ORGANIZACIÓN CIMPE

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Eran las cuatro de la madrugada, aquellos hombres extraños escondieron algo cuando nos vieron. Estaban armados y Anderson desconfiaba, así que nos pidió no actuar como magos, posiblemente había un motivo por el cual estas personas no se habían transformado aún.

         — Bajen del vehículo, todos con las manos detrás de la cabeza — Dijeron.

         — ¿Por qué nos detienen? — Preguntó Simón.

        — No hagas preguntas cuatro ojos, si no hacen lo que ordenamos habrá consecuencias.

De pronto un hombre que vestía una bata blanca se acercó e hizo que bajaran las armas.

       — Hey no sean groseros — Saludó — Sean bienvenido a la ciudad de Zeramet. Temo decirles que no pueden ingresar porque esta ciudad está en cuarentena.

Bajamos del autobús, dejando las armas escondidas en un bolsillo dimensional que creaba Angie.

      — Veo que son extranjeros — Trataba de hacer migas con nosotros — Decidme ¿Cómo está la situación en otros lugares?

      — Venimos de Limena, estamos en busca de un familiar — Dijo Marlín.

      — ¿Cómo han sobrevivido a esta crisis de perdida mágica? — El veía el collar que ella levaba.

Al parecer ese sujeto era un científico parte de una organización que estaba buscando respuestas para eliminar la enfermedad. Nuestro líder preguntó si había alguna forma de ingresar a la ciudad, pero él dijo que la única forma seria yendo con ellos.

No había otra opción, debíamos confiar en él. Nos llevaron dentro de sus instalaciones, donde nos explicó que existía una organización mundial que se formó al comenzar el fenómeno de perdida mágica, que en este país se hacían llamar Organización de Científicos e Investigadores de Mutación en Periem (CIMPE).

      — ¿Cuál es el nombre de la familia que buscan? — Preguntó de repente — Tenemos una base de datos en la que tenemos registradas las casas de los posibles sobrevivientes.

     — Fujishima — Dije.

El sujeto cambió de semblante y dio la vuelta.

     — Descansen, regresaré con información.

Todo era muy extraño, había mucha gente trabajando en ese lugar, como si el virus no les estuviera afectando en nada. Aquí pasó a intervenir mi instinto de investigador que necesitaba alimentar su curiosidad.

Recorrí las instalaciones, tomando nota de lo que veía, solo laboratorios normales, hasta que encontré una habitación oscura. Ingresé y quedé estupefacto, había recipientes que contenían a los zombis con diferentes apariencias. Una mujer científica extraía una sustancia de estos y lo inyectaba en unos soldados.

      — ¿Cómo te sientes? — Preguntó.

      — Genial — Respondió el paciente.

De pronto unos hombres se acercaban y tuve que esconderme detrás de unas cajas.

      — Señorita Soledad, hemos encontrado a la mujer... es la que llaman "maga oscura".

      — Para poder conseguir el dominio sobre el virus hemos necesitado extraer maná de los magos y también de los infectados — Respondió mientras se quitaba sus guantes.

      — Creo que podrá seguir experimentando — Sonrió uno de los presentes — Acaban de llegar un grupo de magos jóvenes.

No podía creer lo que oía, estas personas estaban locas, retrocedí lento para no ser descubierto, logré salir y fui con Akemi, le confesé lo que había oído, pero ella creía que era una locura. Empezamos a discutir, decía que estaba siendo paranoico y que estas personas eran buenas.

Paso unos minutos para que alguien viniera frente a nosotros, se trataba del mismo hombre que fue inyectado por la científica.

     — Hola, soy el comandante Reinad y estoy buscando una rata que estuvo espiando en las instalaciones.

Akemi me miraba.

       — Lo siento, no se dé qué....

      — No te hagas el confundido, chaval — Interrumpió —Ven conmigo.

Intento obligarme, apareció el señor Anderson y quiso calmarlo, aunque era inútil tratar con alguien así, el militar se puso agresivo y golpeó al pelirrojo.

      — Esto no tenía por qué ser así — Volteó su mirada hacia nosotros — Angie, tráelas aquí.

El bolsillo dimensional se abrió y sobre nosotros cayeron todas nuestras armas.

        — ¡¡Magos de Orihime, vinimos aquí con un objetivo... esto no puede detenernos más tiempo!! — Gritó Anderson listo para luchar.

Estábamos listos para escapar, sin importar que esto nos cueste enfrentarnos a estos científicos locos. El lugar se quedó en silencio luego del grito de guerra de nuestro capitán. ¿Qué pasaba? No lo entendíamos... de repente todos comenzaron a reír a carcajadas.

        — Eligieron venir al lugar equivocado, señores magos extranjeros. Bienvenidos a Zeramet, el lugar donde vivían los Dark Hunters.

Todos se acercaban a nosotros.

        — Contemplen el poder de la ciencia... Magia de putrefacción humana: Zombi de cuatro brazos.

ORIHIME: La ciudad de los inmunes © (Completa) Sin editarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora