ORIHIME: La ciudad de los inmunes © (Completa) Sin editar

MISIÓN INICIADA

        — Y entonces, ¿Qué deberíamos hacer? — Pregunté.

En ese momento el maestro Hansel sacó un mapa.

       — Según los últimos reportes que nos mandó Midho, viajó hacía los bosques del sur, al país llamado Periem.

      — ¿Periem? Es el país donde se dio aquella batalla hace un año — Interrumpí.

      — ¿Hablas en serio? — Dijo el maestro y ordenó traer algo de la biblioteca.

El doctor Simón y Hansel conversaban lejos de mí, mientras que Gino regresaba. «Me preguntó ¿Qué traerá Gino?», pensé intrigado.

Luego de esperar unos minutos, regresó con una fotografía en manos. Tardó en encontrarla, pero me la mostraron, había un hombre y me preguntaron si se parecía al hombre de la transmisión.

    — Pues no lo creo... tenia alas y el cabello ondulado — Contesté.

   —Ya veo, entonces...

   — Un momento — Interrumpí de repente — Esa paloma, estoy seguro que estaba a su lado.

    — ¿Kinker? — Dijo Gino — Simón, entonces deberíamos buscarlo.

    — ¡¡Esto no es un juego!! — El maestro dio un golpe en la mesa — ¿Acaso no comprenden la situación?

Gino y Simón agacharon la cabeza.

      — Oye Deam, ¿Podrías darme más datos de lo sucedido en Verlons?

      — Claro que sí maestro.

Luego de unas horas siendo interrogado, me mandaron a casa. Al día siguiente me informaron que Akemi había despertado, así que fui a visitarla de inmediato, estuve con ella desde muy temprano, platicamos un poco sobre lo sucedido y decidí contarle lo que paso con el maestro.

       — ¿No crees que es irónico? — Dijo — Soy una maga del tipo sacerdote, puedo curar las heridas de los demás, pero no pude curar las mías.

      — El maestro está reclutando a un grupo de personas para ir en busca del descendiente de nuestro antepasado. Dijo que él puede detener la enfermedad de pérdida mágica.

      — Pero... Ya viste lo que hay afuera, todo el mundo se está caos — Respondió de inmediato.

      — Es cierto, pero si hubiera una oportunidad de traerlo aquí... — Hice una pequeña pausa — Lo que intento decir es que iré con ellos.

Un minuto de silencio se apodero del ambiente, que descabellado salvarse de morir y querer ir tras la muerte una vez más, sin embargo, la vida es muy corta para no cumplir nuestros sueños ¿No lo creen?

     — La persona a quien buscan es tu "héroe" ¿Verdad?

     — Sí — Afirmé.

     — Ya veo — Puso un gesto amable en el rostro — Mucha suerte en la misión.

Los voluntarios deberían presentarse al día siguiente en la puerta principal de la ciudad. Durante la noche preparé lo necesario para el viaje y repasé todo el material que había investigado hasta ahora.

Al día siguiente, en la puerta principal de la ciudad de Orihime estaban reunidos un grupo de aproximadamente 15 personas voluntarias, muchos de ellos eran muy buenos magos de la ciudad.

      —Tienen la información necesaria en sus móviles que fueron implementadas por Gino. — Dijo Hansel — Recuerden que el futuro de toda la humanidad dependerá de encontrar a ese hombre y sobretodo recuerden que tienen menos de 6 meses para volver a Orihime...

      — Esto será pan comido — Interrumpió Beckan, hijo del actual mejor mago de Orihime y nieto de Hansel — Así que no entiendo por qué tienen que venir aquellos que renunciaron a su magia.

Claramente se refería a mí, ya que elegí buscar una carrera de investigador en la gran ciudad y dejé mis orígenes de mago. Pero ante lo dicho, su abuelo le hizo saber que la información obtenida era por mí.

      — Si él no hubiera informado sobre lo que está sucediendo afuera, quizá y hasta hubiéramos caído bajo esta enfermedad.

Luego del sermón a su nieto, apareció quien sería el líder en esta misión.

      — Hola con todos, perdonen la demora.

Era un hombre pelirrojo, con una mascarilla cubriendo su boca e hizo entrar en descontrol a todos los jóvenes magos.

      — Increíble, es el padre de Beckan y el próximo maestro de Orihime — Escuché.

      — Si mi padre viene la misión será un éxito — Presumía frente a sus amigos.

Eran las diez de la mañana y el inició de mi viaje en busca de mi héroe estaba por empezar. Ya preparados esperábamos al doctor Simón quien sería el médico de la misión y cuando al fin llegó trajo a alguien acompañándolo.

      — Akemi ¿Qué haces aquí? ¿Por qué no estás en el hospital? — Pregunté de inmediato.

     — Viene conmigo, quisiera seguir tratándola en el camino. —Respondió el doctor.

     — Además debo cuidar de ti. — Agregó Akemi.

Me ruboricé tras sus palabras, por lo que uno de nuestros compañeros de grupo me dijo que tenía una novia muy hermosa.

Los guardianes abrieron las puertas de ciudad y así inició la misión, tras la llegada de los últimos miembros del viaje.

     — Ahora sí. ¡¡ Vamos en busca del descendiente Fujishima!!

     — ¡¡¡Siiiii!!! — Gritaron todos.