7. Pegaso Vs Dragón

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Los minutos pasaban, Seiya daba lo mejor de si en atacar a su rival quien sin problema alguno esquivaba sus meteoros de Pegaso, estaba enfrentando un verdadero reto con el caballero dragón cuyo escudo le daba una fortaleza increíble. Golpe tras golpe Shiryu destrozaba su armadura, aún así, pegaso no daba rienda suelta a su rival a pesar de tener su boca llena de sangre y la respiración agitada.

Shunrei no podía creer que el castaño haya soportado los golpes que este le había propinado.

-¿Cómo es que aun puede permanecer en pie?- la chica observa a Shiryu a lo que él sonríe.

-Todo estará bien Shunrei- en eso interviene Seiya con un golpe el cual logra esquivar con su escudo nuevamente.

-Demonios, si que es muy fuerte... Tengo que acabar con esto de una vez por todas. Tiene que haber una forma para derrotar...

Seiya miró detenidamente el escudo de su rival y tras estudiar que todos sus movimientos habían sido esquivados por ello, una idea surgió en cuestión de segundos.
Otra vez se puso de pie, Shiryu insistió en que debía rendirse a lo que él sonrio burlonamente y respondió:

-Ya se cual es tu punto débil...

-¡Qué!

-Prepárate Dragón, ¡esta pelea la ganaré yo!

Corrió a donde dragón se encontraba con su puño levantado dispuesto a atacarlo de frente; Shiryu se puso a la defensiva y un fuerte destello se hizo presente cuando pegaso atacó a dragón.

Los espectadores entraron en pánico al ver que pegaso se detuvo en las cuerdas del ring, estaba sangrando por la frente, Saori quedo impresionada por la estrategia de que se pusiera nuevamente de pie.
Por otra parte sus compañeros de armas miraban con asombro el accionar del castaño, entre ellos Hyoga.

Pero para sorpresa de todo el público fue que al ver la repetición de ese ataque quedaron con la boca abierta, Shiryu quedó en shock al ver que su escudo había sido destrozado por completo, y lo peor del caso fue su propia mano la que lo había golpeado.

-¡Cómo te atreves!

-Jeh...te lo dije... Tú escudo era lo que me impedía atacar- dijo mientras se recuperaba. -Pero sabes algo... Es mejor que terminemos con esto de otra forma- se quito el casco y con un ojo entrecerrado se puso posición de ataque.

-Esta bien... Es ahora... O nunca...

La batalla entre aquellos caballeros se había tornado demasiado violenta, ambos terminaron por quitarse sus respectivas armaduras y terminar con la pelea de forma limpia, sin importar quien de ellos dos pudiera morir. Seiya se mantenía en pie a pesar de los fuertes golpes que había recibido por Shiryu quien estaba recargado en un costado del ring con la respiracion agitada y su cuerpo sudado.

-Esto termina... ¡Ahora!

Dijo Shiryu y con todas las fuerzas que tenía termino dejando a pegaso en el suelo. El público estaba preocupado por el castaño quien por un momento volvió a quedar inconsciente, escuchaba a la gente que le daba ánimos, todo había acabado para él.

Pero, tras recordar la promesa de encontrar a su hermana Seika, Seiya reaccionó para luego ponerse de pie por última vez. A pesar del cansancio y el dolor que sentía no dejaría perder la esperanza de reencontrarse algún día con ella.

Encaro nuevamente a Shiryu quien al igual que él estaba demasiado agotado, los cosmos de pegaso y dragón recorrieron sus cuerpos una vez más para poder darle fin a esta pelea. Ambos terminaron golpeándose con todo lo que les quedaba de fuerza, hubo un completo silencio en el coliseo, hasta que pegaso cayo de rodillas al suelo. El caballero dragón terminó de pie dando así su victoria la cual no duro mucho pues al momento de haber salido del ring a ver a Shunrei terminó por caer al suelo.

-¡¡Shiryu!!- dijo alarmada Shunrei.

Los demás caballeros entraron a la escena, Shun se dirigió a ver al caballero dragón quien había quedado sin pulso, alarmando a Seiya y compañía.

-¡Oh no! No tiene pulso- la peliverde estaba asustada.

-¡Qué dices! Pero como es que...- Jabu responde.

-Esto es una broma verdad, Shiryu no puede morir- replicó Nachi.

Seiya estaba gravemente herido pero aun así no iba a permitir que su contrincante muriera, le pidió a Geki que lo cargara entre sus brazos y lo llevara a donde se encontraba Shiryu y el resto los caballeros.

-Sh... Shiryu...

-Shiryu...¡por favor despierta!- la chica de cabello negro se puso a llorar. -Por favor...ayúdalo- suplicaba la chica a Seiya.

-Shi...ryu yo...- pegaso miraba a dragón e intento levantarse cosa que fue para mal ya que no podía mantenerse de pie a la perfección.

-Miren... Su espalda...- señaló ichi.

-Ese es...un Dragón... ¡Y esta desapareciendo!- contestó Ban.

-Así es... Él maestro lo dijo una vez- todos observan a Shunrei. -Si la marca del Dragón desaparece de su espalda...definitivamente morirá, te lo imploro caballero debes regresarle el golpe, no dejes que Shiryu se muera.

-Cla...claro que no... No dejare...que muera...debo...ayudarle.

-Pero Seiya está muy herido, como va a poder golpear a Shiryu- dijo incrédulo ichi.

Shun tomó por los hombros a Shiryu dejando el tatuaje a vista del castaño.

-Hazlo Seiya, no dejes morir a Dragón

-Esta bien...-el castaño hizo lo que pido para permanecer en pie y poder ayudar a Dragón. Estaba a punto de realizar el golpe pero la mano del caballero cisne lo detuvo.

-Lo mejor es que des tres pasos atrás si no las cosas serán peor- el rubio miraba hacia donde Shun estaba junto con Shiryu.

-De acuerdo... Espero...que todo regrese a la normalidad.

El público entró en tensión, la vida de Dragón dependía de él, los demás caballeros estaban a la espera de lo que podría pasar. La vista de Seiya estaba nublandose, su rostro goteaba sangre, estaba por caer al suelo pero Hyoga logra detenerlo.

-Tú puedes Seiya...no te rindas- exclamó la peliverde.

-Vamos...Shiryu depende de ti, Seiya- dijo Hyoga.

Al ver que no había reacción del castaño, los niños del orfanato se levantaron de su asiento y comenzaron a animarlo, al poco tiempo el público también lo hizo. Todos estaban apoyándolo a ponerse de pie nuevamente, hasta en ese entonces que una voz familiar le hizo reaccionar.

-¡¡Seiya!!...¡¡Levántate amigo!!

-Ehhh...- Miho estaba observando con lágrimas cayendo por sus mejillas.

-¡¡Vamos Seiya!!- El grito de la chica hizo eco, Seiya se puso en pie.

-Te salvareeeeeee

Seiya lanzó un puñetazo certero en la espalda de Shiryu haciendo que este junto a Shun se estrellaran contra las paredes. El silencio no se hizo esperar en el lugar por unos minutos, tanto Seiya como el resto estaban con el alma de fuera, no fue hasta que la peliverde se movió y asintió al resto de los caballeros.

-Lo lograste Seiya.... ¡¡Esta vivo!!

Todos se alegraron tras escuchar la oración, la marca del dragon reapareció en la espalda de Shiryu. Jabu grito con alegría la resurrección del caballero dragón mientras que Hyoga se dirigió a levantar a su compañera de armas.

-¿Te encuentras bien?- extendió su mano.

-Si... Estoy bien- toma su mano y se levanta.

Hyoga sonrió y luego miro a Seiya fijamente, le dolió admitir que era más fuerte que él. Aunque en su mente decía que no tendría piedad para el siguiente enfrentamiento.
Todos aplaudían a Seiya quien termino por marearse aun sin dejar de lado su felicidad.

-Me alegra... Que este... Vivo

Fue lo último que el caballero pegaso dijo antes de desplomarse al suelo.

Saint Seiya ChroniclesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora