21. Olvido

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Continuación del Flasback

—¿Quién eres tú?

—Cómo es posible que una mísera flor te deje tan quieto, pero eso no importa ahora, si buscas a Jango dejame decirte que tu viaje ha terminado... Yo, Andromeda negra, te pulverizare.... ¡¡Colmillo Negro Nebular!!

Aquella chica lanzó sus cadenas  contra mi, tomaron la forma de varias serpientes que apretaron con tanta fuerza mi cuerpo.

—¡¡Ahhh!!

—Haz lo que quieras, forcejea, suplica, de todas formas ya estás perdido — me dijo, sin embargo eso solo me provocó risa.

—Eso es lo que tu piensas — solté un fuerte grito rompiéndo las cadenas que me tenían atado, ella me miró asombrada.

—¿Cómo? Se supone que mis cadenas...

No le di oportunidad, lanzó mi puño en su contra lo que ocasionó que terminará estrellándose en el suelo.

—Esa mirada... Esta llena... de odio — la chica parecía estar asustada.


"Odia todo"

Esa frase se repetía una y otra vez en mi cabeza, recuerdo la vez que mi maestro dijo que mi padre... Mas bien, el "padre" de todos nosotros, ese mal nacido... Solo nos uso como sus marionetas todo este maldito tiempo.

Mi corazón estallaba en rabia tras escucharle, juré que acabare con todo lo que ese infeliz creó... Los mataré a todos sin piedad, incluyendo a mi hermana que desgraciamente tiene su sangre, la odio... ¡Los odio con todo mi ser! ¡Acabare con todos ustedes! Y no tendré piedad de nadie... ¡¡Nadie!!

—¡¡Pegaso negro!! — dijo un chico de larga cabellera negra mientras me miraba enfurecido. —¡Maldito! — quizo atacarme pero rápidamente logre acabar con él, le tomé del cuello esperando una respuesta sobre el paradero de Jango.

—Dime dónde se esconde ese infeliz, ¡¡Dímelo!! — replique.

—El... Está...

—¡Aquí estoy! — finalmente me tope con Jango que me miraba burlón, al lado suyo estaba la tan ansiada armadura del Fénix.

—Si no me equivoco, vienes por la armadura del Fénix... — no respondí pero le escuché reír. —Muy bien, puede que estos muchachos no te ocasionaron problema alguno, sin embargo yo no tengo misericordia de nadie, te la regalo con una sola condición, tendrás que vencerme para quedarte con ella — me propuso y no me negué a su oferta, estaba decidido.

—Está bien, ¡luchemos! — le dije muy confiado de lo que estaba por ocurrir.

—Ahora sabrás lo que se siente el infierno dentro de ti... ¡¡Puño de Fuego!! — me atacó a través de una llamarada, no obstante pude retener el fuego con una sola mano dejando Jango demasiado impresionado.

—¡Maldición!, ¿qué es esa sombra?, no... No me digas que eso es...

Alcé mi vista a Jango, mi cuerpo ardía por completo, la presencia de aquella ave majestuosa se apoderó de mí, así es... Este es el poder del Fénix.

—Iluso, tus ataques comparados a los de tus secuaces son una escoria, jamás comprenderás lo que se siente vivir en un verdadero infierno, lamentarás haberme subestimado de vil manera... ¡¡Puño Fantasma del Fénix!!

Como un rayo fugaz mi ataque impacto sobre su frente, Jango quedó completamente estático.

{...}

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