35. Lucha Sangrienta (2/2)

392 35 32
                                    

—Máscara de muerte, no me digas que el gran patriarca te ha mandado a matarme.

—¿Qué? ¿a matarlo? — Shiryu indagó.

—Odio tener que hacerlo por el debido respeto que le tengo, pero no puedo dejar de lado las ordenes que se me han inculcado.

Shiryu no iba a permitir que aquel caballero dorado le hiciese daño a su maestro, en un acto de adrenalina saltó hacia donde estaban los dos hombres y se puso en medio de ambos. El caballero dorado miró de pies a cabeza al joven chino e hizo un gesto de enojo.

—¿Quien demonios eres tú? — cuestionó el caballero dorado.

—¡¡Soy Shiryu de Dragón, y no permitiré que le pongas una mano a mi maestro o te las verás conmigo!! — Shiryu se puso a la defensiva.

—¡Hazte a un lado mocoso si no quieres que acabe también contigo! — ordenaba Máscara de Muerte pero Shiryu se negó a darle paso.

—Sobre mi cadáver que le vas a hacer daño a mi maestro... ¡Escuchaste!

—¡No me hagas reír mocoso! ¡te demostraré la verdadera fuerza de un caballero dorado! — exclamó Máscara.

—¡Eso está por verse!

Shiryu saltó por los aires dispuesto a golpear al santo dorado con una patada pero él caballero de Cáncer esquivó su pie con tan solo un dedo dejando impresionado al caballero de bronce.

—¡Imposible! Bastó de un solo dedo para detener mi golpe — pensó Shiryu, Máscara sonrió perversamente y en un abrir y cerrar de ojos había herido a Dragón, él cual cayó por las cascadas. Dokho solamente observaba la escena.

—¡Qué idiota por tratar de enfrentarse a un caballero dorado!, Pero ahora eso no mi prioridad... — Máscara giró su vista nuevamente a Dokho. —He venido aqui porque debo cumplir con mi misión, acabar con usted gran maestro... o debería decir... Uno de los 12 caballeros legendarios... El caballero de Libra — afirmó el de cabellera azúl-púrpura.

Detrás del maestro Dokho se apareció la armadura legendaria de Libra mientras  miraba fijamente a Máscara de Muerte.

Por otra parte, Shiryu estaba en lo más profundo de las aguas mientras recuperaba la conciencia, la armadura de Dragón estaba frente a sus ojos e inmediatamente esta se desmontó de si para ser portada por él.

Dokho parecía estar en graves aprietos mientras veía a Máscara de Muerte acercarse poco a poco hacia donde se encontraba.

—Se me encomendó acabar con su vida por haberse interpuesto en las órdenes del sumo sacerdote durante estos 13 años que usted estuvo ausente en el santuario, resignarse a morir maestro — comentó el caballero de Cáncer.

—¿Eres ignorante? Que no te has dado cuenta que el único culpable de intentar matar a la diosa Atena es el sumo sacerdote — respondió Dokho.

—¿Y eso a mí qué? — cuestionaba Máscara en tono burlesco, Dokho ocultó su rostro detrás del sombrero.

—Creia que los caballeros dorados iban a mostrar fidelidad por el sumo sacerdote porque no eran conscientes de las cosas malas que él estaba haciendo, pero hay otros que a pesar de saber la verdad continúan permaneciendo a su lado — expresó Dokho.

—Usted sabe que el bien y el mal cambian de contexto con el pasar del tiempo, o sino recuerde lo que pasó en la historia cuando los nazis querían justicia o cuando el ejército Japonés luchaba contra una de las grandes potencias. En el caso del gran patriarca, todos sus actos malos en algún futuro serán catalogados como actos de justicia — resaltaba Máscara de Muerte, sin embargo Dokho reía en voz baja.

Saint Seiya ChroniclesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora