Capítulo 3

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X soltó un suspiro al no poder recordar nada de la noche anterior, por lo que se dedicó a trabajar para que su jefe no se enojara más con él, después de todo, su día libre no era hoy, sino mañana, a diferencia de Zero que podía continuar durmiendo. Sonrió al pensar en él, asu vez, se sonrojó por pensar en la noche que había pasado con él, era un lástima que no pudiera recordarlo, sin embargo, para que Signas le reprochara sobre su relación, algo había pasado ¿Faltarle al respeto? ¿De qué forma? Era un asunto misterioso para el ojiverde, sin embargo, no tenía tiempo de pensar en ello.

Hoy debía entrenar a su tropa. Sí, X tenía una tropa desde hacía un tiempo, sin embargo, esta tropa solo entraba en acción cuando se necesitaban refuerzos y solo cuando X llamaba, lo cual era curioso, X era enviado en misiones junto a Zero y las tropas de Zero, pero las tropas de X no eran tomadas en cuenta, pensó muchas veces en quejarse de esto hasta que notó que los de su tropa eran Hunters novatos que no tenían ni la más mínima idea de cómo era un enfrentamiento Maverick, por ende, se le otorgó permiso al azul para entrenarlos en su tiempo libre, aunque X no estaba muy feliz de ello.

-¡Muy bien señores!- dijo, llamando la atención de su tropa -Espero no hayan bebido mucho anoche, no tenemos tiempo que perder-

-Pero señor- dijo uno -Varios de nosotros tenemos jaqueca- replicó y varios asintieron.

-Ese no es mi problema, quiero que den cincuenta vueltas para comenzar ¡Ya, ya, ya!- ordenó e instantáneamente todos comenzaron a trotar alrededor del campo sin perder nada de tiempo.

X era conocido por ser un suave terrón de azúcar, pero cuando se trataba de entrenamiento podía ser muy duro, los rumores decían que había mandado a la sala de reparaciones a una tropa entera cuando reemplazó al capitán ese día. Nadie quería entrenar con X, pero hoy estaba siendo piadoso.

Los observó correr aún con ese dolor en los circuitos, pero de nuevo, su mente se perdió tratando de recordar los acontecimientos de la noche pasada. Si no fuera porque los soldados gritaban las vueltas que daban, habría perdido la cuenta.

Un joven rubio sacó de sus pensamientos a X, haciendo que este se mostrara claramente sorprendido. 

-Zero- dijo al notar los brillantes ojos azules del mayor.

Y Zero sonrió al escuchar la dulce voz del menor pronunciar su nombre. Era una dicha para el Reploid Carmesí el simple hecho de escuchar la melodiosa voz de X. Realmente lo amaba.

-Hola X- saludó volviendo su vista a las tropas -Siendo estricto, eh-

-No tanto...- respondió el menor. No era un mito que Zero era mucho más cruel con sus tropas.

-¿Cincuenta vueltas luego de una noche de borrachera y una mañana de jaqueca? ¿Eso no es cruel?- cuestionó en tono bromista.

-Perdone, señor condescendiente- X no cambió su semblante serio y cansado sin dejar de vigilar a sus tropas.

-Escuché que Signas te ha llamado a su oficina ¿Sucedió algo?- preguntó usando un tono serio, burlándose de X.

X bajó la mirada recordando la conversación. Nunca le gustaron las llamadas de atención.

-Me pidió que fuéramos más discretos, Zero- respondió levantando la mirada -También me dijo que no quería que volviera a faltarle al respeto otra vez ¿Sucedió algo de lo que deba enterarme?- dirigió su vista al rubio.

Zero se mantuvo en silencio, sosteniendo su mirada. Al principio pareció sorprendido, ahora parecía inquieto.

-Nos descubrió besándonos lejos de la multitud- respondió el rubio.

-¿Qué pasó exactamente?- X parecía confundido con aquella excusa, pero su voz se mantenía firme.

-Nada especial, nos alejamos de la fiesta y nos besamos, él apareció de la nada y se molestó, realmente no fue nada- dirigió su mirada hacia los soldados.

Lo evitaba.

-¿Por qué sería eso ser indiscreto? ¿Cómo le faltamos al respeto?- inquirió con sospecha X. Estaba hartándose.

-El Comandante Signas es raro, no hagas caso- se dio la vuelta y comenzó a alejarse.

-¡No te atrevas a dejarme hablando solo, Zero! ¡Soy tu igual y merezco respeto!- ahora estaba molesto. Tal demanda hizo que los soldados se detuvieran para escuchar. Zero se dio cuenta de esto, pero no podía cambiar nada.

-Ignóralo ya- el rubio se fue dejando al azul completamente molesto detrás.

X decidió tragarse sus palabras.

-¡¿Qué están viendo todos ustedes?! ¡Quiero que den otras veinte vueltas!- ordenó ignorando lo anterior.

¿Cómo se atrevía? ¿Cómo podía? Si no obtenía respuestas por parte de su pareja, las obtendría por sí mismo, y el único que sabía lo que sucedió además de Zero, era Signas, el Comandante Signas, solo necesitaba cuestionarle lo que sucedía.

-¡Carlson!- llamó. Ese Reploid era uno de sus mejores soldados y era de gran confianza.

-¡¿Sí, señor?!- preguntó el mencionado.

-Te dejo a cargo del entrenamiento, debo resolver unos asuntos con el Comandante Signas, si se me necesita, búscame en su oficina- X dio media vuelta y salió del área de entrenamiento.

Iba a obtener respuestas de cualquier forma.

¡Perra!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora