23. Caballeros De Plata

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Narración normal

Se encontraba un caballero de cabello rubio largo caminando por lo que fue aquel monte Fuji ahora reducido a cenizas, detrás de él le seguía una figura femenina.

—Es una lástima que esos mocosos no hayan sobrevivido, ¿pero qué le vamos a hacer? — observa a la mujer cuya vista tenía puesta en el cielo. —No veo que digas algo al respecto sobre esto Marín, ¿o acaso no te alegra la noticia? — dijo en tono serio.

—No es por eso Misty, es solo... Que no creo que Seiya y los demás caballeros hayan muerto, ¿no viste las cuatro estrellas fugaces que surgieron del cielo al momento que el monte Fuji se estaba desplomando? — indagó la santa de plata.

—¡Hmph! Dudo que esos niños sigan con vida, de ser así... ¿Alguien les ayudo a escapar? — respondió el mayor.

—Pueda ser, sin embargo le he dado aviso a Moisés y al resto a que busquen por todo el lugar para asegurarnos que ellos no sigan con vida — exclamó la castaña.

—¡Bien hecho Marín!, mientras ellos se encaran de ese asunto yo me encargaré del resto — habló Misty mientras reía diabolicamente.

....

—Señor Mu, ¿cómo es que pudo teletransportar ocho cuerpos? siento que ese procedimiento es muy difícil de realizar, además ¿Era necesario traer los cuerpos de los caballeros negros? — Kiki seguía a su maestro que en su espalda cargaba a cierto joven de caballera castaña.

—Se qué fueron enemigos de Pegaso y sus compañeros, sin embargo no podía dejarlos soterrados en ese lugar. Dejando todo eso de lado me pregunto ¿qué habrá sido de Fénix?, justamente escapó cuando realizaba la teletransportación... Solo espero que se encuentre bien — respondió el pelo lila.

—Tiene razón maestro.... ¡¡Maestro!! — replicó Kiki. —Tal parece que alguien nos está siguiendo y su cosmos es muy violento, viene a toda velocidad — Kiki estaba angustiado, Mu se detuvo.

—En ese caso... Lo mejor será que hablemos — dijo y un fuerte resplandor apareció frente a ellos.

—Así que eras tu el que estaba detrás de todo esto, viéndote bien eres de Jamir ¿no?, porque no te quedaste reparando armaduras que eso es lo único que puedes hacer — hablo Misty, Mu se mantuvo callado. —¿Por qué ayudas a los caballeros de bronce? — el pelo lila no respondió la interrogante. —Muy bien, esperaba una respuesta pero veo que te mordio la lengua el ratón. Qué te parece si, me das a ese chico y nada malo te pasará — propuso Misty.

—Eso jamás — respondió Mu a lo que Misty frunció el ceño.

—De acuerdo, tú lo haz pedido.

Hizo un fuerte torbellino del cual Mu pudo esquivarlo fácilmente, no obstante había destrozado parte del suelo en donde se encontraba el pelo lila que dejó a Seiya en suelo, Kiki miraba asombrado el poder de aquel sujeto.

—¡Increíble! Ese sujeto es muy fuerte — decía el niño.

—Y bien, si no colaboras con nosotros entonces me veré obligado a exterminarte — iba a atacar nuevamente, a lo lejos una voz femenina lo detuvo.

—¡Detente Misty! — Marín se aproximó a ellos. —Nuestra prioridad no es acabar con Mu sino que a los caballeros de bronce - dijo la castaña.

—Oh Marín, ¿diste aviso a Moisés y al resto?

—En efecto, no tardarán en llegar — replicó.

—Muy bien, ahora... ¡Te ordeno que aniquiles a tu discípulo! — la mujer asintió, Seiya despertó de inmediato.

—Umm... Dónde... ¿Dónde Estoy?


[Pov Seiya]

Logré recuperar el conocimiento mientras me ponía de pie, ¿Qué fue lo que sucedió? Lo único que recuerdo fue que estábamos luchando en el monte fuji contra Ik... Un minuto, ¿Ikki? ¿Shiryu? ¿Hyoga? ¿Shun?, ¿qué pasó con mis amigos?

—Es bueno saber que sigues vivo, Seiya — un hombre de cabellera lila me hablaba y estaba acompañado de Kiki.

—¿Quién eres tú? ¿Cómo sabes mi nombre? — interrogue mientras miraba a mi alrededor, fue en ese instante que vi a Marín, mi maestra, me alegro de verla nuevamente sin embargo ella me miraba tras esa máscara sin decir ni media palabra.
—¡Marín! Me alegra saber de ti, no sabes cuanto te eche de menos — quise acercarme a ella pero un sujeto que le acompañaba se interpuso en el paso.

—Muy bien niño, tengo dos propuestas que darte y espero que seas sabio en elegir una de ellas. O te quitas la vida o yo te hago el favor — me decía sin dejar de mirarme.

—¿Quién eres tú? — interrogue.

—El es Misty de Lagarto, un santo de plata como yo, perteneciente a un rango superior de los caballeros de bronce — Marín responde en su lugar, me sobresalte tras escuchar sus palabras.

—¿Santo de Plata? Pero que hace aqu
... — no temirme la oración, pues ese sujeto me atacó desprevenido, terminé en el suelo mientras su pie se posó sobre mi cabeza.

—Que acaso no es obvio, vengo a exterminar a los santos de bronce — pisoteaba mi cabeza con más fuerza. —De no haber sido por Mu, ustedes ya estuviera muertos. Elige ahora... Te matas o termino por destrozarte el cráneo — no iba a dejarme tan fácilmente, con lo que me quedaba de fuerza logre sostener su pie al momento en que me puse de pie. -¿Pero que haces? ¿Acaso prefieres matarte?

—¡Cierra la boca! — respondí. — Gracias a Mu, lo único que puedo hacer a cambio es luchar contra ti ¡¡lagartija inmunda!! — con todas mis fuerzas logré darle un puñetazo en la cara que le hizo retroceder, limpio su boca e hizo un gesto de burla.

—Vaya, ¿con que esas tenemos? Jajajaja, eres un tonto. Un simple e inútil caballero de bronce enfrentadose a uno plata... ¡Que estúpido eres! — reía ante mi respuesta. —Ni siquiera estás a mi nivel de lucha ¡mírate!, aparte no posees armadura que te proteja — hice un gruñido tras sus palabras.

—Puedo restaurar su armadura sin ningún problema — Mu le respondió serenamente.

—Si claro, y como lo harás... ¿Por arte de magia? — mofaba, sin embargo y en presencia de todos los que estábamos en el lugar mi armadura había llegado.

—Buen trabajo Kiki — veo que Mu agradecía al pequeño por haber encontrado.

—No es nada maestro, sólo que no pude encontrar el casco — respondió Kiki, Misty estaba muy molesto con ellos.

—Mu, no te metas en nuestras asuntos y dime ¿Por qué te empeñas en ayudar a los caballeros de bronce?

—No es que me interesa ayudarlos, sino que decidí darle una esperanza a pesar de todo lo que el destino les depara en estos momentos — fue lo único que dijo Mu, de inmediato me puse nuevamente mi armadura.

—Ahora si Misty, estoy listo para enfrentarte — me puse en posición de batalla.

—¿Y qué? ¿Qué piensas hacer?

—Ya lo verás... ¡Meteoros de Pegaso! — lancé mis puños sobre él, sin embargo mis ataques no le hicieron daño alguno. —Pero qué...

—¿Terminaste?, si es así entonces acabare contigo — cuando estaba por atacarme se detuvo.

—Es suficiente con ustedes dos, no están al nivel para enfrentarse

Detras de mi se encontraba Marin, gire y le observe muy confundido. Sin imaginármelo sentí cómo su mano había atravesado mi pecho por completo.

—Ma-Marín...

Saint Seiya ChroniclesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora