XXXVIII

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Leyó con rapidez y sin prestar real atención a los textos, firmó las hojas en donde requerían su firma viendo aún lado de ese espacio el espacio que esta designado para el contrario. Paso las hojas al menor y este las firmó sin detenerse a si quiera echarle un vistazo.

-Entonces, su divorcio esta prácticamente listo, aún pueden arrepentirse- Pronunció el abogado de ambos al recibir las hojas de vuelta. Los menores negaron. —Bien, nos vemos— El hombre se puso de pie e hizo una reverencia para después salir de la oficina de TaeHyung.

-Aún así no me rendiré Hyung- Habló JungKook después de varios minutos sin decir absolutamente nada.

-Como sea- El rubio ignoró su presencia y se dedicó a trabajar bajo la atenta mirada del menor.

-Me voy ya, mi padre me necesita en la empresa, nos vemos TaeTae- Se puso de pie y se posó aún lado del mayor para después darle un beso en la mejilla e irse. Kim dejó de prestarle atención a lo que estaba leyendo al sentir los suaves labios del menor, cerro sus ojos y acarició su mejilla izquierda, esta cosquillea por el anterior beso, su piel quiere sentir esa sensación de nuevo.

Suspiró y giro su silla para poder mirar la ciudad, después de que JungKook fue a su oficina inició los trámites de divorció, agradecía que llevará tan poco tiempo, sólo un mes bastó para que su divorcio se llevará a cabo. El menor volvería a ser un Jeon y ahora eran completamente libres.

Miró el par de anillos en su dedo índice, se los quitó y volvió a trabajar, pero... Tuvo que volverse a colocar los anillos pues se sentía incómodo sin ellos, sentía que algo le faltaba y se dio cuenta que eran ese par de anillos.

-¿Qué no ya firmaste los papeles de divorció?- ¿Qué nadie sabe tocar la puerta antes de entrar? Se  preguntó Kim, últimamente entraban a su oficina como Pedro por su casa.

-Si, ¿Por qué?- Preguntó sin despegar su vista de la computadora.

-Aún traías los anillos- Se encogió de hombros y siguió con lo suyo, no iba a ponerse a dar explicaciones sobre eso. —¿Me vas a ignorar?— Suspiró, decidió botar el trabajo, apagó la computadora y miró al mayor.

-¿Qué se te ofrece HoSeok?-

-Momo me pidió que te pidiera que le llevarás fresas, no ha dejado de tener ese antojo y le da pena pedírselo a mi tío- Informó, TaeHyung sonrió ante la información, a pesar de ya llevarse bien con su padre, Momo no dejaba de sentirse apenada cuando estaba con él.

-Gracias Seok, me iré ya, estoy cansado- Se despidió del mayor con un abrazo y salió de su oficina. Se dirigió al súper mercado más secano y compró una caja de fresas.

Ya en casa de sus padres las llevó a la cocina. —¿Podrias lavarlas por favor?— Preguntó al cocinero de la casa.

-Por supuesto TaeHyung-

-Gracias- Fue a su habitación y se dio una ducha, se colocó ropa cómoda para después tratar de dormir un poco, siendo en vano el intento por que no lo logró. Suspiró frustrado y se dirigió a la cocina, tomó uno de los topers con fresas y se dirigió al jardín, donde sabía que estaría Momo.

-He traído las fresas para los comelones- Pronunció una vez que estuvo lo suficientemente cerca para que la menor lo escuchará. —¿Burbujita ha molestado mucho?— La chica sonrió y negó.

-En realidad no, ha estado muy tranquilo- TaeHyung se arrodilló dejando su rostro a la altura del vientre, le dio las fresas a la rubia y posó sus manos sobre el bulto.

-¿Así que burbujita ha estado tranquilo? Es bueno que no molestes mucho a mamá pequeño- El pequeño bebe pateó, ambos rieron.

-Mi tranquilidad se ha ido, cuando escucha tu voz, enloquece- El mayor sonrió y volvió a hablarle al pequeño.

Casados por acuerdo. [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora