Sakura.
Mis nervios aumentan conforme avanzamos.
Una vez frente a la guarida, sale la pelirroja a recibirnos. En primera instancia se emociona al ver a Sasuke, y cuando rápidamente repara la mirada en mí, reprime su impresión y compone su actitud.
―Síganme ―indica.
Sasuke asiente y camino a su lado detrás de ella.
Atravesamos un largo pasillo donde al final este se divide en dos. Karin toma el camino de la derecha, la seguimos y vencida por mi curiosidad volteo hacía atrás para ver qué hay en el otro camino, pero el pasillo está a oscuras, es inútil buscar... por ahora.
Entramos a una habitación llena de aparatos de estudio, estantes llenos de pergaminos, una camilla al fondo y aparatos médicos.
Karin se maneja bien por todo el lugar. Teclea códigos que solo ella y tal vez Sasuke conocen, y en la pantalla del ordenador aparecen gráficas con porcentajes de quién sabe qué.
Sasuke y yo esperamos pacientes, mientras ella sigue en lo suyo.
―Disculpen, pero estaba analizando unas pruebas genéticas y ahora mismo compruebo los resultados ―explica mientras observa detenidamente la pantalla.
Sasuke no responde y yo prefiero mantenerme al margen de la situación.
El dolor me sigue agobiando, mientras esperamos dentro del laboratorio busco con la mirada algún estante con hierbas o medicamentos. Necesito con urgencia preparar algo que me ayude a mantenerme en pie.
Siento culpa y un sabor amargo en la boca. Estoy arriesgando más de lo que debería.
Un grito de satisfacción termina por sacarme de mi ensimismamiento. Karin está contenta y no puede reprimir la sonrisa que automáticamente se le ha formado en el rostro.
La miro expectante y Sasuke ni siquiera se inmuta. Lo miro escrutando su expresión, pero al final no obtengo nada y reparo en la pelirroja.
―Lo siento ―dice volviendo a la seriedad. ―Pero por fin lo logré ―mientras comenta camina en dirección a un estante y toma un pergamino, ―he estudiado por años, leído y experimentado y por fin logré obtener buenos resultados.
―¡Qué satisfacción! ―exclamo por educación ante el silencio de Sasuke. Fue algo genuino, a decir verdad, una parte de mí volvió a esas veces cuando el entrenamiento al que me sometió Tsunade por años dio sus frutos.
Sonrío en consecuencia y ella me devuelve el gesto.
―Aquí tienes ―le estira el pergamino a Sasuke, él asiente y camina por delante de nosotras que nos mantenemos sin mover un solo dedo.
Observo como lo desenrolla, lo lee con detenimiento y suspira.
―Lo mandaré de inmediato a Konoha ―dice él de repente.
Sus palabras me alarman, pero no quiero ser inoportuna ahora con mis cuestionamientos. Ya habrá tiempo de saber qué es lo que está pasando.
―La tormenta está por caer, Garuda podría tener dificultades para llegar, te sugiero que esperes a mañana ―lo intercepta Karin.
―Tiene razón, Sasuke-kun ―la apoyo.
Desde mi lugar veo sus espaldas y me desconcierta saber cómo fue su interacción durante los años que compartieron como equipo. Sasuke es frío por naturaleza, pero con ella parece un témpano de hielo.
―Está bien ―cede sin pensarlo tanto y termina resoplando.
―Pueden quedarse. Hemos acondicionado la parte trasera para cada uno de nosotros, Suigetsu y Jugo no están, podrían tomar sus habitaciones sin ningún problema. Mucho más tratándose de ti, Sasuke.
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Espera por mi
FanfictionFANFIC SASUSAKU. Con mirada fría, aceleraba el paso firme, con un semblante inexpresivo estaba totalmente seguro de querer regresar a esa aldea a la que alguna vez pertenecío cómo miembro nato dentro de uno de los clanes más importantes y alguna ve...