ORIHIME: La ciudad de los inmunes © (Completa) Sin editar

UN HÉROE ANÓNIMO

Recuerdo claramente ese día. Todo estaba muy tranquilo en la visita a la ciudad de Verlons con el grupo de la escuela, veníamos de una ciudad alejada de la civilización, su nombre es Orihime. Por esta razón, los alumnos de último grado visitábamos esta ciudad vecina que se encontraba al pie de las montañas, ella constaba con un comercio y tecnología un tanto más desarrollada. El objetivo era decidir si quedarnos en nuestra ciudad natal o buscar otra vida fuera de las montañas.

La visita duraba tres días y lo que voy a contarles ocurrió el segundo día, justo antes de ponerse el sol. Las pantallas de televisión usadas con transmisores de publicidad comenzaron a fallar y todas sintonizaron lo mismo. Se podía apreciar una guerra mágica, no especificaba el lugar, ni la razón de la guerra, es más ni siquiera se supo quien transmitió esto, pero hombres, mujeres e incluso niños, se enfrentaban a una especie de "alienígenas"... En una guerra sin cuartel, todo era una masacre.

La transmisión estuvo así durante todo un día en la ciudad de Verlons, yo observé todo el tiempo, miraba con admiración a esa persona que peleó hasta al final.

Recuerdo que antes de que la transmisión terminará, una discusión se dio entre dos jóvenes. La muerte de sus padres ocurrió en batalla, justo frente a ellos y aun cuando ya no se veía ninguna imagen, se pudo oír la frase «El mundo con magia está por terminar, ya nadie usará el poder mágico sobre otros».

Investigué ese suceso por más de 9 meses intentando descubrir el lugar de esta guerra, el motivo y quienes eran los guerreros que hicieron frente a esta amenaza, pero no he descubierto nada.

Iba dos veces al mes a la biblioteca de Verlons, al parecer las palabras de ese joven se estaban cumpliendo. Existían rumores de la pérdida de poder mágico en toda la web y cuando llegó el décimo mes, al fin encontré un dato que me llevaría hacia el lugar donde sucedió todo.

Según un artículo sin autor, el lugar donde paso todo se llamaba Zeramet, ubicado al sur de un país llamado Periem. La transición se dio en todo el mundo por obra del enemigo, creyendo que ganaría usaría esta forma de infundir miedo como nuevos gobernantes; el joven que apareció peleando hasta el final era llamado líder, no se sabe nada más de él... simplemente desapareció.

Hice unas copias del artículo donde había dos fotografías, una era panorámica, en la cual se apreciaba el mar y en la otra estaba el guerrero de espaldas. Quería conocer a ese joven, yo realmente lo admiraba.

Al ir a la estación para volver a casa, hubo algo que me llamó la atención. Una señora de aproximadamente 30 años lucia muy pálida y al toser expulsó un poco de sangre. El siguiente mes volví a investigar y el primer artículo que encontré al entrar a la web fue...

"Intento fallido por detener la enfermedad de perdida mágica, ocasiona el origen de un nuevo virus".

Decidí quedarme en la ciudad unos días pues los trenes que fueron adaptados a trabajar con magia ya no funcionaban, y devolverlos a su antigua forma de uso demoraría unos días. Estando allí seguí investigando, dos días después del primer artículo, encontré un vídeo filtrado en la que se veía un experimento causado por el gobierno de algún país. Se podía apreciar como unos médicos inyectan una droga a unos indigentes de los barrios bajos.

Al principio parecía que la habilidad para recoger el maná mágico había vuelto, pero en solo unos minutos, los indigentes se volvieron agresivos, arremetiendo contra los médicos y presentes en el experimento.

          «¿Qué estaba ocurriendo en el mundo? Yo aún puedo usar magia, pero he notado algo extraño en las personas de la ciudad» — Pensé.

El último día de mi estadía, me asomé a la ventana de la posada y pude observar a dos personas que caminaban sin rumbo en la madrugada. Cuando amaneció me dirigí a la estación, sin imaginar que el desastre estaría a punto de empezar.

Un anciano cayó al piso y un oficial de policía se acercó a darle primeros auxilios, de inmediato el anciano le mordió la mano y en consecuencia recibió un disparo en el pecho, el oficial dio la vuelta tratando de calmar a la multitud, pero el anciano se puso de pie y se lanzó sobre él, como un caníbal.

Las personas entraron a los vagones del tren y fueron acorraladas por otras personas que actuaban igual que el anciano. Yo intentaba comprender la situación, pero corrí hacia las montañas en dirección a mi ciudad. Si iba a pie, me tomaría tres días de camino como mucho, pero tenía que advertirles sobre lo que estaba sucediendo.

Me quedé observando desde el bosque. Estaba en shock por lo que mis ojos veían y ante el disturbio, mi móvil recibió una llamada de alguien que no tenía registrado.

           — ¿Hola? — Dije con la voz temblorosa.

          — Deam, por favor ... ayúdame — Respondió una voz desesperada.

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