, Sasuke-kun.

—No agradezcas nada Sakura —. Su mirada apacible y ese tono de voz, neutro y grueso hacen que me hierva la sangre. Mi estómago es un nido de mariposas. —Mañana te estaré esperando para desayunar y después iremos a los baños termales.

—Es perfecto, estaré lista a primera hora.

—Descansa.

—Tú igual —. Da media vuelta mientras su silueta desaparece entre el pasillo. Entro a la habitación dejando caer mi peso sobre la puerta, las piernas aún me tiemblan y me siento incapaz de detenerlas. Camino hasta la cama y me dejo caer sobre ella. Mil emociones estremecen mi cuerpo, en mi mente revivo cada segundo de esta noche y mi estómago repiquetea. Es la primera vez que salgo con Sasuke en público y eso sin lugar a duda me emociona muchísimo.

El insomnio ha atacado de nuevo, pero esta vez ha sido por soñar despierta con más momentos así, junto a él.

No tengo idea de qué hora es, la luz de la mañana entra de golpe por la ventana y mi corazón se acelera asustado.

¡Debo de estar a primera hora con Sasuke!

Pego un brinco de la cama y corro a ver el reloj dentro de mí mochila, suelto un suspiro de alivio cuando me doy cuenta que estoy a tiempo para verlo.

Preparo mis cosas, entro a la ducha y me arreglo para ir a su encuentro. Conociéndolo es seguro que ya esté listo. Me siento aturdida aún, dormí muy poco tiempo.

—Buenos días, Sasuke-kun —reparo tan pronto como puedo con su presencia y cierro la puerta detrás de mí. Por poco y pego un brinco de la sorpresa al verlo parado afuera de mi habitación, sino fuera por lo agotada que me siento, hubiera hecho el ridículo.

—Buen día, Sakura. Vine a ver si ya estabas lista.

—Lo estoy. ¿A dónde iremos hoy? —contesto tan natural como puedo y desvío la atención hacía otro tema.

—Hay un lugar donde preparan los mejores tés del país, creo que te caería bien en este momento—me sonrojo apenada. Se ha dado cuenta de mi estado, pero su idea es excelente.

Nos encaminamos al centro del país, entramos al local y ordenamos.

Doy el último sorbo al té y siento que el alma me ha regresado al cuerpo. Hemos estado en silencio todo este rato, pero lejos de ser incómodo ha sido muy agradable, el simple hecho de tenerlo cerca me llena el alma.

—¿Lista? —pregunta sereno y solo asiento con una sutil sonrisa.

Nos encaminamos a nuestro destino, caminamos lado a lado y curiosa hago plática con él sobre el lugar. Muero de ganas por llegar a los baños termales, mi entusiasmo se nota cada que hablo con Sasuke de ello y parece estar conforme, pronto nos desviamos en una de tantas calles, varios Ryokan se muestran conforme avanzamos hasta que nos detenemos en el último. Sasuke parece tener todo bien calculado, sabe a dónde ir y a qué hora llegar, sin duda sigue siendo tan genial como siempre lo fue, incluso mucho más.

Hacemos nuestro registro, nos dan indicaciones y acordamos una hora considerable para encontrarnos. Tendré el tiempo suficiente para relajarme y lo aprovecharé al máximo.

Camino admirando el lugar, es... lujoso, bastante grande y muy hermoso. Hay apenas un par de mujeres dentro del agua, pero se ni se inmutan con mi presencia están muy adentradas en su plática. Retiro la bata de mi cuerpo y me sumerjo en el agua. Los minutos pasan y todo es totalmente pacífico. Me siento en armonía con mi entorno, con mi cuerpo y mi alma. Cierro los ojos y sonrio a la nada, todo esto parece un sueño.

Espera por miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora