PRESOS EN ZERAMET

39 14 0
                                    

Hicimos un circulo para protegernos sin puntos ciegos, había centenares de científicos, unos eran magos otros no, pero se ayudaban con armas de fuego. El único con esa apariencia horrible era Reinad.

Las chicas naturalmente podían curar, pues todas fueron educadas como sacerdotisas, no obstante luchar nos agotaría el GEM provocando que nosotros también nos transformemos.

         — Podemos abrirnos paso — Le dije a nuestro líder — Usted y el doctor acaben con ese soldado zombi, Beckan, Elizabeth ustedes ataquen a larga distancia, Akemi y Becky curen desde atrás.

         — No te olvides que yo también estoy aquí — Agregó Marlín quien cargaba su arma en manos.

         — Yo trataré de cubrir los disparos laterales — Señalé.

         — Seguiremos el plan de Deam, no usen su magia más de la cuenta, la prioridad es escapar.

¿En qué momento dejamos de defendernos de los zombis para luchar contra los humanos? Pero es verdad, la mayor amenaza de peligro siempre fue y será el ser humano.

Comenzó nuestro plan de huida como estaba planeado, apenas nos movimos comenzaron a disparar, los magos de largo alcance iban a los laterales, las chicas sacerdotisas iban al centro, Marlín y yo por detrás y los mayores atacaron directo al militar.

         — Oye Anderson, quiero robarle un poco de su sangre. Estoy interesado en saber cómo dominaron el virus.

        — No es momento para eso, tenemos que proteger a los niños — Anderson preparaba su hechizoMagia hereditaria: Rocas magma.

        — Pero necesitamos saber algo más en caso que no encontremos a nuestro descendiente — Insistió el doctor.

Atacaron, pero el soldado zombi ni se inmuto, usó sus cuatro brazos para cubrirse. El doctor por otro lado se lanzó sobre él directamente, usó su bisturí para atacar, pero fue cogido por las fuertes manos del enemigo.

Utilicé mi nuevo hechizo de control de metal para protegerlos de los disparos, pude notar que ellos no apuntaban a matar. Al instante pensé en lo que oí en su laboratorio, ellos querían experimentar con nosotros.

        — Todos escuchen, estamos sobre un puente de metal, usare mi hechizo para deformarlo y llegar al primer piso.

        — En la superficie, usaré mis llamas para abrirnos paso a la salida — Agregó Beckan.

       — ¿Eso será suficiente? — Preguntó Angie.

        — También apoyaré — Elizabeth sacó su bastón mágico — Mi habilidad controla el rayo, si los ataco a toda potencia los retrasaremos un poco.

Era el único plan que quedaba, no podíamos usar más de un hechizo, nos desgastaríamos y ya saben cuál es la consecuencia por perder el GEM. Estaba casi seguro de que aún no nos sentíamos mal a pesar de los meses, porque el collar de Marlín nos protegía como a ella.

Lo habíamos apostado todo, nuestros superiores peleaban cuerpo a cuerpo contra el soldado zombi y en cuanto bajamos, ellos lo hicieron con también. En plena batalla Elizabeth se dispuso a usar su hechizo, sin embargo, apareció la científica a cargo del experimento.

         — ¿Qué está pasando? — Preguntó.

        — Nos descubrieron y ahora intentan escapar. — Respondió un trabajador.

        — No lo permitiré — Se colocó unas gafas — ¿Quién de nosotros puede usar magia de agua?

        — Rick, del pabellón 4 — Señaló al sujeto.

La científica llevó a Rick y se presentó con nosotros, sus aliados se detuvieron, denotábamos cansancio evidente, pero seguimos entre las garras del enemigo.

       — Hola, soy la doctora Ximena Newton, les pido que se calmen — Se mostraba calmada — Lo que vio su amigo fue un malentendido, es verdad que experimentamos con los magos, pero ahora mismo llegó una de las magas más poderosas de la ciudad, no era necesario que se asustarse.

       — Ustedes están locos, nos iremos de aquí — Dije.

      — No pueden irse — La expresión de su cara era aterradora.

Elizabeth disparó su hechizo, pero algo salió mal en nuestro plan, uno de ellos nos encerró en una burbuja de agua y otro repelió el ataque con el doble de potencia, todos fuimos electrocutados y quedamos inconscientes.

Horas más tarde desperté esposado en una celda, mis compañeros también lo estaban, algunos aun inconscientes. Anderson y Simón se lamentaban por lo sucedido, miré a todos y me intrigaba algo, pues durante todo el viaje fuimos 15 personas, descontando los que murieron y contando a Marlín deberíamos ser 10 personas.

       — ¿Dónde está Elizabeth? — Pregunté — ¿Se la llevaron?

Los líderes no respondieron. Angie estaba llorando, volteé a buscar a Ángel su hermano mellizo y tampoco estaba.

       — ¿También se llevaron a tu hermano?

       — Solo se llevaron a Elizabeth — Respondió Simón.

       — Angie ¿Dónde está Ángel? — Pregunté de inmediato.

       — Él dijo que quería aparecer cuando llegáramos a Periem, él está ...

De pronto un bolsillo dimensional se abre en la celda. Todos quedamos estupefactos, alguien salió de ahí... era Ángel.

        — ¿Qué sucede? ¿Por qué todos están esposados en una celda? — Preguntó somnoliento.

ORIHIME: La ciudad de los inmunes © (Completa) Sin editarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora