9. ¡El Fénix!

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Al ver como Andromeda recibió el fuerte ataque el público estaba angustiado, Seiya y Shiryu entraron al ring y ayudaron a la chica a ponerse de pie.

—¡Shun! ¿Te encuentras bien?— pregunta Dragón, la amazona se levantó con dificultad.

—Estoy bien.

—¡Pero qué te pasa! ¿Acaso quieres matar a tu propia hermana?— Seiya le miraba con enojo.

—No sería mala idea pegaso, mi hermana es una estúpida, una llorona, me avergüenza demasiado.

A Dragón y Cisne les molestó la respuesta del Fénix, Andromeda miro nuevamente hacia donde su hermano se encontraba.

—Ikki... De verdad... ¿Eres tú?

Debajo de aquella máscara se escondían sus lágrimas, sin embargo a Ikki parecía no importale lo que su hermana sentía.

—Tú nunca vas a cambiar verdad, todavía no has aprendido a dejar de actuar como una llorona, una ridícula... por eso debo matarte— alzó la voz ante el público y el resto de los caballeros.

Salto al ring y empezó a atacarla, Shun esquivaba lo rápido que pudo los golpes que Fénix le ocasionaba, sin querer bajo la guardia que hizo que este le golpeara en su estómago y retrocediera. La amazona cayó de rodillas, su hermano estaba por darle otro golpe pero Seiya logra detenerlo con una mano.

Fénix lo observa detenidamente por un momento, Seiya parecía estar un poco molesto y muy confuso al verlo atacar de esa manera.

—¡No permitiré que sigas lastimando a tu hermana!

—¡Tú no te metas!

Al Igual que a Shun, Seiya recibió una patada en el rostro siendo arrojado a un lado del ring.
Ikki regresó a donde estaba la armadura de oro, de pronto todos ellos fueron acorralados por unos sujetos que usaban armaduras negras y lentes.

—¿Quienes son ustedes?— Shiryu cuestiona a uno de ellos.

—Esto es muy extraño... Porqué no siento su cosmos, más bien...se siente como si hubiera tanto odio en ellos... No se supone que son caballeros como nosotros— Seiya los observa.

—Lo eran... ellos eran caballeros pero tuvieron que vender su alma al diablo... Son conocidos como ¡Los caballeros negros!

Respondió andromeda y el resto de los caballeros la observaron con sorpresa, la amazona siguió hablando.

—Según tengo entendido, a los caballeros que usaban su poder para su propia ambición provocaría mucha muerte y destrucción en cualquier lugar en donde estos se encuentren, al incumplir su deber de caballeros la diosa Atenea les dio la espalda y es por esa razón que ellos han dado su vida al diablo para satisfacer dichas ambiciones, no les importara quien se cruce en su camino, ellos acabarán con quien sea...

—¿Pero qué demonios hacen aquí?

—Mas les vale que no se muevan— uno de los sujetos habló.

—Ahora entiendo todo... Axia se refería a la Armadura... ¡¡Mi hermano viene por esa Armadura!!

Andromeda alzó la voz, Ikki atacó nuevamente a su hermana dejándola en el suelo, él junto a los caballeros negros tomaron la armadura dorada y se marcharon del coliseo.

Saori dio por suspendido el torneo, él público tuvo que ser evacuado del lugar ante el suceso que acaba de pasar, Cisne ayudo a su compañera a ponerse de pie.

—Vamos, levántate.

—Aun no puedo creerlo... Mi... Mi hermano está...

—¡Él no es tu hermano!, no viste la forma en la que trató— Hyoga responde y la chica bajo la cabeza al suelo.

—Pero... Pero...

—Caballeros, deben ir tras Fénix. ¡¡No dejen de que se lleve la Armadura!!— Saori dio de imediato la orden.

—¡Hay que ir tras él! Debemos quitarle la Armadura a como de lugar— dijo Seiya poniéndose de pie.

—Tienes razón, ¡debemos detenerlo!— Dragón responde.

—Iré con ustedes— les sigue Hyoga.

—¡También yo!

—No Shun, tú quedate aquí— cisne la detiene.

—Pero no puedo dejar que mi hermano se salga con la suya.

—No estas en condiciones de pelear, además esto sera muy riesgoso para ti.

—Cisne... ¡Dejenme ir con ustedes!

—¡¡No!! Es mejor que esperes aquí, no quiero que el infeliz de tu hermano vuelva a ponerte la mano encima.

Andromeda se sobresalto ante la respuesta de su compañero, Cisne se marchó junto a los demás pero ella no iba a permitir que se enfrentaran a su hermano, hizo caso omiso a las palabras del rubio y fue tras ellos.

—Ikki... ¡Qué ha pasado contigo!

Era la pregunta que Shun se hacía ante lo que pasó con hermano, Ikki jamás había sido así, mucho menos con ella.

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Los chicos corrían por toda la ciudad en búsqueda de los caballeros negros, él castaño propuso que cada uno tomara caminos separados para encontrarlos más rápido yendo Seiya al lado norte, Shiryu al este y Hyoga al lado sur.

Para suerte de cisne, uno de los caballeros negros estaba cerca del lugar y sin mediar palabra atacó al rival, mientras que Seiya encontró a otro de los caballeros dando comienzo a una intensa pelea.

Saint Seiya ChroniclesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora