Sakura.
Mi cuerpo se estremece. Mis ojos se llenan de lágrimas, mi corazón late a una velocidad exagerada. Siento que mis piernas no soportarán más mi peso. "¡No puedo creerlo!, dime qué no es un sueño, por favor".
Aprieto mis manos en forma de puño, siento tantas emociones juntas que juro, podría desmayarme en cualquier momento.
Sasuke se mantiene firme. Ni siquiera parpadea. Me siento intimidada, acalorada y hasta avergonzada. Siento muchas náuseas, de esas que llenan el estómago de mil sensaciones al mismo tiempo y se convierten en una a la vez, que te hacen sentir que en cualquier momento el estómago te va a explotar, las que te impulsan a actuar sin pensar y arrepentirte después. Quiero ir hacia él, abrazarlo y pedirle que me jure que no estoy soñando, pero tengo miedo de actuar bajo un impulso imprudente. —¿Y si me rechaza?, pero ¿por qué habría de hacerlo? —. Mi cuerpo se tensa, y siento como si el tiempo hubiera detenido su curso. Entonces busco dentro de mí la valentía que me falta para enfrentar sus palabras, quizá me arrepienta, pero no hay mejor momento que esté para hacerlo, lo sé.
—Yo... —suspiro y doy un paso en su dirección. Él sigue sin inmutarse, con sus ojos clavados en los míos, con su presencia tan pulcra e intimidante de la que es poseedor, esa actitud avasallante ha sido mi mayor debilidad. —Aún tengo sentimientos por ti, Sasuke-kun —lo digo. Se lo he dicho y siento que el corazón se me saldrá del pecho en cualquier momento.
Lo veo esbozar una sutil sonrisa y me hielo. Es tan hermoso cuando sonríe. Tan apuesto. Me siento como una chiquilla enamorada, perdidamente enamorada.
Pronto me percato de que ha dado unos pasos acortando la distancia que nos separaba, nuestros cuerpos por poco se rozan, me veo obligada a levantar la mirada para ver bien su rostro. Es mucho más alto que yo.
—Dilo —ordena autoritario. Mi respiración se acelera y temo que se dé cuenta. —Dilo, Sakura —replica impaciente.
—Te amo, Sasuke-kun —me rindo ante él, no temo. Me siento liberada, en paz y por primera vez lo digo sin dolor. Su mirada oscura parece obtener un brillo ajeno a él, un destello que nunca vi o del que quizá nunca me percaté.
Levanta su mano hasta mi mejilla y me estremezco con su toque. Parece tan irreal. No sé qué esperar, no sé qué decir, no sé cómo actuar. Me siento frágil tanto interna como físicamente.
—¿Estás segura? —susurra imponente.
—Si —contesto firme y segura.
—¿Por qué lo haces? —retira su mano de mi rostro y quiero detenerla, pero no puedo, parezco hipnotizada bajo su mirada, incapaz de moverme, pero esto no en un genjutsu. Lo sé, esto es real, palpable. —He sido una persona que ha recorrido la mayor parte de su vida un camino oscuro, lleno de venganza sin remordimiento, me he dejado llevar por el odio y el coraje, y no he sido capaz de aceptar a los que me aman y he estado a nada de matarlos, eso te incluye a ti y lo sabes. No merezco que me ames, no merezco a una mujer como tú.
Se detiene y mi corazón se estruja. No he podido odiarlo, no he podido olvidarlo, y lo sigo amando como una idiota. Ahora soy yo la que lo toca, mi mano reposa en su pecho, puedo sentir sus latidos desbocados.
—No sé por qué te amo tanto, Sasuke. No sé cómo demonios nunca fui capaz de odiarte, no sé por qué me aferre tanto a ti. Y de la única cosa que estoy segura, es que nunca nadie me ha importado tanto como tú, nadie ha robado mis noches de sueño y las ha convertido en todo un desveló, nadie ha sido dueño de mis pensamientos a diario como tú. Te amo y no me arrepiento ni un segundo de hacerlo, así nunca pueda estar contigo, así la vida me torture y me dejé moribunda, jamás me arrepentiría. Esto va más allá de una obsesión, de un capricho amoroso. Esto va más allá de mi entendimiento y de mi cordura —me sincero y siento que vuelo. Deje caer un peso que cargaba desde hace mucho tiempo y estoy satisfecha aún sin saber el resultado.
Su silencio me mata y me tortura. Quiero saber que está pensando. Su mano sube hasta tocar la mía, que está sobre su pecho.
—¿Lo sientes? —susurra con esa voz grave y terriblemente seductora que estremece a cualquiera. Asiento sin dejar de mirarlo. —Jamás latió así por nadie, antes —confiesa. Entonces su mano sube hasta mi mentón, roza con su dedo delineando mi rostro y siento que muero. Acerca su rostro al mío y quizá muera antes de tiempo, pero me resisto. Su aliento choca contra mi piel, es fresco y me embriagó de él. Mis ojos bajan hasta sus labios, él hace lo mismo con los míos.
—Sasuke-kun —susurro en su boca. La espera me carcome por dentro, pero es fascinante su poder de manipulación. Podría dejar que haga de mi lo que quiera en este momento, no me importa nada, no quiero más que besar sus labios, dar mi primer beso con él, saciarme de sus besos hasta el amanecer. Me siento extraña al pensar de más, pero es imposible evitarlo, tenerlo cerca de mí es como estar en el cielo y caer de golpe en el infierno.
—Te quiero para mí, Sakura —pronuncia con énfasis. Su mirada se oscurece, posa su mano detrás de mí cuello y acerca sus labios a los míos para rozarlos. Solo un roce. "¡Maldita sea! Acaba ya con esta tortura, con esta dulce y jodida tortura". Le reprochó internamente, él continúa, —¿Qué me has hecho? Soy un esclavo de tus sentimientos, ¿acaso no te das cuenta?
El tiempo parece detenerse.
Sus ojos se clavan en los míos, no dice más, y yo no puedo pronunciar palabra alguna, no sé como reaccionar, parece un sueño, un sueño del que nunca quiero despertar.
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Espera por mi
FanfictionFANFIC SASUSAKU. Con mirada fría, aceleraba el paso firme, con un semblante inexpresivo estaba totalmente seguro de querer regresar a esa aldea a la que alguna vez pertenecío cómo miembro nato dentro de uno de los clanes más importantes y alguna ve...