Capítulo 28

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Ctm, esta mierda se está alargando aaaaaaah.

×××

El Comandante Signas soltó un largo suspiro mientras colgaba su uniforme en su clóset.

Ya estaba planchado y listo para usarse al día siguiente.

Su casa estaba solitaria y silenciosa, sus pasos cruzando su habitación eran lo único que podía escucharse en toda la residencia.

Cerró la puerta del clóset. No había podido encontrar su gorra, en parte le daba vergüenza presentarse en el trabajo con el uniforme incompleto, pero hasta que encontrara su gorra no tenía opción.

Listo con su pijama, se acostó sobre la cama y se cubrió con las suaves sábanas calientes.

Tenía una cama de tamaño matrimonial, pero no tenía a nadie con quien compartirla.

Tomó de la mesa de noche el libro que actualmente estaba leyendo, era un libro muy antiguo y poco conocido para los Reploids de esa época.

Abrió el libro justo en la página en donde se había quedado solo para leer las siguientes líneas:

“Tal vez solo deseo poder amarla bajo la luz del sol en vez de solo poder besarla bajo el manto lunar" había comentado Oliver con suma agonía a su viejo confidente Thomas.

"Oh, mi viejo amigo, tu amorío no es más que una anécdota en el tiempo, no importará nunca cuanto sufras, tú siempre estarás en lo equivocado, ruego que la dejes y busques a otra mujer que venda amor" había replicado Thomas después de soltar el humo de su cigarrillo.

Aquel humo de olor tan nauseabundo para Oliver, había formado figuras hermosas sobre aquella mujer con dueño, el humo imitó sus curvas y la mostró bailando frente a él.

"No puedo, Thomas, la amo, y seguramente jamás dejaré de amarla, si tan solo ese hombre muriera, yo podría gritar a los cuatro vientos lo que siento por ella" replicó entonces el pelirrojo.

Apartó la vista del papel por un segundo, no podía soportar la idea de sentirse identificado con el joven Oliver quien se había enamorado de una mujer mayor y casada.

También quería amar a una persona a la luz del sol, pero su situación no se lo permitía. Seguramente, esa misma noche, mientras él se sumergía en sus melancólicos pensamientos, X le decía a Zero lo mucho que lo amaba, seguramente gemía su nombre apretando las sábanas.

Cerró el libro rápidamente, ya no quería leer más. Lo dejó de nuevo en la mesa pero no apagó la luz de su lámpara.

¿Acaso debía seguir el consejo de Thomas y enamorarse de otra persona? ¿O conseguir una mujer que le "vendiera amor"? ¿O tal vez debía ser como Oliver y continuar enamorado, luchar contra viento y marea para conseguir aquello que tanto anhelaba.

Realmente no lo sabía.

Miró a su alrededor.

Cuan solo estaba.

Miró a la ventana, el cielo estaba estrellado. ¿Quién era él para romper una relación como la de X y Zero?

Pero no, no quería sufrir más.

¡Perra!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora