25. Traición

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Había pasado un rato desde que Seiya partió en busca de sus amigos, Babel apareció en el lugar debido a que estaba preocupado por su colega Misty tras haberse tardado en ir al santuario, le impactó ver al rubio tendido en el suelo ya sin vida, vio una carta con la imagen de un pegaso en el pecho de su compañero causando su rabia e indignación.

—Maldita sea... ¿Cómo es posible que ese niño pudo acabar contigo? Creí que Marín lo había matado.

A lo lejos le fue arrojada una carta cuya imagen era la de un cisne, Babel vio una silueta acercarse al lugar.

—¿Y está carta?... ¡No puede ser! — la silueta tomó la imagen de un joven de cabello rubio, ojos azules y portaba la armadura del cisne, Hyoga hacía su aparición. —¡Cisne! — sus ojos se abrieron como platos .

—¿Qué pasa Babel? ¿Acaso viste un fantasma? — éste habló con sarcasmo.

—No puedo creer lo que mis ojos ven, tú... tú estás muerto. ¿Cómo es que sigues vivo? — cisne rió en voz baja.

—¿De que hablas? Ni siquiera me he enfrentado contigo, lo que pasa es que algunos caballeros tienen la habilidad de crear ilusiones para engañarlos a ti y al resto de los caballeros. ¡Mírate! Algo tan predecible te hizo caer redondito ¡que tonto! — Babel gruñó.

—No entiendo, si no fueron tú y esos mocosos a los que supuestamente enterramos, entonces... ¿a quienes fueron los que enterramos? — Babel cuestionó a Hyoga.

—Es tan fácil hacer creer que el color negro parezca color blanco, pensaba que a los caballeros de plata las ilusiones no iban a afectarles en nada porque son superiores a nosotros pero... Parece que me equivoqué — cisne rió cómico.

—No permitiré que un estúpido como tú se siga burlando de mí, ahora sentirás el verdadero poder de mis llamas de fuego.

El caballero de centauro comenzó a atacar a cisne con sus potentes llamas, Hyoga esquivaba cada ataque pero Babel no iba a rendirse fácilmente y logró prender en llamas la hombrera de la armadura de su adversario quien de inmediato apagó el fuego con las manos.

Babel nuevamente atacó a cisne y esta vez pudo hacer arder en llamas su armadura para después ser golpeado por un fuerte vórtice de fuego.

—¡Ahhhhhhh!

—¡Jajaja! nadie puede escapar de mis llamas Hyoga, ahora te haré sufrir hasta que te conviertas en cenizas — dijo Babel cantando victoria.

—Solo estaba bromeando — Hyoga presumió una risa burlona ante Babel mientras disipaba las llamas con su cosmos helado.

—¡Que clase de tipo eres tú! — exclamó.

—Uno que te demostrará lo que hace una ilusión y una realidad, ¡prepárate para sentir el verdadero poder del cisne!

Lanzó a Babel con su remolino helado desde los aries ocasionandole graves heridas en todo su cuerpo, el santo de plata impactó contra el suelo.

—¡Imposible!... Me... Venciste... — Hyoga lo miro seriamente. —¿En serio van a ir en contra de las leyes del santuario? ¿No tienen miedo a ser castigados?

—Soy consciente del castigo que se nos impondrá de parte del patriarca pero de ser así... Estoy dispuesto a luchar contra ellos, mi cosmos arde junto a mi corazón.

Babel no soportó las heridas y murió de inmediato, cisne percibió el cosmos debilitado de Seiya al igual que el de sus compañeros.

—Creo que esto queda en mis manos... Seiya, y si en verdad tú, Shiryu...y Shun han muerto...no, no es momento de pensar esas tonteras Hyoga, no puedes decir eso todavía. Deben estar vivos, debo encontrarlos y así asegurarme que tanto Shun como los demás se encuentren bien.

...

En otra parte Moisés junto a Marín y Asterion hurgaban en las supuestas tumbas de los caballeros de bronce llevándose la gran sorpresa al ver que eran los caballeros negros los que se encontraban ocupando el lugar de los santos de bronce.

Marín sabía que esto era nada una ilusión de la cual el santo de ballena como a perros de caza habían sido engañados.

—Esos mocosos aún siguen con vida — Moisés enfureció.

—Y no solo eso... Misty y... Babel han muerto por su culpa, las cartas dicen que pegaso y cisne se encargaron de ellos — Babel cuestionó a Marín a la vez que era observada por Asterion. —¿No que tú te habías encargado de pegaso?

"¿Qué hago ahora? Si se enteran de que Seiya y el resto aún siguen con vida, irán por ellos hasta darles muerte"

El pensamiento de Marín la tenía entre la espada y la pared, sin embargo, perro de caza tenía la capacidad de leer la mente así como saber el siguiente movimiento de su enemigo de tal forma que era difícil tratar de engañarlo.

—¡Lo sabía! No mataste a Seiya, le dejaste escapar junto a esos bastardos — Moisés miró con sorpresa a Asterion.

—Vaya... Y pensar que no necesite hablar has leído todos mis pensamientos, me conoces a la perfección como si de un libro abierto se tratara — respondió la castaña.

—¡Maldita traidora! Le salvaste la vida a tu discípulo y eso no es todo... Hasta Mu se atrevió a jugarnos esta mala pasada al haber teletransportado del monte Fuji a los santos negros para que luego los  enterraramos pensando que eran los caballeros de bronce... ¡¿Estoy o estoy en lo cierto Marín?!

Sin embargo la castaña no dijo nada y se alzó a atacar a Moisés pero Asterion supo que era otra ilusión, le dijo a ballena que la atacara detrás de su espalda.

Marín cambio de estrategia y lanzó meteoros hacia el santo de ballena, Asterion nuevamente le dijo que era una ilusión y con facilidad atrapó la mano de la castaña, con una fuerte explosión acústica lanzó al águila por los aires.

—¡Ahhhh!














En otra parte

—¡¡MARIN!!

Seiya despertó en otra parte de la playa, tenía la respiración agitada y la frente sudada tras presentir el cosmos de su maestra que se encontraba en peligro.

...

Marín era brutalmente golpeada por Moisés de Ballena quien no toleró lo que había escuchado por parte de Aterion.

Dejó caerla al suelo sin oportunidad de moverse, quería darle punto final a su vida hasta que Asterion le detuvo.

—Aún no la mates aún Moisés, si usamos a Marín como cebo el estúpido de Seiya no tardará en venir a su rescate — dijo el de cabellera verde oscuro.

—Tienes razón, y en cuanto él este aquí podré matarlo con mis propias manos — exclamó Moisés.

Tomaron a la santa de águila y la colocaron en una cruz invertida sobre las aguas que amenazaban con ahogarla si Seiya no se daba prisa, ambos caballeros de plata se satisfacían de la tortura hacia la castaña.

—¿Crees qué ese mocoso venga a salvar a su tutora?

—Con tal que la marea no se ponga alta es muy probable que Seiya venga — respondió y miró a su compañero. —Sabes una cosa... Dicen que Marín tenía un hermano del cual la separaron cuando esta apenas era una niña.

—¿En serio? — cuestionó Moisés y  Asterion asintió.

—Si...

—Entonces... lo que estás diciendo...

Sin embargo fueron interrumpidos tras oir los pasos ligeros que un chico de cabello castaño había dado, Seiya llegó al lugar y lo primero que observó fue a su mentora quien estaba a punto de morir ahogada por la marea alta.

—¡¡Marin!!

Saint Seiya ChroniclesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora