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La felicidad es una emoción a la que tu decides llegar, si te mentalizas para que una persona sea todo para ti, pero no es la indicada, todo se puede desmoronar, pero siendo la correcta, habrá momentos en los que se molestes pero pedirse disculpas mutuamente y aceptar sus errores es la mejor parte, por que entonces sabes que ninguno puede vivir sin el otro.

La mejor parte de la familia, al menos de la suya, es que siempre están felices, y si hay alguna discusión o conflicto hayan la manera de resolverlo rápido y de la mejor forma. Lo que más ama de su familia, es que la diversión nunca se acaba, TaeHyung tiene los fin de semana libres especialmente para dedicarlos a ellos, JungKook sigue estudiando fotografía por lo que los abuelos de los pequeños se encargan de cuidarlos un rato.

Y no hay nada mejor que hacer un picnic en el patio trasero de su casa todos juntos, están en pleno verano, los pequeños ya tienes seis años pero no han cambiado, el aire que corre es fresco así que no se siente del todo caliente estar afuera. Comen de los aperitivos que prepararon anteriormente entre los cuatro.

La calma que sienten es increíble, TaeHyung y JungKook se recuesta sobre el pasto qué rodea la piscina y miran a los menores corretear de un lado a otro, todo es tan perfecto, no les hace falta nada, solo mantenerse tal como están.

—Papá, ¿Podemos meternos al agua?— EunWoo le miro con ojos curioso parado justo a un lado de su cabeza, TaeHyung sonrió.

—Claro que si, pero hay que ponerse trajes de baño por que esa ropa no se moja— Los menores asistieron felices e ingresaron a la casa siendo seguido por los mayores. Cambiaron a los menores, alentando se en sus movimientos a propósito pues los niños estaban impacientes por ya entrar a la piscina, TaeHyung y JungKook también se cambiaron su ropa pues sabían de sobra qué los pequeños les pedirían qué entrarán con ellos.

Una vez todos cambiados, volvieron a salir al patio trasero, y antes de entrar a la piscina, los menores quisieron jugar, a lo que obviamente no se negaron. La pareja se dedicó a perseguir a los pequeños por todo el jardín, estos corrían de un lado a otro tratando de hacer que sus padres no los atraparon.

EunWoo rió con ganas al ver que su hermano fue atrapado por el mayor de los presentes, sin embargo, el descuido le costó caro pues JungKook le término atrapando.

—Tu tampoco te salvas, pequeño— Él mayor cargo a EunWoo y le dio un par de vueltas para después sostenerlo con fuerza. —Aunque debo admitir que eres muy rápido— Él pequeño sonrió y aplaudió unas cuantas veces.

—Otra vez— Pidió, JungKook sonrió y volvió a darle vueltas recibiendo risas por parte del menor. —¡Esto es divertido!— EunWoo miro alrededor del patio buscando a TaeHyung y SanHa pero no los encontró. —Tengo hambre, mamá—

—Vayamos a reponer energías— Él mayor se dirigió hacia el interior de su hogar con el pequeño el brazos, al ingresas en la cocina pudo ver a su esposo preparando la comida, sentó a EunWoo junto a SanHa y camino hacia el mayor para ayudarle. —¿En que te ayudo?— Él castaño ni siquiera volteo a verle pero aun así sonrió.

—En nada, arruinaras mi comida, puedes poner la mesa— Él azabache abrió su boca haciéndose el ofendido.

—¿Insinuas que cocino mal?— TaeHyung dejo lo que hacía y lo miro con una sonrisa burlona plasmada en sus labios.

—No lo insinuó, lo afirmo—

—Kim TaeHyung—

—Kim JungKook— Él mencionado sonrió mostrando sus dientes, esa sonrisa de la qué el mayor tanto se había enamorado, qué le hace feliz de sola verla y siente que podría verla el resto de su vida sin enfadarse.

—Suena lindo, ¿Cierto?— Él castaño sonrió de la misma forma y asintió.

—Claro que si, ahora, ayudame a servir la comida antes de que se enfríe—

—Mm, ¿Qué me das si lo hago?—

—¿Qué quieres a cambio?—

—Por el momento un beso— TaeHyung de acerco al menor y le dio un beso en la mejilla. —Lo preferiría en mis labios pero me conformó con eso—

—Hay mentes inocentes aquí—

—Como qué si no nos hubieran visto basarnos antes—

—Anda, ya— Sirvieron la comida en cuatro platos, los cuales colocaron sobre la mesa, se sentaron uno al lado de uno de los pequeños y comieron tranquilamente escuchando las historia de SanHa y EunWoo de sus aventuras en el mundo llamado Kinder.

Para los menores ese era un mundo nuevo, aunque, ya habían salido y pronto ingresarían a la escuela primaria, a la cual contaba están emocionados de conocer. Después de haber terminado de ingerir sus sagrados alimentos, los mayores se dedicaron a limpiar mientras que los pequeños salían a jugar de nuevo.

TaeHyung abrazo por la espalda al azabache una vez terminaron de limpiar, este se dejó hacer y acarició las manos del mayor. —Te amo— Le susurro el castaño, JungKook sonrió y se dio media vuelta entra los brazos del más alto.

—También te amo— Y como si estuvieran conectados, terminaron con la distancia que existía entre sus cuerpos, sus labios se encontraron una vez más con los contrarios y sus corazones se aceleraron como si fuera la primera vez que lo hacian, nada había cambiado, se amaban con tanta intensidad que a pesar del tiempo sus corazones se siguen acelerando ante cada beso que se dan, por cada roce que sin querer comparten, con cada caricia que sus manos traviesas dan sin esperar consentimiento del otro, con cada mirada que no les transmite más que la verdad, el inmenso amor que sienten el uno por el otro.

Sus frentes se juntan al terminar con el beso, ninguno dice nada, las palabras les resultan innecesarias cuando pueden sentirse de tal forma que incluso sienten la felicidad recorrer sus venas, si, tal vez sea exagerado pero así lo sienten, así se aman.

Y como son un par de imanes, no pueden estar separados mucho tiempo cuando se encuentran tan cerca que vuelven a besarse, sin dobles intensiones ni nada, solo ellos mismos amandose.

—¿Papá, ya podemos entrar a la piscina?— TaeHyung sonrió al escuchar la voz de EunWoo, se separó por completo de su esposo y se acercó al pequeño.

—Por supuesto que si, manzanita— Se dirigieron de nuevo hacia al patio, los pequeños con ayuda de JungKook se encargaron de empujarlo al agua, escuchar las estridentes risas de las tres personas de su vida le hacían tan feliz que incluso no le importaría si le lanzan más veces con tal de verlos sonrientes. —Pequeños tramposos, ustedes son los que querían entrar, no yo— Su esposo se acerco a la orilla de la piscina y se arrodilló para después inclinarse y darle un casto beso sin esperarse que TaeHyung le abrazarla y le sumergiria en el agua. —Vamos, entren si no quieren que salga por ustedes— Los menores no esperaron más y saltaron juntos al interior de la piscina.

—¡Guerra de agua!— Grito SanHa, y en automático, todos comenzaron a salpicar agua a diestra y siniestra, divirtiéndose y disfrutando del momento. Un momento que sin duda, quedaría por siempre en sus memorias.

FIN

️ 16.06.2019

Casados por acuerdo. [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora