XXXVII

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Grande fue la sorpresa para sus amigos la noticia de su futuro "hijo", pero le hizo realmente feliz que le apoyaran y que se llevaron muy bien con Momo, la chica es realmente linda, tierna, tímida y divertida.

Con apenas veintitrés años pero pareciendo de dieciocho era muy inteligente y logró muchas cosas para la empresa en Japón, a TaeHyung le pareció absurdo que aún después de que la rubio haya echó tantas cosas su padre haya preferido creerle al viejo decrepito que afortunadamente ya estaba en prisión.

Momo se ganó la confianza de todos y consiguió que todos la cuidaran y se preocuparan por su embarazo, incluso le habían puesto un apodo al bebé que ahora sabían, es niño, burbujita. El pequeño no dejaba de moverse en el vientre de su madre al, de pronto, recibir mucho amor, las voces de todos le hacían bailar en el interior de la mujer, pero la voz que más le hacia moverse era la voz de TaeHyung.

Tal vez sea por que el rubio le hablaba cada vez que podía y no dejaba de decirle que lo quiere y que quiere que pase rápido el último trimestre del embarazo para poder conocerlo, y por supuesto, que es su padre.

-Burbujita, debes apresurar te a crecer para que nazcas muy fuerte, papá quiere conocerte- Pronunció a la altura del vientre y acariciando con suma delicadeza.

-¡Ou! Creó que esta feliz- Momo sonrió al sentir la primera patadita que su hijo le daba. —¿Sentiste?— TaeHyung asintió entusiasmado y siguió hablándole al pequeño bebe.

-¿Puedes patear de nuevo, burbujita?- Volvió a sentir un pequeño golpe, sonrió e iba a pedirle que lo hiciera de nuevo pero la rubia lo detuvo.

-No eres tu quien recibe las patadas, tranquilo, que burbujita patea con mucha fuerza, no quiero ni imaginar como será cuando tenga ocho o nueve meses- El mayor río y asintió. Se puso de pie y le dio un corto pero cálido abrazo.

-Nos vemos, esperó que burbujita no moleste mucho- Ambos Intercambiaron sonrisas y el mayor salió de la habitación. Se dirigió a la empresa, últimamente tenían mucho trabajo.

Su tranquilidad estaba regresando poco a poco, ya dormía al rededor de cuatro horas, seguía sin ser suficiente pues aún había noches en las que no podía dormir ni un par de minutos pero ya era ganancia. Había momentos en los que pensaba en JungKook y toda su tristeza volvía, sabía que el chico estaba bien y que vive con WonWoo lo que le tiene tranquilo, aunque también quería verlo, no lo ha echó desde que lo saco de casa de sus padres y no a proseguido con el trámite de divorció.

Y no debería querer verlo, pero era inevitable, creció con JungKook y antes de que vivieran juntos solían verse casi todos los días, y dejar de hacerlo de un día para otro si le calaba. Sentía cierto vacío en su pecho y una presión impresionante por querer abrazarlo de nuevo. —Vaya, realmente luces como un empresario— Esa voz resonó por toda su oficina, levantó la vista de los papeles que estaba leyendo y la dirigió hacia el intruso que entró sin tocar. —No creí que fueras tan dedicado, Hyung— Su mirada era neutra, pero en su interior estaba haciendo una fiesta por ver al menor después de más de un mes.

-Me gusta lo que hago- Contestó con simpleza. -¿Cómo entraste?-

-Resulta que para todos aquí aún soy tu esposo, la recepcionista apenas me vio me dijo "Sr. Kim, es un placer tenerlo aquí, supongo que viene a ver a su esposo"- Pronunció con su imitación de voz femenina haciendo sonreír al rubio. —Después me dio esta credencial y me dijo donde estaba tu oficina— Se encogió de hombros y término por entrar, cerro la puerta detrás de sí y se sentó en una de las dos sillas frente al escritorio del mayor.

-¿Qué te traía por aquí?- TaeHyung se recargo en el respaldo de su silla y entrelazó sus dedos sobre su abdomen. —¿A que se debe la grata presencia de Kim JungKook?— Preguntó, haciendo burla a como todos ahí le llamaban al menor.

-Bueno, la recepcionista lo dijo, vengo a ver a mi esposo- El rubio rodó los ojos y se dedicó a observar a JungKook por varios segundos, tal vez minutos, lucía bastante bien, su cabello tan negro como siempre, su piel tan blanca y perfecta como la recordaba y sus ojos tan llenos de vida. El menor se cohibió en su lugar, la intensa mirada del rubio sobre su persona le puso nervioso.

-Ya, en serio, ¿Qué haces aquí?-

-Ya lo dije- El mayor endureció su mirada a lo que el azabache sonrió. —¿Qué? Es enserio Hyung, vine a verte— Kim apartó la mirada del menor y la posó en algún punto en el infinito.

-¿Para qué?- Preguntó después de varios minutos en profundo silenció, al principio le gusto ver a JungKook allí, pero ya no, su presencia comenzaba a recordarle por que se había alejado de él.

-Hyung, siento haberte echó daño, te juró que si hubiera sabido lo que sentías jamás te habría lastimado, yo...

-Basta, no fue tu culpa, no sabias así que no te culpes por ello¿Es todo?- Preguntó, su mirada dura sobre el menor.

-No- TaeHyung arqueo sus cejas indicando que lo escuchaba.

»Tae, no mentí cuando te dije que podríamos intentarlo, también me gustas y... Bueno, esto es difícil pero... Te amo, WonWoo me ayudó a darme cuenta de eso, lo hago desde que tengo 15 años tal vez desde antes, no lo se con exactitud, pero repremi esos sentimientos, no quería que nuestra amistad se fuera por un tubo si me confesaba y me encargue de encerrar mis sentimientos y los olvide, pero aún así no podía evitar sentirme celoso cuando me presentabas a alguien con tu pareja, y yo... Yo de verdad te amo, por favor TaeHyung, dame la oportunidad de demostrar-telo hay que intentarlo«

El mayor le miro, tratando de encontrar algun indicio que le indicará que era un broma, una demasiado pesada y de mal gusto, pero podía ver la sinceridad en los ojos de JungKook. Aún así, algo en su interior le decía que no debía aceptar, su corazón tenía miedo de salir lastimado nuevamente.

-No JungKook, no me hagas esto, no- Se puso de pie y le dio la espalda al menor, sobo su sien y se exalto al sentir los brazos del azabache rodeándole por detrás. —JungKook, vete— El mencionado apretó el agarre. —JungKook, por favor— Hizo caso omiso y beso la nuca del mayor, este se tensó y se separó de él con brusquedad. —¡Que te vayas!— Grito, el azabache brinco en su lugar.

-Tae, por favor, yo realmente te amo-

-No, no puedes venir ahora y decirme esto, vete, vete, vete- TaeHyung se alejó del menor lo más que pudo, como si estar cerca de él le quemara.

-Hyung-

-¡Que te vayas JungKook! No me hagas llamar a los de seguridad- El mencionado asintió, se dirigió a l puerta y antes de salir miró al mayor.

-No me rendiré Hyung, te demostrare que te amo- Pronunció antes de salir. TaeHyung dejó escapar las lágrimas que se habían acumulado en sus ojos, el dolor era más intenso, ¿Por que?

No supo en que momento HoSeok entró a su oficina y lo abrazo, el se del hacer y se dedicó a seguir llorando en lo brazos de su primo, no sabía si lo que JungKook le dijo era verdad, y si lo era, entonces no entiende por que habló hasta entonces.

Era demasiado tiempo, incluso más de lo que el había cayado, Jeon hizo que su cabeza diera vueltas, que le dijera que lo ama debería ponerlo feliz ¿No? Era justo lo que había deseado por tanto tiempo y ahora que lo tenía le estaba volviendo loco, no entendía nada.

Amaba a JungKook como a nadie, ese chico azabache era su vida, aún si ya no hablaba con él, le preocupaba y necesitaba saber como estaba, si estaba comiendo bien, si dormía, si esta bien de salud y más, en su interior aún burbujea la necesidad por cuidar al menor.

¿Debería intentarlo? Pero, teme salir lastimado, otra vez. El menor bien podía estar mintiendo y sólo quería intentar a ver si se daba, pero si estaba diciendo la verdad y no aceptaba, entonces su oportunidad de tener algo con JungKook se habrá desvanecido.

Tenía mucho que pensar, mucho que aclarar.

➡ 15.04.2019

Casados por acuerdo. [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora