—¿Qué es lo que necesitas de mi?
—Tú eres... ¿El maestro Mu?
—Así es.
—Se lo suplico señor, necesito de su ayuda las armaduras de mi compañero y la mía han sufrido severos daños, usted es el único que puede ayudarme antes de que las cosas empeoren.
[Shiryu]
Mostré ambas armaduras para que él las observaba detenidamente, mientras esperaba una respuesta simplemente movió la cabeza dándome a entender que no había nada que hacer.Las armaduras habían muerto por completo y que era difícil el poder repararlas, por más que le implore me dio la espalda, a través de la telequinesis pudo levantar aquella torre que yo había destrozado con un solo dedo, me dio a entender que las armaduras también eran seres vivos y que cuando mueren son imposibles de resucitar, todo estaba perdido tanto para mi como para Seiya pero logro escuchar la última oración que salió de sus labios... ¡Aún tenemos esperanzas!
—Solo hay una manera para lograr que las armaduras regresen a la vida.
—¡De verdad!
—Así es joven caballero, para ello... ¿Estarás dispuesto a dar tu vida?
—¿Mi...Vida?
—Es lo único que puedes hacer para restaurar las armaduras. ¿Lo harás?
Quedé entre la espada y la pared ante su propuesta pero no puedo dejar a Seiya y al resto así como si nada, no impota si yo muero.
Estoy seguro de que Seiya, Hyoga y Shun saldrán victoriosos de esto...
—Vale, ¡acepto sacrificar mi vida!
[Seiya]
Finalmente había llegado el día en que Hyoga, Shun y yo estábamos listos para enfrentar a los caballeros negros quienes tienen las piezas restantes de la armadura de oro, no obstante nuestro compañero Shiryu aún no había regresado de su viaje a Jamir y eso me ha dejado preocupado, más aún porque he tenido un sin fin de pesadillas sobre él tenido en el suelo ya sin vida en toda la semana.¿Será que algo malo le ha pasado?
¿Pudo encontrar a la persona que repararia nuestras armaduras?
No puedo dejar de pensar esas cosas ni un momento hasta verlo nuevamente a la cara para asegurarme que él se encuentre bien.Nuestro destino era el monte Fuji en donde nuestros enemigos esperaban nuestra presencia, tanto Andromeda, Cisne y mi persona nos pusimos de acuerdo en tomar caminos separados y junto a ello las piezas de la armadura que habías recuperado en el combate anterior.
De pronto presiento que alguien se acercaba hacia nosotros, no pude evitar una sonrisa al ver a cierta persona que conozco había regresado sana y salva... ¡¡Era Shiryu!!
—¡¡Lo ha logrado!! ¡¡Esta vivo!!
Eso era lo que yo creía, se acercó hacia mí para luego desaparecer y dejar en el suelo la armadura de pegaso ya restaurada.
—Shi...Shiryu...
—La armadura ha venido gracias al espíritu de Shiryu — Shun me observa. —Me pregunto que es lo que habrá pasado realmente con él.
Me imagine lo peor, quizás esas pesadillas se iban a cumplir... ¡No!, aun no hay que pensar esas cosas...
La armadura se desprendió por si sola para que pudiera portarla, era una sensación muy poderosa la que recorría mi cuerpo, estaba listo para hacerle frente a los caballeros negros.La caja comenzó a moverse de forma extraña, Shun utilizó sus cadenas para atacar y un niño apareció de la nada quejándose del golpe que recibió por parte de mi compañera.
—¡Ay, mi cabecita!... ¡Qué acaso no puede fijarse a quién golpean!
—¿Y vos quien sos? — le cuestiono.
—¡Se dice gracias por la armadura señor gruñón!
El niño me responde un poco enojado, entonces el espíritu de Shiryu era nada más ni nada menos que este pequeño... ¡Increíble!
—¿Qué haces tú con mi armadura? ¿Dónde está Shiryu?
—No se la verdad, mi maestro Mu me dijo que tenía que entregar esta armadura porque Shiryu no va a venir.
—¿Cómo? ¿No va a venir? ¿Porqué?
—Solo sé que las armaduras necesitaban la vida de Shiryu para que pudieran repararse.
—¡¡La vida de Shiryu!!
No me lo podía creer, todo este tiempo en que tenía esas pesadillas era porque en realidad Shiryu iba a... ¡¡Morir!!
Desesperado tomé al niño por los hombros con mucha fuerza, necesitaba que me explicara que es lo que había pasado con él y si en realidad estaba muerto pero eso era lo único que podía decirme. Shun me detuvo para evitar que siguiera lastimando al niño.
—¡Seiya, cálmate! No estamos seguros de que sea cierto tenemos que esperar a que Shiryu regrese.
—Pero... Las armaduras...
—Seiya, ¡tranquilo! Todo va a estar bien con Shiryu.
Sus palabras me tranquilizaron, no podía darlo por muerto todavía hasta comprobarlo. Shun nos colocó a Hyoga y a mi unos cascabeles en nuestras muñecas con los cuales debíamos avisar de alguna anormalidad que ocurriera durante nuestra travesía.
—Asi podemos dar aviso de cualquier cosa que pasé, por favor... ¡Cuídense!
—Tú también, vale — responde cisne y se marchó.
—No te preocupes Shun, encontramos a Ikki y lo detendremos.
Dije mientras ella asintió y al igual que Hyoga se marchó, mire al niño y le entregué la pulsera de cascabeles.
—Por favor, si Shiryu regresa quiero que le entregues esto de mi parte. Estoy seguro de que el vendrá... No puedo pensar lo peor, mi amigo estará bien.
Fue lo último que le dije y salí corriendo hacia aquel laberinto que estaba en el monte Fuji.
Corría y corría con tal de localizar a los caballeros negros, hasta que...
—Vaya, vaya... Tal parece que vienes a detener al señor Ikki ¿verdad?
—¡Quién anda ahí! ¡Muéstrate!
—Con gusto pegaso, pero dejame decirte que este lugar...
¡¡Será tu tumba!!
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Saint Seiya Chronicles
De TodoY aquí les traigo esta nueva historia solo espero que la disfruten... En un mundo lleno de maldad, cinco jóvenes cuyas vidas eran normales se reencontraran y juntos lucharán por salvar a la diosa Atenea y mantener la paz en este mundo. Nota 1 Está h...