11. Cuatro Oscuridades 2/?

629 47 45
                                    

—Veamos quien eres realmente lindura.

Cisne negro tenía a la ojiverde a su merced y a punto de cometer un abuso, estaba por quitarle la máscara a la amazona cuando afortunadamente una corriente de hielo logra congelar su mano.

—No puede ser... Mi mano está...

—¡Suelta a esa chica!

Andromeda alza la cabeza topandose con nada más ni nada menos que su compañero de armas cisne y el cual era responsable de haber congelado la mano de su opresor.

Viendo la situación en la que la amazona estaba no dudo en mirar con rabia a su adversario quien era idéntico a él físicamente.

—Así que tú debes ser el caballero que usa la misma armadura que yo, que patético... Muy bien, luchemos para ver quien merece ser llamado como tal.

—Muy bien, pero conste que si acabo contigo me quedaré con esa hermosa dama.

—¡Jeh! eso no pasará si yo me opongo antes.

Acompañado de una fuerte ventisca arrojó a cisne negro contra uno de los árboles, Shun miraba a ambos caballeros cuyo parentesco era increíble, con la única diferencia que uno de ellos le sirve a Athena mientras el otro era todo lo contrario.

Ambos luchaban con uñas y dientes, cisne negro lanzó su ataque el cual Hyoga logra cubrirse con ambos brazos, sin embargo el ataque dejó inmóvil parte de su cuerpo.

—¡Oh no! ¡Hyoga! — Shun se alarmó.

—Jajajaja, mi nieve negra es más poderosa que la tuya cisne, no habrá nada que pueda destruir... ¡Qué!

Hyoga logra destruir el hielo que lo tenía apresado, sonrió burlón a su contraparte quien quedó impresionado por su poder.

—¿Crees que tú nieve es muy poderosa?, ¡no me hagas reír!... Mi cuerpo ha soportado las peores bajas temperaturas durante mi entrenamiento y aun así me mantengo de pie, podrás congelar a una persona pero nunca podrás hacer eso conmigo... Ahora te demostraré lo que es el verdadero poder del cisne.

—¡¿Cómo?!— observa a Hyoga hacer la pose del cisne.

—¡¡Polvo.... De Diamantes!!

El ataque de Hyoga fue esquivando por su contraparte, no obstante pudo congelar su pierna derecha y cayó sentado al suelo.

—¡Ahora verás!

Hyoga iba a lanzar su ataque una vez más, sin embargo fue interrumpido por una serie de cadenas que protegieron a cisne negro. Shun se sorprendió al ver esas cadenas que eran exactamente iguales a las suyas con la diferencia que estas eran de color negro.

—¡Cisne! ¿Qué haces perdiendo el tiempo?

Una voz femenina le llamaba a lo lejos, Shun logra observar a aquella mujer quedando sin palabras, las cadenas eran de su pertenencia y a diferencia de la amazona esta última no usaba máscara; junto a ella otros dos caballeros quienes se parecían tanto a Seiya y Shiryu le acompañaban.

—Ah, son ustedes. Porqué tienen que intervenir en el mejor momento.

—El señor Fénix nos está llamando, hay que darnos prisa— uno de los caballeros responde.

Esto hizo que cisne negro se quejara y viera a Hyoga.

—Seguiremos con esta pelea, otro día.

Da un salto acrobático hacia donde los demás le esperaban para luego desaparecer, Hyoga tocó su brazo e hizo un mohín.

Saint Seiya ChroniclesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora